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Rolls-Royce Amethyst Droptail, con la elegancia y mística de una joya

La firma inglesa no se aguantó y al poco tiempo de anunciar al La Rose Noire, nos encanta con el segundo de los cuatro Droptail que fabricarán, el Amethyst.

Rolls-Royce Amethyst Droptail, con la elegancia y mística de una joya

El segundo de los cuatro exclusivos Droptail que Rolls-Royce fabricará, ya es una realidad. También con un misterioso cliente como punto de partida, el Amethyst es una expresión de lujo y artesanía discreta, o sea solo en la riqueza de los materiales y en la contemplación de sus detalles se encontrará el valor y el verdadero lujo tras esta creación, la cual honra la pasión por el diseño moderno, la alta relojería y por supuesto, la joyería, temas que son afín a este exclusivo cliente.

Amethyst: el concepto

El inicio de todo está en el legado empresarial del que será dueño de este modelo, quien comenzó con un negocio familiar ligado a las joyas pero que ahora creció para ser una corporación multinacional. Por supuesto que con mucho dinero, ha viajado y tiene un museo con autos, joyas y obras de arte que avalan sus decisiones artísticas.

Amethyst, es "amatista" en inglés, y se refiere a una gema, una especie de "cuarzo violeta". La amatista, esotéricamente, es la piedra de nacimiento de su hijo, pero también es un simbolo de pureza, claridad y resilencia.

El Amethyst, por fuera

La marca trabajó en dos tonos especiales, el primero se llama Globe Amaranth, inspirado en la flor de amaranta que crece en algunos desiertos, la cual fue pulverizada con finos destellos de polvo de aluminio. Ahora, la amaranta tiene un color muy fuerte y por lo mismo, el color que exhibe el auto no representa a la amaranta completamente florecida, sino que al color que toma en una de sus etapas de floración. El segundo tono es amatista, por supuesto, con un trabajo metalizado.

Las llantas de aluminio pulido de 22" también llevan un toque de color, en malva, parecido pero no igual a los otros tonos mencionados.

Una de las partes más intrincadas de trabajar fueron los acentos en fibra de carbono. La fibra se trabajó en un patrón geométrico con forma de chevrón, con una laca de color amatista, que casi no deja ver que se trata de fibra de carbono, hasta que la miras al detalle. Tomó dos años realizar todo este trabajo.

Lo más detallado fue la parrilla Panteón, la cual se solicitó que fuese cepillada a mano, con secciones pulidas a mano, pero ambas en una sola dirección de la veta, inspirándose en los brazos de un reloj muy exclusivo de la colección familiar de este dueño. Tomó más 50 horas de trabajo hacer esto.

La toma de aire inferior, se trabajó similar al Rose Noire, con "lingotitos" de acero inoxidable con la cara superior pintada de color amaranta.

La figura del "espíritu del éxtasis" viene en un soporte con un marco de joya amatista, trabajado para lograr un aspecto más empavonado que brillante.

El Amethyst, por dentro

El interior es simplemente delicioso. La madera utilizada se llama calamander, que es una especie derivada del ébano, conocida por su textura compleja y bandas de color. En este caso se usaron muestras de poro abierto, con vetas contrastantes de color caramelo, un trabajo que tomó más de seis meses y la evaluación de más de 100 troncos, todo para que las vetas combinaran con el cuero café en color duna. Lo que no es de cuero duna, es de cuero en color amatista.

Volvamos a la madera. Este auto es el Rolls-Royce que tiene la mayor cantidad de superficies de madera de toda la historia. La madera no solo decora el habitáculo completo, sino que también la cubierta trasera, la misma que necesitó del trabajo de expertos en aerodinámica, porque, aunque no lo creas, el equipo de Rolls-Royce buscó que la veta y el grano de la madera, aportaran aerodinámicamente al modelo, de hecho, se dice que es la primera y única pieza de madera real que produce carga aerodinámica en un auto.

De la madera, se utilizaron más de 150 muestras, las que fueron sometidas a 8.000 horas de pruebas en exposición climática, incluyendo calor y sol extremo, lluvia, cambios bruscos de temperatura y otros, solo para la fabricación de una laca única, creada exclusivamente para este auto y que requirió de una patente industrial propia, con el fin de proteger la madera y sus acabados de por vida.

Otros detalles son las perrillas de gema amatista, alfombrillas de cuero tejido, un techo rígido removible con vidrios electrocrómicos y un exclusivo reloj suizo de Vacheron Constantin, llamado ‘Les Cabinotiers Armillary Tourbillon' y que fue personalizado con la supervisión directa de Rolls-Royce.

El modelo fue presentado hace muy poco en un evento privado en Suiza y no cabe duda que debe haber sido del gusto de todos, porque de verdad, es una obra de arte.

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