La inminente electrificación del automóvil afectará por igual ya sea a un pequeño auto urbano que a un exótico y prohibitivo deportivo. Y eso explica la aparición del Bugatti W16 Mistral, el último modelo de su especie, equipado con un portentoso motor de combustión interna, y que se convierte en un cierre con broche de oro para toda una era.
El modelo fue presentado por el propio Mate Rimac, CEO de Rimac-Bugatti, en el marco de la Semana del Automóvil de Monterey (California). Se trata de un roadster que, según la marca, tenía que reflejar libertad, elegancia y libertad. Y eso explica el nombre, que proviene de un poderoso viento que sopla desde el valle del río Ródano hasta la costa azul en el sur de Francia.
No podía ser de otra forma para un modelo tan especial, dado que más del 40% de los autos que Bugatti ha fabricado la marca a lo largo de su historia han sido convertibles.
El afamado motor de 16 cilindros en W, con 8.0 litros de desplazamiento y cuatro turbocargadores, se despide de producción, y por lo mismo es el encargado de mover a este bello convertible con una potencia de 1.600 Hp.
Se trata de la misma versión que se utilizó en el Chiron Super Sport 300+, con el que se superó la barrera de las 300 millas por hora (487.6 km/h para ser exactos), con lo cual el objetivo es claro: Bugatti quiere volver a tener el descapotable más veloz del mundo.
Y en cuanto al monocasco, no se trató simplemente de recortar el ya utilizado por el Chiron y listo. De hecho, fue rediseñado para crear una silueta más redondeada sin comprometer ningún aspecto de desempeño.
La inspiración provino del Type 57 Roadster Grand Raid de 1934, uno de los vehículos más atractivos que haya fabricado la marca. Particularmente, la musa fue la unidad que está exhibida en el museo Lowman en La Haya (Países Bajos), que está pintado en negro con amarillo, la combinación favorita de Ettore Bugatti. De ahí que el W16 Mistral esté pintado en negro con acentos en amarillo y café trufa.
El parabrisas curveado se integra perfectamente con los pilares A y las ventanas laterales para crear una cápsula que permita disfrutar a los ocupantes del viento, incluso a velocidad máxima. Aun con lo anterior, hay dos entradas de aire superiores justo arriba de las cabeceras de los asientos que están fabricadas en fibra de carbono para en caso de volcadura, garantizar la integridad de los ocupantes.
Las entradas de aire laterales en forma de C que en gran medida definen el diseño del Chiron también están presentes, pero de una manera mucho más pequeña y sutil, aunque sin comprometer las necesidades de aire de la inmensa planta de poder. Evidentemente, la parrilla en forma de herradura está presente, con elementos que le dan mayor profundidad. Según los diseñadores, es una variante más elegante de la que se utilizó en el Bugatii Bolide.
Los faros, cuyo diseño se integra a la perfección con los aerodinámicos trazos del frontal, tienen 4 barras, un detalle que hace referencia al hecho de que se trata de un modelo con tracción en las 4 ruedas y con 4 turbos.
Asimismo, en la parte trasera encontramos una iluminación de LED en forma de X, que convergen en la parte central donde se ilumina también el nombre del fabricante.
En el interior es muy parecido al del Chiron, con elementos de titanio, aluminio esculpido de un solo bloque como la palanca de cambios y cuero de la más alta calidad, aunque hay detalles como los complicados patrones grabados en el cuero de las puertas que son únicos para el W16 Mistral.
Solo se fabricarán 99 unidades del Bugatti W16 Mistral, cada una con un precio de 5 millones de euros, y por si te lo estabas pensando, te cuento que ya están todas vendidas. Las entregas empezarán a inicios de 2024.
Todavía no se anuncian los planes futuros para Bugatti, pero una cosa es segura: mecánicamente se incorporará la electrificación en mayor o menor medida.
El motor W16 de Bugatti