Hay muchas pruebas para medir la performance de un auto en línea recta, incluyendo 0 a 100 km/h, el cuarto de milla, etc. Esas mediciones se pueden completar con su contracara, pruebas de frenado, pero hay un ejercicio que reúne ambos y, en el caso de los hiperdeportivos, es aún más extrema.
En lugar de medir hasta 100 o incluso 200 km/h, esta prueba solo aplica a los bólidos que pueden lograr 400 km/h o 250 mph (un poco más de 402 km/h), y no solo mide cuanto "tarda" en llegar a esa marca desde cero, sino el tiempo que le toma volver a estar completamente parado.
Koenigsegg, el rey del 0-400-0
La marca creada por Christian von Koenigsegg se ha especializado en lograr distintos récords de velocidad máxima, como los 447,2 km/h del Agera RS en 2017. Si bien ese registro fue mejorado en 2021 por el SSC Tuatara (455,3 km/h) y un Bugatti Chiron Super Sport 300+ marcó 490,4 km/h en 2019, los suecos aún conservan el reto más exigente. Y para asegurarse de no perderlo, se mejoraron a sí mismos.
El 27 de junio, Koenigsegg puso un Jesko Absolut al comando de Markus Lundh, su piloto tester, un aeródromo de Örebro (Suecia), y estos son los resultados de aplicar los 1.600 Hp del hypercar, y luego, la máxima capacidad de frenado.
El Jesko Absolut, configuración de baja carga aerodinámica del modelo, logró marcar
- 0-400-0 km/h de 27,83 segundos
- 0-250-0 mph en 28,27 segundos
Este resultado rebana en 0,98 segundos al récord que ya habían marcado en 2023 con un Regera.
Usando un V8 de 5.0L biturbo, que logra su mejor cifra de potencia con E85 (el etanol como el usado en Brasil), el Jesko también marcó dos récords:
- 0 a 400 km/h en 18,82 segundos
- 0 a 250 mph en 19,2 segundos
Presentado en el Salón de Ginebra de 2019, Koenigsegg comentó que ya había vendido las 125 unidades del Jesko antes de producirlas, con un precio de 2,8 millones de dólares cada una. Según los cálculos de la marca, su bólido debería alcanzar 532 km/h gracias su Cx de 0.278 y un área frontal muy acotada. El Jesko Absolut tiene un hermano de pista que se destaca por el trabajo aerodinámico, incluyendo un inmenso alerón al final de sus dos aletas traseras.
Koenigsegg Jesko en su récord
