Hace justo un año se destapaba en Marruecos el nuevo Ferrari Roma Spider, la versión descapotable del Roma, y que según la marca, es “una interpretación contemporánea del estilo de vida italiano elegante, y que busca recrear el placer de las décadas de 1950 y 1960”. Y ahora, este modelo aterriza en el mercado chileno.
Por ahora es sólo una develación, aunque las primeras unidades de clientes ya están próximas a llegar a Chile con un precio desde los US$320.000, aunque se sabe que en Ferrari ese es sólo una referencia, ya que prácticamente todos agregan costosos opcionales.
El Roma Spider es el primer descapotable con techo de lona de Ferrari desde que en 2004 fuera presentado el F430 Spider, y para muchos, es una verdadera evocación del mítico 365 GTS de 1969 diseñado por Pininfarina, y símbolo de una década gloriosa para los descapotables italianos.
Se trata de un 2+2 pensado más bien para dos, que vuelve a reencantar a la gama de entrada a la marca, tras los no tan afortunados California y Portofino (aunque igual de exitosos como todos los Ferrari).
Aunque la base mecánica y el diseño se heredan del Roma Coupé, la marca ha debido intervenir el chasis de aluminio para mejorar la rigidez estructural que se pierde en todos los descapotables. Para ello utiliza varias piezas nuevas en los umbrales laterales, el anillo del parabrisas y la zona trasera del auto, mientras que parte del piso posterior fue tomado del Portofino M.
El diseño es muy similar al de su hermano techado, con proporciones y volúmenes puros y elegantes, muy de GT de motor delantero de Ferrari. Cuenta con un buen despeje al piso como para usarlo en el día a día, un trabajo aerodinámico no tan extremo y elementos minimalistas a la vista, como los faros delanteros y traseros.
Está, por supuesto, la obvia inclusión de un bello techo de lona, el que se ofrece en cuatro colores primarios (negroz, azul, marrón y rojo) y otros varios como opción en el Atelier Ferrari.
Se trata de un techo construido en cinco capas con un tejido especial para elevar al máximo la aislación del habitáculo, y que opera como un importante elemento estructural. De hecho, fue necesario replantear la geometría de la luneta trasera, que ahora queda integrada en la estructura de la capota. Para conseguirlo se dividió la base de la luneta en dos partes, siendo la inferior un alerón activo de fibra de carbono. Cuando el techo está recogido, el alerón activo se conecta ópticamente a la geometría del techo y a los reposacabezas.
Vale decir que el techo se puede operar en movimiento hasta los 60 km/h y el mecanismo eléctrico tarda 13,5 segundos en completar la operación. Cuenta con un innovador defector de viento integrado en los asientos traseros y luce unos aerodinámicos cabezales posteriores.
Con todos estos sistemas, el Roma Spider suma 84 kilos extra que el coupé, pero mantiene una relación peso/potencia de 2,5 kilos por caballo.
Y es que bajo el capó se encuentra uno de los motores más premiados de Ferrari: el V8 3,9 litros biturbo, con cigüeñal plano, turbos compactos y múltiple de escape de longitudes iguales, que entrega 620 caballos de fuerza y 760 Nm de torque, con el 80% de él disponible desde las 1.900 rpm.
Este par es enviado al eje trasero por una nueva caja automática DCT de 8 velocidades, la marca indica que es un 23% más rápida que la DCT 7 que se usa en otros Ferrari. Además, incorpora el "Variable Boost Management", un software que varía el par entregado en función de la marcha utilizada.
Las cifras son espectaculares: 3,4 segundos en el 0 a 100 km/h y velocidad punta de 320 km/h. Nada mal para ser el Ferrari de entrada.
Puertas adentro no hay grandes cambios respecto de un Roma Coupe, con dos espacios separados casi simétricos, una pantalla central en formato vertical de 8,4" y un cuadro de instrumentos digital. Cuenta con Android Auto inalámbrico y Apple CarPlay, y como opcional se ofrece una delgada pantalla para pasajeros de 8,8 pulgadas.
El volante sí es nuevo, cuenta con controles táctiles empotrados, y nuevas levas para los pasos de marcha.