California, el estado más grande de Estados Unidos y la quinta mayor economía del mundo, ha decidido seguir los pasos de varios países de la Unión Europea en materia de movilidad eléctrica, anunciado que todos los automóviles nuevos vendidos en el estado tendrán que ser eléctricos a partir de 2035.
Bajo esta medida, las marcas de autos no podrán vender vehículos de pasajeros que equipen motores de combustión a gasolina o diésel, incluso sin son híbridos.
Si bien en la actualidad, 12 de cada 100 autos nuevos que se venden en California son cero emisiones (eléctricos o hidrógeno), se busca que para 2026 la primera cifra ascienda a 35%, para 2030 a 68% y para 2035 sea el 100 por ciento.
Económicamente, este plan le costará 30.000 millones de dólares entre 2026 y 2030, o un promedio de 2.000 millones por año, según un informe de CARB (Junta de Recursos del Aire de California). Según cifras oficiales, el sector del transporte representa más de la mitad de toda la contaminación por carbono en California, y algunas partes del estado se consideran las más tóxicas de Estados Unidos.
Así que cambiar a vehículos de cero emisiones reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 35 por ciento y las de óxido de nitrógeno en 80 por ciento.
Además de hacer que las ventas de automóviles de pasajeros nuevos en California sean eléctricos para 2035, las autoridades buscan que los camiones medianos y pesados también se incluyan en esta estrategia en 2045.
Otro dato interesante es que California es el estado que concentra el mayor número de vehículos vendidos, representando el 11 por ciento totales de Estados Unidos.