En 1999, se inauguró el Irwindale Speedway, un circuito ovalado de media milla pensado para carreras regionales de NASCAR y otros eventos amateur de la escena norteamericana. Incluso Toyota compró los derechos de la pista durante unos años para darle mayor publicidad. Además, en 2001, se inauguró una recta de piques con el fin de poder realizar carreras legales de cuarto de milla y combatir las carreras ilegales en las calles.
Por supuesto que Irwindale tuvo sus momentos de fama y otros más polémicos, como la muerte de un piloto, el primer año que la pista había sido inaugurada y apariciones televisivas en la serie Malcolm in the Middle (el décimo capítulo de la primera temporada, donde Malcolm descubre que su nombre se debe al piloto Rusty Malcolm).
La última carrera de la Fórmula Drift en Irwindale, en octubre. (formulad.com)
Sin embargo, para muchos, Irwindale tiene un valor emocional importante, al ser llamada "la casa del drift". Como se sabe, la cultura del drifting en Estados Unidos tomo auge cuando el 2003, el campeonato japonés de drifting, el D1GP, salió por primera vez de gira. Esto los llevó a una ronda de exhibición en el Irwindale Speedway y el furor fue tal, que la misma productora encargada del evento, Slipstream Global, al año siguiente fundó la Formula Drift, que vendría siendo algo así como el D1GP de Estados Unidos, con ligas regionales, un campeonato con dos niveles de autos y reglas un poco más laxas que permitieron la fabricación de modelos únicos, combinando la cultura japonesa con la ingenuidad "gringa"; los swaps a motores LS y los autos AWD transformados a RWD son bastante comunes.
Por supuesto que la Formula Drift no depende de Irwindale, pero Irwindale era donde todo comenzó.
El circuito quebró el 2012 y reabrió al año siguiente, hasta que se intentó cerrar el 2018. Fue entonces cuando comenzó su último periodo, en manos del piloto Tim Huddleston y el empresario Bob Bruncati, quienes la mantuvieron con vida hasta este año, incluyendo transmisiones de las carreras sin público, en épocas de pandemia. En su lugar se pensó hacer un centro comercial, que amenazó por varios años al circuito, pero según se indica, se construirá un parque industrial.
Este pasado fin de semana, se realizó el Irwindale Farewell Extravaganza, un evento de despedida con el que se acaba una historia de 25 años que dejará a varios viudos en el sur de California. El LA Times escribió una preciosa crónica que puedes leer aquí sobre el cierre de este circuito y la relevancia cultural que tienen los ovalos pequeños en el fomento del automovilismo amateur y las ligas pequeñas, las mismas donde muchos pilotos de renombre hicieron sus primeras vueltas y se enamoraron de la velocidad, el humo y la bencina.
Irwindale Speedway closes after 25 years