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Rolls-Royce Arcadia Droptail, pureza y armonía al servicio del lujo

Se trata de uno de cuatro modelos altamente exclusivos y únicos para cada uno de sus dueños.

Rolls-Royce Arcadia Droptail, pureza y armonía al servicio del lujo

El tercero de los exclusivos Droptail de Rolls-Royce ya está aquí. Siguiendo el trabajo artesanal del Amethyst y del La Rose Noire, llega el Arcadia, llamado asi en honor a la mitologia griega, donde Arcadia simboliza un lugar tan placentero que podía llamarse "el cielo en la tierra".

Su exclusivo y misterioso dueño, tal como ha sido con los otros ejemplares, ha puesto toda su influencia artística en este auto, el que justamente busca reflejar la paz, armonía y tranquilidad. El auto refleja algunos matices y detalles inspirados en los jardines tropicales de Singapur, Indonesia y Vietnam, asi como el concepto inglés de arquitectura biomimética, que celebra formas orgánicas y la pureza honesta de los materiales. Además, el dueño pidió que el auto se asemejara lo más posible a los primeros bocetos del auto en 2019.

Podemos empezar diciendo que su pintura es única, pues como base toma un color blanco tradicional, pero se le dio una infusión de partículas de aluminio y cristal para lograr una refracción de luz particular, la misma que realza los sutiles pliegues de la carrocería del auto, dando una sensación de pureza.

Si la pintura ya es impresionante, el mayor nivel de trabajo hecho para lograr este auto es el que se invirtió en la madera que lleva, pues los trabajadores de la marca, pusieron 8.000 horas de trabajo entre todos ellos para poder lograr colocar y tratar las 233 piezas de madera que lleva el auto.

Incluso tuvieron que crear superficies de fibra de carbono especial para que la madera pudiera pegarse de la manera que deseaban para garantizar la calidad del trabajo. A eso se suman cinco meses de trabajo para poder ensamblar el reloj de lujo que lleva el auto incrustado en el tablero y que por su cuenta cuesta tanto como un Rolls-Royce de acceso.

Para soportar todos sus lujos, Rolls-Royce no usó una plataforma ya existente de sus otros modelos, crearon en su lugar, un monocasco único para estos Droptail que incluyen partes de acero, aluminio y fibra de carbono. A ello se suma el icónico motor V12 biturbo de 6.7 litros con 593 hp y 841 Nm de torque. A pesar de marcar más de dos toneladas de peso, la puesta a punto de la transmisión y motor le permiten lograr el 0-100 km/h en poco menos de 5 segundos y llegar hasta los 250 km/h como velocidad punta.

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