En la segunda mitad de la década de 1950, Alfa Romeo y Abarth trabajaron en conjunto para producir un auto deportivo con un motor de 1.000 cc que pudiera competir en ciertas competencias. El proyecto le fue encargado a Mario Colucci, un ingeniero de Alfa Romeo, quien en 1958 concretó el modelo, un Abarth 1000, fabricado en torno a un motor de cuatro cilindros basado en el del Sprint Veloce, pero más pequeño y con una estructura tubular. Por fuera, el diseño le quedó a cargo a Franco Scaglione y su fabricación, a Bertone.
De 1000 a 1000 SP
Al final de esta colaboración, Carlo Abarth contrató a Colucci como Director Técnico, para que luego, en 1966 le diera forma a un segundo proyecto con base en el Abarth 1000, el 1000 SP (por Sport Prototipo). Diseñado para sobresalir tanto en ascensos cortos como en carreras de resistencia, el 1000 SP presenta líneas simples, bajas y elegantes. Ligero y potente, ganó una serie importante de carreras internacionales, como los 500 km de Nürburgring en septiembre de 1966, lo que ayudó a consolidar el prestigio deportivo de Abarth. Así, Colucci completó su concepto de un auto de carreras con chasis tubular, que había comenzado unos años antes con el Alfa Romeo Abarth 1000.
Desde entonces que el 1000 SP sigue siendo fuente de inspiración para los diseñadores del Centro Stile Fiat & Abarth. Tanto, que el 2009 ya estaban con ganas de hacer un tributo a este modelo. Finalmente, tras 55 años de su debut original, este proyecto ve la luz, como una reinterpretación moderna del 1000 SP y fabricado bajo los mismos ideales de su precursor.
Abarth no lo ha mencionado, pero es cosa de mirar al nuevo 1000 SP para saber que su base, no es otra que la del Alfa Romeo 4C, lo que incluso respeta la historia del original. Claro que del diseño del 4C queda muy poco.
Lo bueno es que la base del 4C permite mantener tres premisas claves con las que fue creada el SP original:
- La ligereza de sus formas, con volumenes compactos y bajo peso
- Aerodinámica de baja resistencia
- Ergonomía y facilidad de operación
El capó, por ejemplo, lleva exactamente la misma toma de aire central y las aperturas superiores, igual que los focos redondos sobre los curvilíneos pasos de rueda. También se conserva la silueta spider (biplaza sin techo)
El parabrisas no puede ser tan envolvente como el del original, pero si se conservó la silueta de las ventanas, al igual que todas las tomas de aire posteriores, las lamas de respiración, la barra antivuelco, los focos traseros y las aperturas traseras.
¿Dónde se acaba el purismo?
El auto respeta mucho los guiños del original, pero claro, la base del 4C tiene sus limitaciones y por eso es que no se puede lograr una carrocería más baja. Quizás un mejor ejercicio de autos modernos con este estilo tipo spider, los podemos encontrar en el Lotus Elise o el compacto Renault Sport Spider.
Lo otro que delata que es solo una reinterpretación, es su estructura principal y su motor, puesto que la carrocería del 4C está fabricada en una celda de fibra de carbono con sub estructuras de aluminio, muy alejado del chasis tubular del original.
El motor, tampoco es de 1 litro, sino que el mismo 1.75 Turbo de cuatro cilindros del 4C, con 240 Hp y 350 Nm.
Abarth sacará al 1000 SP de paseo en algunas carreras de exhibición con foco en autos de colección y vintage. Ya veremos que tal le parece a los fanáticos de los autos clásicos.