
Hablando de autos, son muy pocos los modelos que pueden acercarse al prestigio y lujo que ostenta la firma británica Rolls-Royce, aun cuando se trata del Ghost, que si tenemos que categorizarlo de alguna manera, es el modelo "de entrada" a Rolls-Royce. Lo ponemos entre comillas porque sigue siendo más exclusivo que cualquier otro auto en el mercado y también te habla del potencial alcanzable en el Phantom, Spectre y los modelos personalizados especiales que confecciona la firma.
Rolls-Royce Ghost Series II: renovación discreta pero con sentido
El Ghost Series II es un poco más que una simple evolución del modelo anterior. Esto principalmente ocurre porque la marca trabajó en darle una identidad menos tradicional, con focos que se encuñan hacia la gran parrilla frontal y parachoques de diseño más minimalista. El refresco es sutil, pero habla de las ambiciones de Rolls-Royce en ir adaptándose discretamente hacia un público más joven.
Las luces traseras se actualizaron, imitando el estilo del Spectre, mientras que los acabados siguen siendo cromados o de color negro en la versión Black Badge, al igual que la selección de llantas de 22".
Rolls-Royce Ghost Series II: más tecnológico y audaz
Puertas adentro, el Rolls-Royce Ghost Series II brinda una de las bienvenidas más inmersivas que se hayan visto y esto se da por dos factores. El primero tiene que ver con los nuevos acabados disponibles para el modelo. Se sabe que el Ghost es un auto creado para un público algo más joven que el del Phantom y es por eso que podemos ver configuraciones como la del lanzamiento, con un volante de color azul o asientos con patrones en diseño. Lo segundo tiene que ver con efectos inmersivos como el techo con luces de fibra óptica (Starlight Headliner) con parlantes incorporados, el poderoso sistema de audio de 1.400 watts y los paneles de cristal que integran las pantallas del sistema multimedia o del clúster.
Luego tenemos un nuevo diseño de iluminación secuencial aderezada con nuevos materiales entre los que destacan madera de fresno en tinta gris y tapicería de tela de bambú para los asientos, cuyo bordado requirió 2.2 millones de puntos y 18 kilómetros de hilo. Claro que, si quieres ir más allá, la marca tiene la opción de solicitar un acabado Placed Perforation.
En las plazas traseras, se pueden conectar dos dispositivos de streaming en las pantallas traseras, para que puedas ver lo que tu quieras. También puedes usar el auto como un hotsport WiFi y cargar tus dispositivos con nuevos puertos USB-C.
Rolls-Royce Ghost Series II: la mecánica no se toca
Rolls-Royce no tocará uno de los puntos más preciados para los clientes de este segmento, como es el motor. En este caso, se conserva el V12 Biturbo de 6.75 litros con caja automática de ocho velocidades (que incluye sincronización con puntos topográficos GPS), que desarrolla 563 Hp y 850 Nm de torque. Alcanza los 100 km/h en 4,6 segundos y una velocidad punta de 255 km/h. El chasis se regula gracias a un sistema de tracción y dirección a las cuatro ruedas, además de suspensión adaptativa autonivelante.