
Hace poco, Mazda habló sobre sus planes de electrificación, pero también sobre motores a combustión, algo que al parecer pretenden defender y seguir desarrollando. Y esto me parece muy bien, considerando que históricamente, el motor térmico está muy subdesarrollado en muchas áreas. Lamentablemente, para que los motores sean fiables en todo tipo de condiciones, hay que sacrificar el desarrollo que permite que estos sean más eficientes tanto en emisiones, como en consumo y performance. Por ejemplo, los motores de F1 son una obra maestra de la ingeniería, pero solo están hechos para durar cerca de 8 fines de semana girando al máximo; no es el mismo uso que el que recibe un vehículo liviano de pasajeros.
Sin embargo, estando en el 2025 y al contrario de lo que muchos puristas digan sobre los motores sofisticados, hoy se le puede sacar más performance a un motor. Si, es rico poder arreglar tu propio motor de fierro y que no falle nunca, aun llenándolo con pisco y lubricándolo con aceite de cocina porque no tiene alzado variable de válvulas ni doble inyección ni sensores o ese tipo de cosas. Pero ya no vivimos en la era de las cavernas.
Skyactiv-Z (Z, pensando como japonés, probablemente se refiera a Zenith, o a la cúspide del programa Skyactiv) es el sucesor de los sistemas Skyactiv-G y Skyactiv-X que Mazda ha desarrollado en sus motores de combustión. Esta tecnología se estrenará en un motor 2.5, junto a un sistema híbrido, en la próxima generación del Mazda CX-5 y podría, de ser exitoso, migrarse a los motores de seis cilindros de la marca.
Hablemos de Lambda
De seguro han escuchado el término "sonda Lambda", también conocido como "sensor de oxígeno" y que es el que mide la cantidad de oxígeno en los gases de escape. Esta medición le entrega a la ECU los parámetros para que la mezcla de aire y combustible sea la óptima en el motor. Si lo llevamos a un motor de gasolina, la razón de la mezcla estequiométrica es de 14,7 partes de aire por 1 de combustible. Cuando esto se logra, el factor Lambda es de 1, o sea una mezcla perfectamente equilibrada y eficiente que aprovecha el máximo del combustible en el proceso de combustión. Si el factor es mayor a 1, significa que el motor está haciendo una mezcla pobre, con mucho aire y poco combustible, más ecológica pero menos potente y más detonante. Puedes deducir que al revés, se genera una mezcla rica, con mucho combustible, para mayor potencia, pero con más emisiones y más consumo.
Cuando uno prende el motor, la mezcla es más rica, para combatir la fricción de las piezas y calentar rápidamente el motor. Si vamos con la inercia y con velocidad, la mezcla será más pobre para poder ahorrar, puesto que ya no se necesita tanta potencia.
Pero, lo que quiere Mazda es que el motor trabaje casi siempre en este estado, o sea con un factor Lambda de 1 en casi todo el rango de revoluciones, logrando una combustión casi perfecta y con muy bajas emisiones, algo así como el motor que Porsche usa en sus nuevos 911 híbridos, pero más accesible a otros bolsillos y modelos. De paso, Mazda también quiere ampliar el rango de uso de su sistema SPCCI implementado en los motores Skyactiv X, donde pueden generar una combustión al estilo "diésel" por compresión, pero regulada por una chispa, donde finalmente solo una parte concentrada de la mezcla se enciende por chispa y el resto solamente por el efecto de la combustión.
Si se junta todo esto, Mazda podría tener un motor realmente eficiente, que pueda cumplir las normas Euro 7 con total tranquilidad y sin sacrificios de potencia como ocurre con los motores actuales. Por supuesto que Mazda tendrá otros desafíos en la manera en la que controla todo esto, con nuevos sensores, blindaje térmico, entre otros. Tengamos fe.