En la naciente temporada de 1981, Carlos Alberto Reutemann salió del Gran Premio de Argentina como líder del Campeonato Mundial de Pilotos tras haberse subido al podio, tercero del año en tres carreras, ilusionando a todo un país con la posibilidad de tener un nuevo monarca de la Fórmula 1.
Pese a lo anterior, en esa misma competencia, que fue corrida en el Autódromo Municipal Ciudad de Buenos Aires, quedó de manifiesto que su Williams tendría una dura batalla contra el Brabham de Nelson Piquet, que en esa competencia voló rumbo a la victoria, sacándole 26 segundos de diferencia a Rutemann.
Tras una gran batalla con Piquet, Lole llegó a la carrera final, en el estacionamiento del Caesar's Palace, en Las Vegas, como líder del mundial. Sin embargo, finalizó en el octavo puesto sumando 0 puntos y Piquet se ubicó en el quinto lugar, logrando 2 unidades, con las que le dio vuelta al Campeonato y logró su primer título en la Fórmula 1.
Durante años, los aficionados argentinos culparon a Frank Williams por esa derrota, pues las cosas al interior del equipo no estaban bien entre ambos y se dice que el auto que le pusieron en la pista no era el que Reutemann quería, pero todo quedó ahí.
El año pasado se estrenó una serie documental llamada Lucky, en la que Bernie Ecclestone contó sus vivencias en la Fórmula 1, tanto como dueño del equipo Brabham, como siendo el máximo dirigente de la Categoría Reina, y ahí se tocó el tema.
Ecclestone habló sobre esa frenética temporada, afirmando que el Brabham BT49C tenía un sistema de suspensión ajustable (desarrollado por el gran Gordon Murray), que en la carrera bajaba al máximo la altura del auto y luego, en la revisión técnica de la FIA, lo regresaba a la altura normal para ser declarado legal. Además, reconoció que en ese Gran Premio final en Las Vegas, sobornó al masajista para que no le diera la mejor atención a Carlos y el argentino no llegara en la mejor forma a la carrera del domingo.
Todo ello ha provocado que la hija de Reutemann, Cora, envíe una carta a la FIA solicitando que el organismo reconozca a su padre como el Campeón Mundial de 1981, tras descalificar a los autos de Brabham de la carrera de Buenos Aires, lo que le eliminaría nueve puntos en el campeonato a Piquet y dejaría a Lole en el primer puesto de la clasificación final.
“Si bien, gracias a esas confesiones de trampa puedo hoy hacer todo lo que hago, es algo que no voy a perdonar jamás. Primero porque eran íntimos amigos, ya que empezaron juntos, y segundo porque su confesión fue después de que papá no esté más. Lo haré pagar por el daño inmenso que le causó a papá”, afirmó Cora Reutemann en una entrevista al medio argentino Infobae.
“Lo único que pido es que le anulen los puntos a los Brabham en el GP de Argentina 1981.”
Cora también contó que cuando su padre estaba muy mal, le pidió a Bernie Ecclestone que le contara la verdad a Carlos, sin embargo, el argentino falleció sin que el británico se comunicara con él.
“Nunca lo escuché a papá decir una sola palabra. Ahora creo que no hablaba del tema porque era demasiado doloroso. Todo se lo ganó con mucho esfuerzo. Es realmente una gran injusticia que tiene que ser reparada. No voy a parar hasta lograrlo. Y ahora es un buen momento para retomar el caso”.
