Antes de iniciar esta nota, me permito hacer un comentario o reflexión personal. Que resulta cómodo y sencillo manejar un auto antiguo (en el caso de vuestro humilde servidor, uno noventero), y no estar pendiente de las pantallas o conectividad. Basta con orillarse un momento y revisar el teléfono, o bien oír las indicaciones en nuestro teléfono, sin tener que distraer la vista del camino y disfrutar del manejo.
Actualmente, los vehículos modernos están cada vez más conectados, y expuestos a riesgos como lo fueron las vulnerabilidades descubiertas por Sam Curry, un pirata informático, en el sistema multimedia Starlink de Subaru, presente en unidades de Canadá, Estados Unidos y Japón (aunque este sistema está disponible en todo el mundo, incluyendo Chile).
Según da cuenta la revista Wired, Curry adquirió para su madre un Impreza 2023, con la condición de que pudiese "hackearlo" en un futuro cercano. Esto ocurrió el 20 de noviembre de 2024, cuando logró dar con las debilidades del sistema en un sitio web de Subaru, donde podían secuestrar la cuenta de un empleado de la firma, pudiendo desbloquear el auto, accionar la bocina o encender el motor, todo ello de manera remota, desde un simple computador o teléfono celular.
Pero lo más espeluznante fue que el auto podía ser rastreado en tiempo real y acceder a sus ubicaciones durante todo el año con total exactitud.
Cabe señalar, que a finales de 2020, el sitio de prensa de Subaru de Estados Unidos consigna haber inscrito al usuario número 1 millón del servicio del sistema que garantiza confianza y tranquilidad en cada viaje, proporcionando contenido multimedia, conectividad con teléfonos inteligentes, navegación perfecta, seguridad adicional y conveniencia día a día. Curry alertó a la compañía del fallo, por lo que en menos de 24 horas, fue solucionado y el ataque informático ya no resultaba ser efectivo.
De lo anterior, Curry señala que existe una inquietante falta de protección de la privacidad en la industria automotriz en lo relativo a la recopilación de datos personales de los conductor. Sin duda una señal de alerta que hay que tener muy presente en estos tiempos en que la conectividad es permanente.
