
Infiniti, la marca de lujo de Nissan, supo venderse en Chile por unos buenos años, con una estrategia variada de modelos y un local flagship ubicado en una zona estratégica de la capital, cercana a otras marcas premium (Ferrari, Bentley, Porsche). Sin embargo, la marca nunca fue relevante en ventas y eso también es reflejo de una estrategia global donde Infiniti nunca pudo ganar tracción ante sus rivales, al margen de su acertada propuesta en diseño y algunos desarrollos tecnológicos como la dirección by-wire o el revolucionario motor con compresión variable.
En estos días, la marca declaró que descontinuará al QX50 y también a su versión "coupé", el QX55 en diciembre de este año. Como estos modelos emplean la plataforma FM, la misma de los descontinuados Q50 y Q60, era más que lógico que sucediera esto.
¿Qué los reemplazará?
La marca pretende remozar al QX60, basado en el Nissan Pathfinder y sobre este modelo, desarrollar una versión de cinco asientos con look más deportivo llamado QX65. Si a estos dos autos les sumamos al buque insignia QX80, para 2026-2027, Infiniti contará con un anémico line-up de solo tres SUV y nada más.
La nueva estrategia de Infiniti, al menos para sobrevivir, es tratar de fabricar autos más lujosos, cosa de marginar más por sus modelos. También las fichas están puestas en el nuevo QX80, con el que la marca pretende doblar las ventas del 2024 en el país de Trump, algo difícil si se piensa que las ventas de Infiniti cayeron en un 10% en Estados Unidos.
La época de los curvilíneos conceptuales de Infiniti se ve lejana y tampoco se ven muchas novedades en temas de electrificación. Tampoco sabemos que planes habrá con Infiniti cuando Honda y Nissan oficialicen su fusión; si compartirá desarrollos con Acura o será momento de crear una nueva marca premium entre las dos.