El rápido avance de los autos eléctricos chinos ha encendido las alarmas en muchos mercados en el mundo, principalmente en europa, donde gran parte de las marcas automotrices tienen su origen.
La impensada cantidad de nuevas marcas y modelos que año con año arriban a distintas latitudes del mundo no es el principal problema, sino los precios a los que se comercializan estos modelos, que son muy inferiores a los del resto de la industria, lo que ha comenzado a desatar una batalla de precios que afecta a los fabricantes europeos, estadunidense y japoneses.
Es por ello que la Unión Europea tomó cartas en el asunto y comenzó a realizar una investigación sobre malas prácticas de competencia por parte del gobierno chino, mismo que subsidia a una gran cantidad de fabricantes de ese país, lo que le permite a sus marcas ofrecer vehículos de última generación con precios inferiores al de sus competidores occidentales.
Tras meses de investigación, determinaron que sí hay una mala práctica por parte del gobierno chino al subsidiar a los fabricantes automotrices y, es por ello, que a partir de los primeros días de julio se aplicará un arancel de hasta 38.1% a los vehículos eléctricos chinos que sean importados a Europa.
La Unión Europea afirmó que no quieren cerrarle las puertas a las marcas y modelos chinos, sino que buscan poner más parejo el piso para tener una competencia leal entre todos los fabricantes.
Pese a todo, existe una salvedad, y es que no todos los modelos recibirán este impuesto, pues algunas marcas cooperaron con la UE y gracias a ello tendrán aranceles diferenciados. Por ejemplo, BYD será gravado sólo con 17.4%, mientras que Geely recibirá un 20% de arancel, pero hay quienes decidieron no cooperar, entre ellos SAIC, el grupo automotriz más grande China - fabricante de marcas como MG, Maxus y Roewe-, que recibirá el impuesto máximo.
Las imposiciones a los vehícuos de origen chino parecen no deternerse, ya que hace unos días Turquía también confirmó que en agosto impondrá 40% de impuesto a los autos eléctricos procedentes de China, mientras que ayer, ante el temor de que los fabricantes del gigante asiático usaran a México como trampolín al mercado estadunidense, ese país se elevó el arancel de 25 a 100%.
La Unión Europea instó a todas las marcas chinas y las occidentales que fabrican allá e importan modelos, a que se acerquen para hacer un cálculo y discutir los casos de forma individual.