General Motors está investigando formas de mejorar las cualidades de los motores de flujo axial y acaba de patentar un sistema que puede ser de gran ayuda para sus futuros modelos eléctricos de entrada.
A grandes rasgos, los motores de flujo axial se componen de dos discos con un espacio entre ellos, al arrancar el motor, estos comienzan a girar e intentan unirse por la fuerza magnética, de manera que deben mantenerse separados.
Normalmente, esto se lleva a cabo por medio de controles del inversor que debilitan el campo magnético, logrando reducir el par al mismo tiempo que se aumenta la velocidad del motor, donde también existe una pérdida de energía. Sin embargo, al hacerlo de forma mecánica, se puede eliminar este problema por lo que GM propone realizar este proceso mediante un sistema hidráulico y que mediante fluidos se pueda controlar la distancia entre los discos de los motores de forma precisa en función de la situación.
Específicamente, los futuros autos eléctricos de GM recibirían este motor de flujo axial con un sistema hidráulico, debido a que las arquitecturas de voltaje más bajo podrían contar con suficiente torque para arrancar y mover vehículos más ligeros y asequibles.
Aunque todavía se trata de una idea en desarrollo, y que tardará varios años en llegar a producción, deja en claro que los autos eléctricos todavía tienen un margen de mejora y los fabricantes automotrices tienen la mira puesta en ellos.