Invitados por Nissan y DS Automobiles, asistimos a la cuarta fecha de la Fórmula E en Sao Paulo. El Sambódromo do Anhembi, recibió con un sofocante calor al circo de la categoría eléctrica, la cual comenzó sus prácticas el viernes pasado, buscando calibrar el mejor setting para enfrentar las 11 curvas del trazado, el cual tenía como desafío largas y tortuosas rectas para las baterías, curvas quebradas en 90 grados y un asfalto desnivelado.
En una de las charlas realizadas en el Race Suite de Nissan, Tommaso Volpe, el Team Principal del equipo Nissan, junto con los pilotos Sacha Fenestraz y Oliver Rowland nos contaron parte de la estrategia que tomaría la carrera, con una primera mitad muy administrada en cuanto a energía para luego comenzar a apretar hacia el último tercio de la carrera y el final. El tema son las largas rectas, que es donde más se exige las baterías: a mayor potencia y demanda, más temperatura, por lo que el plan sería estar muy cerca de los autos de punta para tener una oportunidad con alguna reserva extra de energía, aprovechándose de la succión en los autos del frente.
Otro problema que enfrentaron los pilotos fueron ciertas corrientes de aire en autos con poca carga frontal, lo que sumado a los baches del circuito, harían que algunos autos no tuviesen mucho grip inicial en las curvas.
Durante las tandas de clasificación, el equipo DS fue ampliamente superior al de Nissan, al menos si hablamos de las marcas que nos invitaron. Los monoplazas dorados de DS Penske en las manos de Jean-Eric Vergne y Stoffel Vandoorne lograron posiciones de avanzada (2° y 4°) aunque fue Pascal Wehrlein en su Porsche, el que consiguió la primera plaza. Los autos de Nissan quedaron relegados a las posiciones más incómodas de largada: no al fondo, pero atrás del grupo medio.
Tras el banderazo de salida, Sam Bird, un hombre que había demostrado buen ritmo en las tandas previas, pasó rápidamente por las primeras rondas del Modo Ataque para rebasar a Wehrlein, liderando así a un pelotón muy apretado, donde cada curva presentaba una opción de rebase, por la poca distancia relativa entre todos.
Bird, los Porsche de Wehrlein y Antonio Félix da Costa, el Jaguar de Mitch Evans y Jake Dennis, de Andretti, se repartieron el liderato a medida que la carrera fluía. Entremedio, el rendimiento de los DS comenzó a decaer y el ritmo de ataque que tuvieron durante buena parte de la carrera, les pasó la cuenta. Varios autos sufrieron la misma suerte, aunque otros más estratégicos fueron discretamente jugando las cartas que el Sambódromo ofrecía, como el caso de Oliver Rowland en Nissan, quien pasó buena parte de la carrera entre la plaza 11 y 10, hasta que de a poco fue comenzando a subir hasta ponerse quinto.
Dos apariciones del Safety Car ofrecieron algo de respiro en la carrera. El colorido Porsche Taycan salió a ordenar el pelotón tras dos accidentes, incluyendo el sufrido golpe de Nick Cassidy en su Jaguar, quien por ahora lideraba el campeonato. El neozelandés chocó contra el muro de forma dramática en la vuelta 16.
El último tramo de la carrera se mantuvo tenso, pero no fue hasta la última vuelta donde surgieron las maniobras imposibles. Mitch Evans con Jaguar iba camino a repetir su triunfo del año pasado cuando es sorprendido por Sam Bird al interior de la curva 11, recuperando así la posición que Evans le había quitado hace unas vueltas atrás, asegurándose el triunfo absoluto en Brasil.
Sin embargo, no todo estaba dicho en la parte de atrás, donde justamente las temperaturas restringieron el performance de Jake Dennis (Andretti) y Wehrlein, siendo adelantados en la recta final por Rowland para pasar del quinto al tercer lugar en un solo adelantamiento.
Rowland relata su experiencia en pista:
"Fue una carrera loca, con mucho que administrar en temas de temperatura. Hicimos un gran trabajo en temas de estrategia, fuimos pacientes y estoy feliz de haber podido lograr el segundo podio de esta temporada. Inicialmente lo hicimos muy bien para llegar a la séptima plaza, el auto se sentía increíble y tenía mucha velocidad en las curvas. En la última vuelta vi que los pilotos de enfrente estaban peleando muy duro, lo que me permitió alcanzarlos y en la última curva, fui con todo para poder rebasarlos camino a la meta, lo que fue muy bueno para nosotros. Ahora estoy pensando en Tokio, nuestra carrera de casa y esperamos lograr un resultado similar al frente de todos nuestros fans japoneses."
Da Costa (TAG Heuer Porsche) completó las seis primeras posiciones, seguido de los bólidos dorados de DS, quienes concluyeron en la ubicación 7º y 8º.
Vergne, quien al menos sumó puntos valiosos para el campeonato, declaró: "Para ser sinceros, estamos decepcionados. Con el segundo y el tercer puesto en la grilla, habíamos hecho una clasificación muy buena. En la carrera, nuestras decisiones estratégicas no fueron probablemente las mejores. En el lado positivo, estamos encantados de ver que estamos rindiendo bien en calificación y que volvemos a sumar puntos con los dos autos. Faltan ya dos semanas para la próxima carrera y espero que podamos tomarnos la revancha en Japón"
Los pilotos locales, Lucas di Grassi (ABT CUPRA) y Sergio Sette Camara (ERT) sólo pudieron ser 13º y 16º, respectivamente, en su carrera de casa.
Cassidy perdió terreno al frente del campeonato con su abandono y Wehrlein se encuentra a sólo cuatro puntos, 57 a 53, con Evans tercero con 39 unidades.
En la clasificación por equipos, Jaguar TCS Racing aventaja a TAG Heuer Porsche en 96 puntos frente a 61.
La temporada de la Fórmula E continuará con la primera edición del E-Prix de Tokio, en Japón, el próximo 30 de marzo.