Mientras nos encontrábamos en el Biobío disfrutando del WRC en Chile, vía redes sociales, como un puñetazo en la cara, recibimos la triste noticia del fallecimiento de Bruno Sacco. El italiano, con 90 años en el cuerpo, es uno de los diseñadores más afamados en la era contemporánea automotriz. Esto se le debe a su impecable trabajo como diseñador en Mercedes-Benz, donde le dio forma y carácter a algunos de nuestros autos preferidos de la firma alemana, en especial con todos esos trazos rectos que combinaban la elegancia y el buen gusto italiano con el racional alemán, logrando un estilo único y reconocible.
El favorito de Sacco, el Mercedes 190E (W201)
Bruno Sacco técnicamente no es diseñador, sino que ingeniero mecánico graduado del politécnico de Turín, pero siempre soñó con dedicarse al diseño automotriz. Buscó trabajo en varias casas de diseño como Ghia o Pininfarina, hasta que en 1958 terminó en Mercedes-Benz, donde no esperaba quedarse mucho, pero ya que se enamoró de una alemana, terminó quedándose bastante más de lo que cualquier diseñador haría. Aunque partió como estilista y luego como ingeniero en jefe, su carrera como director de diseño en Mercedes-Benz se prolongó desde 1975 a 1999, así que puedes imaginarte la cantidad de autos de los que estuvo a cargo, desde el C111, pasando por el Clase C, el Clase E y el Clase S en varias generaciones, el ML, los CLK y SLK, entre tantos otros modelos.
El último auto que diseñó antes de retirarse, el Mercedes SL de 2001 (R230)
Y tal como el mismo ha contado en varias publicaciones, cuando le tocó asumir el desafío de hacerse cargo del diseño de Mercedes-Benz, vio que la marca no tenía ninguna filosofía de trabajo en esa área y que le costó mucho entender a Mercedes-Benz. Sin embargo, su racional para abordar el diseño de la marca ha sido un manual para muchos fabricantes. De hecho, Sacco cultivó dos conceptos muy interesantes que son la "homogeneidad horizontal" y la "afinidad vertical". Lo primero tiene que ver con que todos los autos tienen que tener un tema transversal que una toda la familia de modelos, para que sean reconocibles e identificables, mientras que el segundo concepto radica en que tiene que existir una afinidad entre generaciones de producto, o sea un diseño más bien evolutivo, que no haga ver tan obsoleto a los modelos por reemplazar. Y esto tiene una arista más: si el diseño es bueno, no necesitas cambiarlo mucho, lo que también ayuda a fomentar un estilo atemporal, muy acorde al ciclo de renovación de Mercedes-Benz, donde los autos más valorados, por su calidad y prestigio, podían pasar fácilmente 20 años en manos de sus dueños.
"Un Mercedes-Benz siempre debe verse como un Mercedes-Benz."
Tal como sus diseños, Bruno Sacco será eterno en el recuerdo de los fanáticos del diseño automotriz, y especialmente de quienes admiran los Mercedes Benz de los años 80 y 90.