Ford demuestra que cualquier auto puede ser un deportivo eléctrico

Aprovechando su presencia en el Festival de la Velocidad de Goodwood 2022, la división de vehículos comerciales de Ford (Ford Pro) presenta la nueva Electric SuperVan, una especie de furgoneta eléctrica deportiva con una carrocería que nos recuerda los autos diseñados para batir récords de velocidad.

La Ford Pro Electric SuperVan incorpora cuatro motores eléctricos alimentados por una batería refrigerada por líquido de 50 kWh y un sistema de control único. En total entregan 2.000 caballos de fuerza para una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de dos segundos.

Tomando como base el furgón eléctrico E-Transit Custom, la división deportiva Ford Performance, en asociación con la escudería austríaca STARD (especialista en carreras de autos eléctricos), modificaron el chasis por completo para que sea capaz de aguantar el impulso de 2.000 Hp, y en paralelo crearon un diseño aerodinámico muy atractivo. 

Entre los principales modificaciones está la inclusión de un nuevo piso reforzado con una estructura de acero especial, que sostienen paneles de carrocería de materiales livianos. El paquete de baterías de 50 kWh fue rediseñado para obtener una distribución óptima del peso y un centro de gravedad bajo. Los cuatro motores están distribuidos en cada una de las ruedas, por lo que la súper furgoneta cuenta con tracción total. 

Como buen vehículo comercial, la SuperVan eléctrica mantiene un espacio de carga por detrás del conductor y una puerta lateral que facilita la carga y descarga. El paquete aerodinámico incluye guardabarros más gruesos, un splitter delantero, faldones laterales y difusor trasero de gran tamaño. 

La suspensión de doble horquilla, los bastidores auxiliares, los montantes y los frenos provienen directamente de los autos de competición de STARD.

Las SuperVan de 1971, 1984 y 1995.

No es la primera vez que Ford se anima a diseñar una van deportiva. La primera SuperVan de Ford se presentó en 1971 y presentaba un motor central tomado del GT40 ganador de Le Mans.

Esta misma fórmula se utilizó en 1984 para una SuperVan 2, con carrocería de fibra de vidrio y un motor Cosworth V8 de 590 Hp. En 1995 apareció la SuperVan 3, propulsada por un motor Cosworth HB de 650 Hp compartido con los autos de Fórmula 1 de la época.