En una exclusiva publicada por Bloomberg, un estudio realizado por la firma de investigación Alixpartners indica que para el fin de la década, muchas marcas de autos eléctricos de origen chino no serán rentables e incluso tendrán que declarase en bancarrota.
A pesar de que el gobierno chino subsidie a todas estas marcas, otro factor importante es la inversión privada, por lo que marcas o grupos grandes como BYD, Geely, GWM, GAC, SAIC, entre otras, tendrán más herramientas para sobrevivir a la feroz competencia que tienen entre ellas mismas.
Si bien sus precios bajos han puesto en jaque al resto de las marcas del mundo, en la propia China la competencia es aún más agresiva entre ellas mismas. Y aquellas marcas con mejores márgenes de ganancia e inversión privada, pueden reducir más sus costos sin sufrir tanto, mientras que las marcas pequeñas sin tanto apoyo privado, al reducir precios afectan fuertemente sus finanzas.
Según Alixpartners, en China hay 137 marcas de autos eléctricos de origen local. Sin embargo, gracias a este nivel de competencia, para 2030 solo 19 de ellas serán rentables. El resto deberán cambiar su modelo de negocio para enfocarse en un nicho más pequeño o bien prepararse para desaparecer.
A pesar de ello, la misma firma Alixpartners mencionó que a futuro, la industria automotriz China podría hacerse del 33% de la industria automotriz global para finales de esta década.