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Test Drive MG One, llegando al segmento de moda con estilo y un gran manejo

MG sorprende con un modelo que sin ser el mejor, brilla por su consistencia en calidad, por saber diferenciarse y por mostrar una puesta a punto mejorada en cuanto a su conducción y dinamismo.

Test Drive MG One, llegando al segmento de moda con estilo y un gran manejo

Durante julio estuvimos probando el nuevo MG One, el primer auto nuevo de MG que no es eléctrico, tras el estreno del Marvel R y del facelift del ZS EV. 

MG One se estrenó en Chile durante junio, al margen de que ya había debutado hace un par de años en China. Corresponde a un auto de nueva generación para MG, y a pesar de que su diseño toma elementos del MG GT, emplea una nueva plataforma y ofrece una interesante combinación de diseño, equipamiento y habitabilidad en el segmento C, donde también la marca comercializa al RX5 (próximo a estrenar facelift) y al HS.

El One llega justo a una pelea muy fuerte que se librará en este segmento, donde también encontramos al Changan UNI-T, al Jetour Dashing y al venidero Omoda C5, modelos que quedan a medio camino entre un crossover y un SUV con caída fastback, como el Citroën C4, el Renault Arkana y también el Mazda CX-30.

MG One: por fuera

  • Largo: 4.581 mm
  • Ancho: 1.871 mm
  • Alto: 1.617 mm
  • Distancia entre ejes: 2.670 mm
  • Maletero: 336 L

Uno de los fuertes de MG siempre ha sido el diseño y aunque puede gustarte o no, es un auto bien ejecutado desde ese punto de vista. Primero, porque está muy bien proporcionado y segundo, porque es muy coherente a la identidad de la marca, con esas líneas largas que nacen de la trompa, los cuartos traseros más altos y curvos, elementos que son de un imaginario más clásico pero que ya hemos visto en varios MG. como el GT que quizás es el que más se parece al One. 

La trompa puede estar un poco sobreactuada con esos "rayos" cromados que se despliegan desde el centro de la insignia, pero es una interesante manera de reinventar la rejilla de la parrilla, en lugar de colocarle "estrellas" cromadas, algo ya hipercopiado de muchas marcas a Mercedes-Benz. Otros detalles interesantes son las firmas luminosas en el frente, el marco cromado que separa las ventanas del techo, la textura "escamada" del pilar D, el interesante spoiler sobre la luneta o los focos traseros con carcasas en 3D. Lo que menos me gustó fueron las salidas falsas de escape. Lo demás, es ya conocido de cualquier crossover, como el techo negro, las molduras o las llantas bitono, aunque con un diseño muy moderno, hay que reconocer.

Las dimensiones del MG One son muy similares a las del RX5 y a las del HS, lo que propone tres ideas para un mismo segmento. El RX5, próximo a ser revisado, es un SUV más tradicional y convencional, mientras que el HS apunta a lo deportivo con una forma de SUV más tradicional. El One queda en la mitad, más cómodo, más joven, estiloso y urbano, con menos de SUV tradicional y más de crossover. El maletero, con 336 litros parece ser más grande de lo que indica el fabricante y aunque no es el más grande, es bien suficiente. Tiene un suelo a la altura del umbral y una bandeja oculta con espacios portaobjetos.

MG One: por dentro

Por dentro, el MG One sigue más la línea del GT que de los otros modelos de la marca, con líneas rectas y la orientación de las pantallas hacia el conductor, para un look futurista. Entre los acabados, destaca la variedad, porque tenemos molduras color acero, otras que simulan aluminio cepillado (pero liso), el nunca muy querido "piano black", otras símil aluminio satinado y mezcla de polímeros suaves, cuero perforado y cuero liso con costuras blancas, muy interesante. Hay muchos detalles que hablan de una calidad percibida alta y detalles bien pensados, como el botón de encendido cuadrado, las palancas tras el volante o los interesantes pero confusos "joysticks" en el volante, sin olvidar el selector de la transmisión con el estampado "One".

La posición de manejo es cómoda, gracias a los asientos abutacados. No es una butaca deportiva y tampoco un sillón, queda justo en la mitad. Además permite una posición descansada y ajuste eléctrico, al menos para el conductor. Atrás es más para dos que para tres, por el diseño abutacado de la banca. Hay luces, manijas, aireadores y puerto USB.

Los espacios portaobjetos son variados, incluyendo una bandeja para cargar el teléfono de manera inalámbrica, dos posavasos con una cubierta retráctil, un apoyabrazos con un compartimiento de almacenamiento y el ya típico espacio bajo la consola central flotante que sirve para esconder cosas. Aquí están los puertos USB para conectarnos al sistema multimedia y sinceramente, hace falta urgentemente una luz, porque esta tremendamente oscuro y escondido, por lo que se recomienda dejar un cable ya enchufado.

Pasando a las pantallas, tenemos un curioso "tríptico" ligeramente envolvente. Los dos paneles principales son de 12,3", aunque solo la pantalla del sistema multimedia es de tamaño completo. El cuadro de instrumentos logra las 12,3" por medio de una pantalla LCD a color de 7" flanqueada por instrumentos LED LCD tipo "Casio" (luces y dígitos, solamente). El tercer panel de 5,4" es muy interesante, puesto que tiene accesos táctiles al cierre centralizado, luces, ajuste de los espejos y funciones de audio. Este se oscurece cuando no está en uso y tiene buena respuesta háptica.

Si bien el sistema multimedia es bueno, con 3 a 4 USB y soporte para Apple CarPlay y Android Auto, la operación de todo es "a dedo" y se echa en falta una perilla física o un botón. Hay algunos accesos directos si deslizas con el dedo la parte superior de la pantalla, pero nunca es tan cómodo. En realidad no todo es táctil, puesto que los joysticks del volante sirven para esa función, pero son confusos de usar, porque solo tienen flechas direccionales.

Después de cometer muchos errores, pude adivinar que el joystick izquierdo opera el control crucero mientras que el derecho opera el audio, pero ojo, que si lo presionas, manejarás el computador a bordo. Ten por seguro que vas a querer subir la música y terminaras ajustando el control crucero o algo así.

Para el MG One hay dos versiones y aunque hay diferencias estéticas y de equipamiento, lo más diferenciador está en las llantas de 18 o 19 pulgadas, el techo con barras y sunroof, la opción de cuatro o seis airbags y el paquete de asistencias MG Pilot. Si, también hay climatizador bizona y cámaras en 540°, pero lo mencionado más arriba son las diferencias más marcadas. De todo, es una pena que los seis airbags no vengan de serie en todas las versiones.

El paquete MG Pilot incluye control crucero adaptativo, asistente en tráfico lento, control inteligente de luces altas, detección de punto ciego, advertencia salida de carril, advertencia de puerta abierta y alerta de tráfico cruzado.

MG One: conducción

Para mover al MG One, encontramos una versión ligeramente actualizada del motor del MG GT. Se trata de un 1.5 Turbo GDI con 168 Hp y 275 Nm de fuerza, asociado a una caja CVT que puede emular siete marchas. Los consumos homologados, van entre los 10,4 y 16,4 km/l, con un mixto de 13,6 km/l. Lamentablemente, en un mixto más urbano que extra urbano, esas cifras me dieron cerca de 8 km/l, cuando debieron ser entre 10 y 14: muchísimo.

Probablemente, lo que más me gustó del MG One es el chasis. Esto es cortesía de la plataforma Sigma que emplea, que es más rígida, ligera y ofrece un 70% de mayor espacio interior, y que permite trenes motrices electrificados. También cuenta con dirección eléctrica y suspensión trasera multilink en el eje trasero.

Los MG siempre se han caracterizado por ser de los autos chinos con mejor trabajo dinámico o al menos, con una personalidad más definida. En este caso, siempre buscando un perfil más deportivo. Esto al principio no les resultaba muy bien, con cajas de cambio muy agresivas y motores poco suaves, pero con el tiempo han ido mejorando en todos estos ítems. Sin embargo, el MG One es un modelo muy distinto, puesto que está tan aislado como un auto eléctrico y tiene una personalidad muy cómoda y refinada. Es como que MG se aburrió de buscar una puesta a punto más dinámica y se preocupó de hacer algo mejor desarrollado y más versátil.

El resultado es marcadamente positivo. Tenemos un auto con un fuerte trabajo de insonorización, un motor que apenas se siente, incluso cuando se le exige y su caja CVT, sorprendentemente no se traga el torque, mostrando una sensación de tracción progresiva y diligente. Al bajar la palanca desde la D, activamos el modo "Super Sport" que en realidad es un modo deportivo como tal y no va a transformar tu auto en un LMP1 como el nombre sugiere. Pero este modo marca un poco más los cambios y aunque no tenga la velocidad de una DCT, se siente agradable y cumple su función de entregar una sensación más definida de conducción.

Lo segundo que está bien logrado es la suspensión, de tipo progresiva. Cuando un auto es blando, normalmente se percibe blando sea en maniobras agresivas como en movimientos cotidianos habituales. El MG One se siente más estable cuando eres suave y obviamente cuando te toca maniobrar te revela su personalidad más "cómoda", pero sin ser un vehículo inseguro o poco predecible (excesivamente "flan").

Sobre las asistencias, hay algunas que son un poco más "exageradas" que otras, pero la observación más grande que tengo es con el sistema de encendido automático de luces altas, el cual erróneamente identifica algunas circunstancias o sombras, lo que hace que sin querer, vayas haciendo "cambio de luces" de manera errónea. Incluso podrías hacerle creer a un conductor que lo estas llamando. Esto merece una revisión por parte de la marca.

MG One: comercialización y evaluación

MG se la jugó con un modelo que definitivamente es realmente un gusto de conducir y que nuevamente da cátedra de que sin ser el mejor, o el más rompedor o vanguardista, puede ofrecer una propuesta coherente, redonda, con identidad de marca y con valor agregado en el diseño, la insonorización y el paquete de equipamiento. Es sin dudas, uno de los mejores autos que la marca ha desarrollado e incluso me atrevería a decir que si fuese eléctrico, capaz que incluso se sienta mejor que el Marvel R.

Hay cosas mejorables y criticables, como el uso de los comandos en el volante, la falta de iluminación en algunos espacios portaobjetos, que ojalá tuviera seis airbags de serie, refinar el funcionamiento de algunas asistencias y por sobre todo, el consumo. Pero en la balanza, prima su diseño, su buena sensación de calidad y muy importante, lo realmente agradable que es conducirlo.

El Test Drive completo lo puedes ver en el video a continuación, junto con la galería de imágenes.

MG One - llegando al segmento de moda con estilo y un gran manejo

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