Hoy les voy a hablar de uno de mis autos favoritos, el Renault Twingo, el cual cumple 30 años desde que debutó en el Salón de París. Su diseño simpático y colorido, con formas redondeadas y habitáculo funcional, solo podían ser fruto de su tiempo, los años noventa, época donde aún los autos tenían identidad y personalidad, no trataban de ser hiper agresivos y tampoco trataban de hacerlo todo a la vez.
Renault pidió un auto de entrada...
El W60 de Gandini. Las ventanas tienen algo ahi que recuerda a Lamborghini.
La historia del Twingo es muy peculiar porque fue un proyecto que estuvo por cancelarse y que necesitó de ciertos riesgos. De hecho, el plan no era hacer un citycar, sino que buscarle un reemplazo a la venerable Renoleta, o R4 como se le conoce actualmente y que la marca del rombo revisitará en clave retrofuturista durante el próximo Salón de París. Este iba a ser el modelo de entrada a la gama y como tal, se le bautizo al proyecto como VBG (Véhicle Bas de Gamme) en vías de buscar un auto más accesible de lo que en ese momento proponía el R5 (posteriormente el SuperCinq y también el Clio). Varios modelos se crearon desde 1981 hasta 1985, sin mucho consenso.
En algún momento, el proyecto quedó estancado con el nombre W-60, algunas propuestas y Renault no supo hacia donde apuntar. Sin embargo, la fortuna del Twingo cambió cuando Renault contrató a Patrick Le Quément quien asumiría como el nuevo Director de Diseño de Renault, sucediendo a Gaston Juchet, quien técnicamente era ingeniero (a pesar de que hizo carrera como asistente del brillante Robert Opron). Juchet hizo bastante por Renault, incluyendo la introducción del sistema CAD y también abriéndole las puertas a otros conocidos diseñadores, especialmente italianos, como Gandini para refinar rasgos de diseño y también para que pudieran presentar sus propuestas.
¿Por qué se estancó el proyecto VBG? ¿Por qué llegó Le Quément?
Bocetos. A la izquierda, el interior del Twingo por el equipo de Le Quément. A la derecha, una de las propuestas de Juchet.
Renault no lo estaba pasando bien hacia finales de los ochenta y como ustedes saben, los diseños de los autos se planifican y se "congelan" años antes de que se fabriquen. El plan con Le Quément era volver a reflotar a Renault para comenzar la nueva década con una propuesta nueva en diseño, con identidad francesa. Pero Le Quément fue exigente y le pidió cambios de fondo a la linea de trabajo que por entonces tenía la marca francesa. Por ejemplo:
- El departamento de diseño ya no respondería directamente a ingeniería
- Es necesario más diseñadores y menos asistentes ingenieros
- Tener voz y voto en el directorio
- Le Quément como director solo respondería directamente al CEO de la empresa, en ese entonces, Raymond Levy.
Con esto, Le Quément pudo además darle algo muy importante a Renault, identidad de marca, un concepto global que hiciera coherente el branding, los productos y que se pudiese hablar del concepto "Renault Design".
El Twingo, nuevamente en marcha
El Twingo, cada vez acercandose más a su propuesta final.
A Le Quément le pusieron el proyecto en su escritorio, el cual se denominaría X-06. Junto al brief del proyecto y su linea de tiempo, le fueron entregadas dos maquetas finalizadas. Una, firmada por Marcello Gandini llamada W60 Concept y la otra, diseñada por Juchet. El presupuesto disponible era muy bajo, de apenas 700 millones de dólares. Las maquetas presentaban un modelo muy curioso: una especie de citycar, con forma de monovolumen (en cuña) y de dos puertas. Le Quément creyó en el concepto y trabajó mucho en llevar esta propuesta a la realidad, considerando que además Renault había lanzado el Espace, un modelo pionero dentro del formato minivan. O sea, este auto sería algo así como un Espace, de dos puertas, muy pequeño y para cuatro ocupantes.
El proyecto se definió en 1988, con el trabajo de exterior e interior delegados a Jean-Pierre Ploué y Gérard Gauvbry, aunque el mismo Le Quément fue el que definió dos importantes temas en el Twingo: su distancia entre ejes, más grande que la del Clio y por supuesto, el frontal del auto.
Car Body Design cita la columna "Please Displease Me" del medio Fast Company, donde el mismo Patrick Le Quément cuenta algunos entretelones de lo que fue su relación con Renault y por supuesto, la opinión que tienen muchos en la industria sobre su figura, una que privilegia proponer un auto con carácter que tenga fans y detractores, que un modelo "tibio" sin carácter. Y fue justamente lo que pasó con el Twingo, porque como podrás imaginar, toda la planta directiva quedó "patas para arriba" cuando vieron la maqueta final: claramente le pidieron atenuar el modelo.
Le Quément cuenta que le mandó una nota a Levy, que dice "El mayor riesgo es no tomar ningún riesgo y te pido que votes por una propuesta con diseño instintivo en lugar de ponerte del lado del marketing extintivo". Y Levy aprobó.
El debut
Twingo es una mezcla de tres palabras: Twist, Swing y Tango.
El Twingo dejó la grande en el Salón de París, con 2.240 reservas instantáneas. Gracias al Twingo, es que Le Quément y su equipo pudieron trabajar exitosamente en volver a hacer de Renault una marca relevante en diseño. No solo trabajaron libremente en más de 20 prototipos, sino que se les debe modelos como el Megane, el Scenic, el Kangoo, el Laguna, las generaciones noventeras del Espace y los revolucionarios Megane II, Avantime y Vel-Satis.
¿Y qué hace al Twingo tan especial?
La idea del Twingo es hacer un citycar lúdico y práctico, accesible y deseable. Con las ruedas en sus extremos y su diseño tipo monovolumen, lograba ser aerodinámico, luminoso, moderno y espacioso a la vez. Su banca trasera podía desplazarse hacia adelante o hacia atrás para maximizar el espacio de carga o el confort de los pasajeros. Su consola era muy reminiscente de todos los citycars ochenteros, más de bandejas y repisas que de guanteras, pero todo con formas redondeadas, botones ergonómicos, acentos verdes e incluso, un cuadro de instrumentos digital muy resumido. Era impulsado por un pequeño motor de 1.15 litros con 60 Hp, que después evolucionó a una unidad con 16 válvulas y 75 Hp, además de una segunda variante con motor 1.2. Logró tres estrellas en las pruebas de Euro NCAP y se fabricó en Francia, Taiwán, España, Colombia y Uruguay.
Otro detalle importante del Twingo, al margen de su simpático rostro, era su propuesta estética, porque el auto debutó con un solo acabado y cuatro colores: amarillo, verde, rojo y azul, más un tapiz estampado de color azul con gráficas coloridas. En el camino, fueron saliendo nuevas versiones, un modelo descapotable, más colores y un par de facelifts que modernizaban las luces y el equipamiento, incluyendo posavasos, aire acondicionado, elementos de seguridad más modernos, una transmisión automatizada, llantas de 14" y más.
El Twingo de primera generación se fabricó hasta 2007 con 2.478.648 unidades producidas, aunque la producción en Colombia se extendió hasta el 2012, lo que extendió esa cifra hasta los 2.6 millones de autos.
El Twingo después del Twingo
El modelo se extendió por dos generaciones más. La segunda (2007) trataba de respetar algunos elementos del modelo original, alineándose con el lenguaje de diseño vigente de Renault. Por supuesto que ya no tenía la simpatía de antes, al margen de que su diseño era más deportivo y su propuesta igual de funcional que en el original.
La tercera generación (2014) se desarrolló en conjunto con Daimler, en la base del Smart Fortwo, con cuatro puertas, ningún rasgo identitario del Twingo original y como punto clave de su desarrollo, concebido desde un inicio para adaptar un motor eléctrico, idea que resulto demasiado vanguardista para su época y que solo sirvió de utilidad hacia el ciclo final del modelo, puesto que en el 2020, Renault le dio forma al Twingo Z.E. (o E-Tech, posteriormente), llegando muy tarde al segmento de los citycars eléctricos. El mismísimo Luca De Meo señaló que el Twingo sería descontinuado, producto de las normas Euro 7 y por la poca rentabilidad que le suponía el modelo, al lado de los esfuerzos que estaban haciendo por otros lados. De hecho, el Twingo E-Tech luce redundante al lado del Kwid E-Tech y será opacado en estilo por el futuro Renault 5 EV que también debería reemplazar al Clio.
Esta imagen es muy interesante porque se logran apreciar cinco maquetas del Twingo para definir detalles. No tienen insignias, tienen distintas tapas de rueda y los interiores tienen asientos diferentes, con apoyacabezas verdes en algunos casos. Algunos, incluso no tienen las tres branquias sobre el capot.
El Twingo de primera generación recuerda un poco al Mini, en el sentido de maximizar el espacio interior. Claro que hay otros referentes directos e indirectos del Twingo, como por ejemplo el Honda Today (referencia confirmada por Jacques Cheinisse, Gerente de Producto de Renault en esa época, a CarDesignArchives en Instagram). Hoy, los citycars están mutando a un formato tipo "mini-crossover" con mayor o menor éxito.
Se echa de menos la época en que los autos tenían propuestas lúdicas, honestas y con identidad. Hoy, todos los SUV son iguales, todos apelan a los mismos valores y todos los autos tratan de ser y hacer de todo. El Twingo va a ser recordado por siempre y es una linda enseñanza de vida que deja Le Quément, donde es bueno ser auténtico, aunque eso signifique disgustarles a algunas personas, que pasar por la vida siendo una copia tibia de muchas cosas para caerle bien a todos.