El mundo de los autos tiene más de un siglo -casi siglo y cuarto- y una de las marcas que ha sido protagonista desde esos años ha sido Mercedes-Benz, que si bien no se llamaba así cuando Karl Benz inventó y patentó el Motorwagen de tres ruedas en la última década del Siglo XIX. Desde entonces, la marca nos ha brindado hitos importantes y bellas creaciones como el SL, cuyas iniciales significan Sport Leicht (Deportivo Ligero)
Esas siglas se hicieron famosas en los años 50 cuando Mercedes Benz presentó el 300 SL, el famoso “Alas de Gaviota” y que como mero dato cultural ese jamás fue su nombre oficial.
Otro Mercedes SL que se conoce más por su apodo popular que por su nombre es precisamente el que este mes cumple 60 años. Me refiero al célebre 230 SL, mejor conocido como Pagoda.
Mercedes-Benz 230 SL 1963
Develado en el marco del Salón del Automóvil de Ginebra en Suiza, internamente se le conocía como W113 y estuvo exhibido del 14 al 24 de marzo de 1963.
El estilo y diseño fue creado bajo la supervisión de Friedrich Geiger y las líneas se alejaban de los trazos redondeados de sus predecesores. Los 300 y 190 tenían formas redondeadas en el toldo, tapabarros y maletero; por el contrario, el nuevo SL tenía un aspecto mucho más recto, acorde con las formas que retomaban un poco los principios de diseño funcionalista de la escuela Bauhaus que se pusieron muy de moda -de nuevo- en esa década.
Un elemento importante del nuevo SL era el toldo rígido removible, y con ello el fabricante se ahorraba tener dos versiones (la hardtop y la convertible), es decir era un 2 en 1. La solución no era nueva, pues marcas como Chevrolet con el Corvette en 1953 o Ford con el Thunderbird en 1955 ya habían sido exitosas con el toldo rígido desmontable. Incluso hubo algunas versiones del SL 300 convertible que ofrecían un toldo duro desmontable.
Líneas rectas, cintura baja y pocas protuberancias que nos recuerdan a las tendencias funcionalistas del Bauhaus.
La idea del toldo desmontable fue retomada por Paul Bracq y las formas del mismo dieron lugar a su sobrenombre, "Pagoda", pues visto desde atrás el diseño asemejaba a aquellas construcciones de oriente.
La insunuación de una Pagoda se nota claramente en la vista trasera
La construcción del W113
El chasis y bastidor del SL de tercera generación fue tomado del sedán W111 presentado en 1959.
El Pagoda es más pequeño que aquel modelo, pero conservó la misma distancia entre ejes, lo que permitió tener un habitáculo más amplio y cómodo para dos pasajeros. Importante es señalar que de los primeros autos de la marca alemana en ofrecer zonas de deformación programada. Por lo mismo, su manejo era muy bueno y predecible gracias a la robustez de un chasis pensado para un vehículo mucho más grande y pesado.
El SL del que estamos hablando también fue el primer deportivo de MB en ofrecer una transmisión automática y con el paso del tiempo y al ganar motorizaciones más potentes se le empezó a equipar con frenos de disco en las cuatro ruedas.
El Pagoda se produjo del 1963 a 1971
Más de 48 mil autos se fabricaron en la panta de Mercedes-Benz ubicada Sindelfingen cercana a Stuttgart en la entonces Alemania Occidental
El W113 tuvo una vida larga y en los años en los que estuvo en producción fue ganado potencia pues se le fue dotando de mejores elementos mecánicos sin afectar su estética exterior.
De 1963 a 1967 portó el motor Mercedes-Benz de seis cilindros en línea de 2.308 cc que entregaba una potencia de 15 hp y un torque de casi 197 Nm. Los modelos entre 1966 y 1968 portaban el robusto seis en línea pero un poco más grande, de 2.496 cc que entregaba la misma potencia -150 hp- pero generaba 15 Nm más de torque. Para la última camada de Pagodas, el fabricante le montó el motor M130 de seis en línea y 2.778 cc que subió la potencia hasta los 170 hp y un torque de 240 Nm.
Las nomenclaturas del modelo -según el motor- fueron: 230, 250 y 280 y evidentemente todas acompañadas de las siglas SL.
Se fabricaron 48.912 autos en todo el periodo de construcción. En Alemania costaba entre 22 a 25 mil marcos (alemanes), que en esa época equivalían a unos 12 mil dólares; hoy con 12 mil dólares se consiguen solo unos pocos repuestos de un Pagoda, ya que en los últimos 15 años la cotización del Mercedes-Benz SL W113 se ha ido por las nubes, y los ejemplares en mejor estado hoy alcanzan precios cercanos a los 200 mil dólares.
Un dato curioso del Pagoda es que el toldo duro removible -el que diseño Paul Bracq- pesa 49 kilos. Ponerlo y quitarlo es una buena tarea de dos, y más vale hacerla con cuidado porque ya vimos lo que valen esos ejemplares.