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Clases de manejo deportivo junto a Prodriving: nunca es tarde para estudiar

La escuela de manejo Prodriving nos invitó a participar de uno de sus días de pista junto a sus pilotos. Te contamos por qué sería bueno que tomaras un curso de manejo si vas a entrar a pista.

Clases de manejo deportivo junto a Prodriving: nunca es tarde para estudiar

Por ser una actividad que llevamos haciendo por más de 100 años, el manejar un auto es hoy algo que muchos dan por sentado, especialmente si consideramos que los vehículos de los últimos 40 años son realmente simples de conducir. Los estudios en ergonomía han permitido fabricar habitáculos cómodos y fáciles de operar; tecnologías como la transmisión automática o la dirección asistida, hacen que la operación sea más simple; los frenos ABS y el ESP nos permiten llevar el auto con mayor seguridad; los elementos de confort y entretenimiento ayudan que nuestro viaje sea más entretenido y sin stress.

Esto mismo lo podemos llevar al ejercicio de la competición, porque hoy los autos tienen más potencia pero también son más fáciles de conducir, porque los sistemas de control, las asistencias y las mejoras en ingeniería, han ido refinando el comportamiento dinámico y en algunos casos, hasta ayudando la pericia de conductores y pilotos menos experimentados en el arte y comprensión del manejo (lo que en muchos casos, hacen que personas tengan exceso de confianza y se escuden en la tecnología de sus autos). Y lo digo así, porque el pilotaje profesional requiere de comprensión y cuando se logra la maestría, puede llegar a ser casi un arte.

Por otro lado, el deporte motor, como buen deporte, tiene un potente componente pasional. Tú quieres ir más rápido, porque es la única manera de lograr la vuelta en menos tiempo y porque quieres llegar primero. Esa hambre nos pone en una dimensión muy peligrosa, principalmente porque requerimos de habilidad para poder dirigir un pedazo de metal con ruedas y un motor. Un auto a gran velocidad, sin control, es un arma y por supuesto que alimenta nuestra adrenalina llevarlo al límite, pero la habilidad, la experiencia y la inteligencia que tengamos será clave para poder disfrutar de estos "limites". Incluso, tener la suficiente técnica al conducir, también te permitirá en situaciones de emergencia, poder resolver maniobras de riesgo.

¿Y con quién aprendo?

Una de las escuelas más importantes en cuanto a conducción profesional es Prodriving SpA. Al mando de Rodrigo Campos, llevan bastantes años (desde el 2014) consolidándose como la alternativa más integral del país en esta materia. Prodriving no solo se dedica a la instrucción profesional para pilotos de carrera, sino que también llevan años haciendo capacitaciones técnicas en cuanto a conducción de vehículos de seguridad y también en lo respectivo a conducción defensiva. Al combinar estas tres aristas y sumarles que están constantemente manejando, probablemente con muchas más horas encima que cualquier piloto profesional de carreras, también han comenzado a adentrarse en lo que son activaciones de marketing, demostraciones y test drives para marcas. No nos ha faltado la ocasión de encontrarnos con ellos como guías en algún que otro lanzamiento.

Las capacitaciones que realizan son muchas. Ellos son los responsables en la instrucción de muchos conductores profesionales. Por ejemplo, en dos años y medio han capacitado a más de 6.500 carabineros a lo largo de todo el país y más de 1.000 conductores en faenas mineras, así como de dispositivos de seguridad urbana (Paz Ciudadana, municipalidades). Debemos recordar que cada capacitación tiene requerimientos específicos y vehículos distintos, por lo que las técnicas de manejo y las habilidades son distintas.

Esto no es llegar y meterse a la pista

Pero por supuesto que la parte más entretenida es la formación como piloto deportivo. Y aquí no es solo subirse a un auto deportivo y andar, sino que también tienes que conocer cómo comportarte en una pista, saber que significan las banderas, saber la diferencia entre un auto de tracción delantera o uno de tracción trasera, saber de neumáticos, transferencia de pesos, trazada, seguridad, ética, en fin. 

El curso tiene varias etapas. Por supuesto que todo parte con una evaluación en un simulador (tienen uno espectacular que tenemos en deuda ir a conocer, traído de Europa y con estándar profesional, telemetría y todo) y recién, cuando se sabe en qué etapa está el alumno o que habilidades tiene, los instructores hacen un curso a su medida, el cual busca potenciar sus puntos fuertes, su estilo y habilidades, corrigiendo y puliendo los problemas que pueda tener. Estos pueden ser problemas tanto técnicos como psicológicos (ansiedad, desconfianza, etc.).

Las clases en simulador se van combinando con formación teórica en base a la telemetría del simulador. Esto sirve para conocer el Circulo de Kamm, trayectorias en pista, donde frenar y también cosas como el punta-taco, postura adecuada de conducción, etc. Cuando el alumno ya está listo, ya conoce lo teórico y ya ha podido ponerlo a prueba en el simulador de manera satisfactoria, recién los alumnos pasan a la pista.

El día de pista

El equipo de Prodriving me invitó, en representación de Autocosmos, a participar de esta sesión de pista, donde algunos pilotos se "graduarían" del curso. Esto me permitió reencontrarme con el remodelado trazado de San Antonio, una pista que conozco muy bien, tanto por mi pasado (coberturas de la Copa Tiida, Copa March y Fórmula 3) como por eventos de lanzamiento y días de pista donde he participado con mi propio auto. La nueva infraestructura hace que el circuito sea mucho más seguro y rápido, al tener mejores pianos, mejor asfalto y salidas de pista más niveladas. Es un circuito pequeño, pero rápido y con algunas zonas técnicas, ideal para que los alumnos hagan sus primeras horas con confianza y seguridad, pero también para que tengan algunos desafíos.

El auto de instrucción es un MG3 1.5 VTI sin modificaciones motrices, el cual utiliza neumáticos de pista, jaula, butacas de competición, escape sin silenciador y poco más que lo suficiente como para hacer el auto seguro en pista. A la fecha, salvo por un alumno que "erró" un cambio, no han reventado ningún motor, considerando que el auto se lleva al límite del tacómetro. Es un auto entretenido, el cual pudimos probar hace varios años ya y que es una alternativa de valor en caso que no te alcance para un Suzuki Swift, considerando que su comportamiento es similar.

Los alumnos se dividen en grupos y se van alternando en los distintos autos ya que cada auto tiene un instructor diferente (en este caso, Rodrigo Campos, Brian Haleby, Cristian Haleby y Diego Marambio) y esto les permite poder contrastar puntos de vista. Las primeras vueltas siempre son más lentas para aprender el trazado y los puntos de frenada. Esto también es muy útil para conocer el estilo de cada instructor, al que puedes tomar como referencia. Y luego, con casco y traje, es hora de tomar el asunto en nuestras propias manos. El mejor tiempo, obviamente no lo vi con los MG3, sino que con el Subaru WRX (con swap de STI) de Mario Pacheco, uno de los pilotos egresados de la escuela, que, con un motor stock, logró 57 segundos y medio.

Lo que más te entrega la experiencia en pista es justamente eso: el poder experimentar realmente cómo funciona la transferencia de pesos, a sentir el grip del auto y a confiar, vuelta a vuelta, en las cosas que puedes mejorar, con un tacto real. Hay veces donde uno frena antes y en realidad uno puede frenar después. Otras veces hay que tener un poco de ojo, como "la olla" en bajada (las dos primeras curvas del circuito) a la cual entras casi en diagonal para después sacar el auto cómodo e inflado. En una de mis ultimas tandas, pise el freno de más y el auto se me fue de cola muy agresivamente. Lógicamente, terminé en la tierra, pero rápidamente me puse en marcha para seguir corriendo. Otra curva interesante es la Vic-Mar, una horquilla de bajada que te prepara para una secuencia en S más apretada (las últimas curvas del circuito), donde tienes que "sacrificar" parte de la trazada ideal, con el fin de poder meter el auto en la última curva y maximizar la velocidad de salida hacia la recta de la meta.

El valor del curso para piloto de competición durante el 2023 será de 800.000 pesos. La duración del curso tiene una duración flexible, de acuerdo a las habilidades del alumno, pero en promedio incluye una clase teórica, seis a siete tandas en simulador, para después pasar al dia de pista.

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