Volvo Cars ha anunciado la construcción de una tercera fábrica en Europa, la que se ubicará en Eslovaquia, y que se enfocará en producir la nueva generación de vehículos eléctricos.
La nueva planta que será carbono neutral, se unirá a las fábricas de Gante (Bélgica) y Torslanda (Suecia), y supone una inversión de aproximadamente 1.200 millones de euros. Estará ubicada en la ciudad de Kosice, donde aprovechará una cadena de suministro automotriz sólida, ya que será la quinta fábrica de automóviles del país.
Volvo Cars tiene el propósito de alcanzar unas ventas anuales de 1,2 millones de vehículos, gracias a una cada vez mayor presencia de fabricación global, con fábricas en Europa, Estados Unidos y China.
"Tenemos el claro propósito de convertirnos, antes de 2030, en una marca de movilidad eléctrica pura, lo que está perfectamente en línea con nuestro objetivo", comenta Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Cars. "La expansión en Europa es esencial para que podamos realizar el cambio hacia la electrificación y el crecimiento continuo".
Las obras de construcción de la fábrica de Kosice comenzarán en 2023, y los equipos y líneas de producción se instalán a lo largo de 2024. La producción en serie de la próxima generación de vehículos Volvo eléctricos está prevista para 2026. Las instalaciones han sido diseñadas para producir hasta 250.000 vehículos al año.