Hace algunos años la moda de lo “neo-retro” se asentó fuertemente en la industria automotriz. Vimos como el Beetle, Mustang, Camaro, Charger y hasta el Mini Cooper retomaron parte de sus formas clásicas para volverse más populares, sin embargo, casi una década antes, Nissan ya se había adelantado a lo neo-retro con el Nissan Fígaro.
Este auto nació como un kei car, parte de una serie de autos con este estilo que de hecho, se fabricaron en la planta de Proyectos Especiales de Nissan. Al menos en Japón, sus características lo hicieron todo un éxito al instante.
Para poderlo construir Nissan utilizó la plataforma K10, es decir, la misma que usaba el Micra o March que tenemos aquí en México. Sin embargo, con ciertas modificaciones para poder acomodarse a un deportivo pequeño.
Su motor era de 1.0 litro apoyado por un turbo con el cual podía producir unos 76 Hp y 106 Nm de torque. Su peso era de 810 kg, por lo que tal tamaño de motor era más que suficiente. A pesar de ello su aceleración no era la mejor, pues lograba el 0-100 km/h en 13.5 segundos. Su velocidad punta era de 171 km/h.
Otro detalle interesante y agradable de su construcción era que contaba con suspensión independiente en ambos ejes, por lo que mostraba un buen nivel de dinamismo y agarre en general. Algo que los entusiastas de este tipo de autos realmente apreciaban.
A pesar de ello, lo que lo hacia especial era su diseño que se inspiraba en cierta medida en la corriente Art Decó de los años 30, tal cual hacían muchos autos que se presentaron y vendieron durante los 60.
El interior también contaba con un diseño similar, sin embargo, a pesar de lucir como un auto clásico contaba con todas las amenidades de un auto moderno. Es decir, llevaba aire acondicionado, lector de casete y CD.
Como su imagen bien lo sugiere, también era un convertible, aunque en este caso, los laterales del techo se quedan fijos, mientras que el techo de lona se puede retraer fácilmente.
Por fuera sus líneas redondas, contrastes de cromo, colores claros contrastados y en general su tamaño lo hicieron muy peculiar. En un inicio Nissan había planeado solo crear 8.000 unidades de este auto, mismas que se vendieron increíblemente rápido por lo que Nissan tuvo que incrementar la producción en otras 12.000 unidades.
Tal fue su éxito en Japón que para poder tener el derecho a comprar uno, se creó una especie de lotería donde los interesados anotaban sus datos para tener una posibilidad de ser elegidos y ganar una oportunidad de comprar el auto.