
En un movimiento que podría parecer poco usual y hasta contradictorio, la gigante china BYD, y la petrolera saudí Aramco, firmaron una colaboración estratégica para el desarrollo conjunto de tecnologías aplicadas a vehículos de nueva energía.
El acuerdo fue firmado entre BYD y la filial tecnológica de Aramco, Saudi Aramco Technologies Company (SATC). El foco está puesto en desarrollar nuevas soluciones para trenes motrices, eficiencia energética y combustibles de bajo carbono, todo orientado a acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible.
Aunque no se han dado detalles específicos de productos o fechas, sí sabemos que ambas compañías van a compartir sus capacidades de I+D para crear nuevas tecnologías aplicables a los vehículos eléctricos, híbridos enchufables e incluso combustibles sintéticos.
Este último punto es clave, porque Aramco también está invirtiendo en el desarrollo combustibles sintéticos, al igual que otras empresas del rubro, lo que abre la puerta a un posible desarrollo de soluciones híbridas donde el motor a combustión también pueda ser neutro en carbono.
Pero ¿a que se debe esta inusual alianza? Esto ocurre porque países como Arabia Saudita están empujando con fuerza la adopción de la movilidad eléctrica, y buscan pasar de un 1% actual a un 30% en cinco años. Para eso, necesitan algo más que autos: necesitan infraestructura, energía limpia, baterías, y claro, partners que sepan del negocio.
Sii BYD puede ofrecer autos como el Dolphin, Song Pro, o el Seal, Aramco puede asegurar el suministro energético y el soporte técnico para escalar esta tecnología a nivel global, cosa que les permitiría a los arabes acelerar mucho más su transición.