Durante este primer trimestre, cayó en nuestras manos el Mercedes-Benz GLE Coupé, uno de esos autos que gustan y no gustan. Digo que gustan porque bueno... no por nada son la tendencia en diseño de moda en los SUVs y crossovers de todos lados. Y digo que no gustan, porque los más puristas encuentran que es la decadencia máxima del concepto de SUV. Sin embargo, hay que entender que hay muchas personas que compran con el corazón y que hay gustos para todos. Hay muchos que les encanta la posición elevada de manejo de los todo-terreno y que también les gusta la potencia. Para ellos, están estos autos.
El GLE Coupé de segunda generación que tuve por unos días, además no es cualquier modelo, sino que es el GLE 53 AMG, la versión más deportiva que de momento vende la marca de la estrella en Chile y además, el que lleve el número 53, significa que es un auto híbrido.
GLE 53 AMG Coupé: dimensiones
- Largo: 4,96 metros
- Ancho: 2,18 metros
- Alto: 1,72 metros
- Distancia entre ejes: 2,99 metros
- Despeje: 143 mm
- Maletero: 655 litros, ampliable a 1.790 litros (70 litros más que su antecesor)
El GLE Coupé es 39 mm más largo y 7 mm más ancho que su antecesor, lo que le ayuda a ganar habitabilidad en las plazas traseras. Este modelo AMG tiene dimensiones discretamente diferentes, culpa de los cambios en los parachoques y las ruedas que lo hacen ver más imponente. Es más grande en general, aunque un poco más bajo.
Por si te lo preguntabas, la distancia entre ejes es 60 mm más corta que en el GLE convencional, pero 20 mm más larga que en el GLE Coupé anterior, así que es imposible quejarse por la falta de espacio. Incluso, con 655 litros en el maletero, puedes dejar de espantarte con el típico comentario odioso de que "los SUV tipo fastback son poco prácticos y que no te cabe nada", porque en realidad, te cabe de todo. La marca usa un neumático temporal (que en el video del Test expliqué pésimamente) el cual es del tipo plegable.
Ahora, si se trata de tamaño, la verdad es que es irrelevante compararlo con el BMW X6, el Porsche Cayenne Coupé o el Audi Q8, por la sencilla razón de que son autos que tienen medidas marginalmente similares y que no son muy relevantes para el propósito de este auto. Sin embargo, donde si hay diferencias que podemos notar, es en temas de diseño ya que cada marca decidió apuntar a distintos perfiles.
GLE 53 AMG Coupé: diseño
BMW le dio al X6 formas muy musculares, al punto que luce realmente exuberante y no por nada es el más popular de toda esta camada. El Audi Q8 es el que menos tiene de "fastback", con una caída más pronunciada que la de un SUV pero lejos de estar al nivel de sus rivales. Juega la misma carta voluptuosa de BMW, pero en lugar de hacerlo con líneas suaves, aquí todo apela a trazos más definidos. Después tenemos al que, creo yo, es el mejor resuelto, que es el Porsche Cayenne Coupé, porque rescata mucho de la silueta del 911, la cual funciona de maravillas en este modelo. Es elegante, deportivo, distintivo, lo logra todo.
¿Y el Mercedes? Este GLE apela al lenguaje de diseño visto en los coupé de la marca, los cuales buscan diferenciarse de los sedanes gracias a la caída del techo, el portalón limpio (sin la patente en el medio) y ópticos traseros alargados. Es un diseño sobrio, elegante, pero menos distintivo que el de las otras marcas.
Ahora, el modelo AMG es más vistoso, porque lleva parachoques con grandes entradas de aire, la parrilla Panamericana con lamas verticales y enormes llantas de 21", así como salidas dobles de escape y otros detalles que son parte del kit AMG. Sumado a los cambios que ya se ven en la gama normal del GLE (las nervaduras en el capó, la parrilla invertida), se configura un aspecto bastante más deportivo con respecto a su antecesor. El maletero tiene un discreto pliegue, que hace de spoiler, una suerte de "cola de pato" que también aporta al look. Sin embargo, aun así, parece guardar algo de compostura ante la postura más extravagante del X6 y del Q8. Si te gusta lo elegante, ya sabes por donde ir.
GLE 53 AMG Coupé: interior
La consola del GLE Coupé es exactamente la misma que la del GLE normal. Tiene una distribución horizontal, donde toma protagonismo el panel que oculta las dos pantallas principales del auto, los cuatro aireadores rectangulares y las dos asas retroiluminadas que son parte del diseño de la consola central. Definitivamente es un salto cuantioso en diseño y calidad al lado de la anticuada consola del modelo anterior.
Con el modelo AMG obviamente emergen muchos acentos y detalles que le dan más personalidad a este lugar. El cielo, por ejemplo, es de color negro y los acabados van más por el lado de la fibra de carbono y el aluminio, que la madera o los tonos cálidos. Si a esto le sumamos las costuras rojas, el volante AMG tapizado en cuero nappa, la iluminación ambiental (en 64 colores) y las butacas AMG con tapicería mixta (cuero sintético con microfibra), se configura un ambiente de verdad muy especial y por supuesto, todo fabricado con la mejor calidad y niveles de terminación.
Hay algo que a mí me gustó bastante y que tiene que ver, nuevamente, con la distribución horizontal que tiene este auto, puesto que a mi gusto, es el más ordenado y el más lógico de utilizar, entre sus rivales. El sistema MBUX también me parece simple de operar, si bien puede ser intimidante de buenas a primeras. Lo mejor de este sistema es que puedes operarlo de muchas maneras, sea con el volante, con la pantalla, por voz, con gestos o el mando táctil central, o sea es imposible equivocarse.
La postura al volante es cómoda aunque está hecho para personas un poquito más altas, en el sentido de que yo quería usar el volante más bajo de lo que permite y no me deja. Este se ajusta de manera eléctrica.
Los asientos traseros, aunque tu no lo creas son realmente espaciosos y muy cómodos. Esto es porque la banca va un poco más baja (tal como hizo Porsche con el Cayenne Coupé) lo que permite tener hasta dos puños de margen, incluso considerando que tiene un techo con sunroof. El asiento del medio no es excesivamente incomodo, pero por el diseño abutacado de los extremos, se sabe que es más para cuatro que para cinco. Si son niños, todo ok.
GLE 53 AMG Coupé: equipamiento y seguridad
Voy a comenzar con lo que yo creo le faltó a este auto. Siendo un vehículo de lujo, no tiene cargador inalámbrico, no tiene masajes en los asientos (salvo los ajustes cinéticos para relajar la postura) y me hubiese encantado que tuviera la suspensión Magic Body Control que hace bailar el auto (en realidad es para desatascarlo de la arena... nadie mete un AMG a la arena, era solo por conocer el sistema). El resto es muy completo y lo bueno es que no necesitas el modelo 53 AMG para disfrutarlo de todo, ya que buena parte de este equipamiento ya está en el 400 d.
El GLE 53 AMG ya viene con un paquete de asistencia a la conducción, con monitor de punto ciego, frenado autónomo, asistente de maniobra evasiva y control crucero adaptativo, que se suman a todos los otros elementos de seguridad, como los siete airbags.
En cuanto a equipamiento de confort, ya contamos harto en la sección anterior, pero también hay elementos como las butacas calefaccionadas, la apertura manos libres del maletero, los vidrios con filtro UV, la suspensión adaptativa, el sistema de iluminación Multibeam LED o el asistente de estacionamiento con cámara en 360 grados. Que tiene de todo, tiene de todo y si falta algo, créeme que podrás encontrarlo como opcional y a pedido.
GLE 53 AMG Coupé: performance
Esta versión AMG, como ya he contado otras veces, viene con un sistema microhíbrido. Todos los modelos 53 y 73 de la marca, tendrán algún tipo de hibridación. En este caso, es un motor eléctrico (EQ Boost) que agrega 21 Hp y 250 Nm de torque a lo que ya entrega el seis en linea de tres litros con turbo que impulsa a este SUV. En total, da 435 Hp y 520 Nm de torque, potencia administrada por una transmisión automática AMG Speedshift TCT 9G automática y un sistema de tracción AWD AMG Performance 4MATIC+.
Todo este combo le ayuda a acelerar de 0 a 100 en 5,3 segundos, con total y absoluta tranquilidad.
Con respecto a cómo se maneja, el GLE 53 AMG es un auto realmente versátil y contundente. Ustedes quizás se están haciendo la idea de que es un auto muy explosivo y la verdad es que es todo lo contrario. Tiene una curva de torque muy plana, que arranca muy desde abajo, gracias a la ayuda eléctrica, pero es una entrega eficaz, contundente y continua. Además, la suavidad del motor en linea, aporta mucho en esa sensación. Si andas buscando un auto de performance realmente brutal, quizás tengas que esperar al 63 AMG o buscar en otra marca, pero si quieres potencia que puedas palpar y administrar, el 53 AMG lo hace muy bien.
Lo segundo, tiene que ver con las múltiples personalidades que tiene este auto. Los modos de manejo que tiene (Dynamic Select), son realmente completos y que funcionan como una suerte de "capa". Entonces te encontraras con que hay modos que no le vienen mucho a un auto AMG, como el modo Comfort, donde la dirección no acompaña en nada a la potencia del motor, pero porque está orientado a un manejo suave para ciudad. Por otro lado, si llegas al modo Sport+, el auto realmente se hace muy sensible y es chocante percibir el contraste entre ambos modos, puesto que aquí es donde se revela toda la ingeniería que tiene el auto, especialmente en el sistema de tracción, el cual parece empujarte desde la rueda trasera más lejana para que entres en una curva, como si se tratara de un auto mucho más compacto y liviano. Es ese el momento donde tu realmente dices "si, es realmente un AMG".
Para ponerlo en contraste con algunos de sus rivales, el más atlético y eficaz es sin dudas el Cayenne Coupé, porque tiene un comportamiento más natural y menos asistido. El más extrovertido es el X6 y el más compuesto, como buen Audi, es el Q8. Pero el GLE 53 AMG es sin dudas el más completo y lo que más gusta, es que no se compromete nada ya que puedes manejarlo realmente fuerte en pista, disfrutarlo mucho en autopista y en viajes largos, ir desatorado, a 1.500 RPM en novena marcha y a buena velocidad.
GLE 53 AMG Coupé: conclusiones
Con este GLE 53 AMG Coupé saqué varias resoluciones muy interesantes que resumen muy bien la experiencia de manejo:
- El nivel de ingeniería de Mercedes es lo que realmente se paga, porque para lograr un auto tan versátil y tan bien resuelto, es muy difícil
- Es un buen nivel intermedio AMG, en el sentido de que si quieres toda la potencia bruta, hay un AMG 63 esperándote, pero si quieres disfrutar más de los otros atributos de AMG que no tienen que ver exactamente con la potencia del motor, no te quedas corto para nada.
- Aunque es un coupé (está bien, un SUV tipo fastback) no es poco práctico. Al final un GLE convencional vale la pena solo si necesitas llevar más personas.
Quizás la parte híbrida es la que menos relevancia cobra. Yo creo que la ayuda eléctrica tiene más valor como soporte en performance que en economía o ecología, puesto que estos autos, con caja de nueve velocidades, igual tienen muy buena gestión de consumo para lo que uno podría esperar (guardemos siempre las proporciones, es un auto grande).
Y si aun te parece mucho, recuerda que la gama tiene dos opciones diésel, con generoso torque y buen equipamiento.
Probamos el Mercedes-Benz GLE Coupé 2021