
¿Qué es un Nammi? Nammi podría ser una tienda de diseño, el personaje de una serie de animación japonesa, un dulce, "Paloma Nammi", la "Motonammi", en fin. Pero la realidad es que Nammi es la submarca de autos eléctricos de Dongfeng, nacida a partir de la ex-alianza de Dongfeng con Renault llamada eGT, orientada a autos eléctricos urbanos (derivados del Renault Kwid eléctrico).
Este, específicamente, es el Nammi 001 y de no ser por algunos importantes "peros", es uno de los autos más llamativos que me ha tocado ver con la insignia de Dongfeng en el frente, principalmente por su buen manejo, diseño original, correcta autonomía y buena relación precio/equipamiento.
Nammi 001: dimensiones y diseño
- Largo: 4.020 mm
- Ancho: 1.810 mm
- Alto: 1.570 mm
- Distancia entre ejes: 2.660 mm
- Maletero: 326 litros
El diseño del Nammi es bien especial y juega con algunos códigos muy de moda en este segmento. ¿Y cuál es este segmento? En China están siendo muy populares los autos eléctricos compactos que además tienen rasgos de diseño amistosos y suavizados. Por ejemplo tenemos al Ora 03 y también al JAC E30X. También hemos visto autos más pequeños con características similares, como los de la línea Geome de Geely. Solo BYD tomó un camino diferente con el Dolphin Mini y el Dolphin, de formas más encuñadas y futuristas.
Este Nammi también presenta un diseño suavizado, pero original. Por ejemplo, su silueta es más bien regular, con volúmenes definidos y algunas líneas rectas que dan mesura. Los focos delanteros son redondeados pero no son circulares, más bien de dos niveles, con una firma luminosa que las envuelve. Las luces de atrás si son más circulares y llaman la atención por sus carcasas en 3D. Otros detalles son sus aplicaciones negras que dan continuidad, como el pilar A que transforma el parabrisas en una gran visera (estilo Suzuki Swift) o el corte en el pilar C que da la ilusión de techo flotante y la decoración del portalón que recuerda al del Volvo C30. Rematan, las molduras en color blanco y las llantas de 17" de diseño original.
De tamaño, es muy parecido al JAC Ignite E30X, pero lo supera ampliamente en capacidad de maletero. El Ora es un auto más caro y es más grande, pero también pierde en la capacidad de carga. Esto hace que el Nammi tenga un espacio muy bien aprovechado y mucho más cercano al de un hatchback tradicional del segmento B. Lo que sí, es que los asientos traseros no son divisibles, por lo que, si necesitas ganar espacio, lamentablemente tendrás que sacrificar las plazas traseras en su totalidad, plegando el respaldo de toda la banca.
Nammi 001: interior
Sentados al interior del Nammi 001 nos recibe un interior con una apreciación de calidad bastante más cuidada que la que acostumbramos a ver en autos de este tamaño. Polímeros bitono con textura, el acolchado de las puertas y de todo el tablero o el apoyabrazos flotante, así como algunos de los botones de color aluminio y las huinchas de cuero que simulan las correas de un bolso (a lo Citroën) nos llevan a un espacio que trata de conciliar lo moderno con lo cálido.
La posición de manejo es cómoda, en el sentido de que tenemos buena postura y que el volante es más compacto. Los comandos que trae no son los más fáciles de usar y es necesario aprenderse algunas de sus funciones. El clúster digital es compacto, fácil de leer y va anclado a la columna, lo que significa que siempre podremos mirarlo por dentro de las aperturas del volante. Los asientos, eso sí, son de mala calidad. Esto se nota al agarrar los cojines y los soportes laterales, que dan una sensación de una espuma muy blanda y de un cuero sintético endeble.
Con respecto a los espacios portaobjetos tenemos una enorme bandeja bajo el cargador inalámbrico, un gran cubículo bajo el apoyabrazos y otra rareza: la guantera fue reemplazada por un cajón.
Nos vamos a las plazas de atrás y el espacio es correcto e incluso, un poco más generoso en la cabeza que en algunos hatchbacks convencionales y también en el suelo. Falta un apoyacabezas central, pero tiene cinturones en todas las plazas.
Hablemos del sistema multimedia, el cual viene en una pantalla flotante de 12,8" y sin ningún tipo de botón o perilla física. Todo hay que operarlo directamente desde la interfaz, pero Nammi colocó algunos accesos directos en la barra inferior, junto a los comandos del climatizador, para que todo sea más o menos fácil de encontrar.
Sin embargo, lo más llamativo de este auto es la interfaz, la cual es muy lúdica pero no sé si catalogarla como "femenina" (por favor, con altura de miras) o un poco "infantil". El fondo de pantalla es una sala de estar con un gatito que habla sentado en un sillón. Hay un equipo de música, un reloj y un poster en la pared, elementos que puedes configurar. Todo está en tonos pastel y si seleccionas algunos elementos, estos te llevarán a otros menú; si presionas el tocadiscos, encenderá la radio.
Esto no lo puedes sacar o eliminar, así que si no te gustan los gatitos o los colores pastel, es algo que tendrás que conciliar.
Esta interfaz cuenta además con accesos directos a preconfiguraciones grupales o temáticas para activar varias funciones a la vez (por ejemplo, un modo lluvia, un modo mascota, etc.) y por si fuera poco, puedes personalizar algunos sonidos con los que puedes "saludar" al exterior. Por supuesto, también tiene Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico, cámara en 360° y un cargador inalámbrico refrigerado funcional.
Nammi 001: seguridad
Uno de los grandes problemas que tiene el Nammi es que solo cuenta con dos airbags, situación realmente inexplicable considerando su precio y la cantidad de asistencias a la conducción que tiene. Es como decir "saquémosle los cinturones, pero pongamosle dirección evasiva y frenado autónomo"; no es el orden lógico de prioridades en la configuración de seguridad en cualquier auto, más aun en estos niveles de precio.
Asi que, estás advertido. Solo dos airbags y el resto de los dispositivos clásicos de seguridad pero con muchas ADAS, como:
- Asistente de colisión frontal
- Alerta de mantenimento de carril
- Asistente de seguimiento de carril
- Asistente de luces altas
- Reconocimiento de señales de tránsito
- Control crucero adaptativo
- Asistente de estacionamiento
Nammi 001: tren motriz
94 Hp y 160 Nm de torque tiene este Nammi 001. Es potencia bastante cercana a la que podríamos encontrar en un hatchback del segmento B promedio (al menos en las versiones de entrada) con la salvedad de que al ser un modelo eléctrico, tiene más torque. No vamos a decir que en el modo Sport se transforma en un Swift Sport o en un hot-hatch, pero tener 160 Nm desde el primer momento que se patea el acelerador, te da una sensación enérgica y sostenida. Por supuesto que como solo son 160 Nm, si tratas de repetir el ejercicio en velocidad (recuperaciones), la sensación no será la misma.
El Nammi 001 tiene tres modos de manejo y tres modos de recuperación de energía. El modo Eco y el modo de regeneración más restrictivo no son tan “rígidos” en el sentido que te retengan mucho la respuesta del motor. Eso se traduce en que se hacen agradables y “maleables” para uso urbano y si necesitas un poco menos de “restricción”, basta con pisar más el acelerador para que el Nammi te ayude a sacarte algún auto de encima.
Hay dos tamaños de batería, una de xx kWh y esta, de “Largo Alcance” con 42,3 kWh, buena para 345 kilómetros en ciclo WLTP. Yo que vivo en Puente Alto y tengo que estar haciendo largos traslados a la zona oriente de Santiago, he andado en el auto toda la semana y aun me queda el 26% de la batería. Claro que si hubiese incluido alguna salida a zonas más periféricas (San Bernardo o Colina), de seguro ya estaría en momento de cargar, pero es un índice que te dice que podrías usar el auto de lunes a viernes sin problema e incluso más días si es que solo te mueves en ciudad y no tienes que atravesar Santiago completo: es un auto de ciudad y se diseñó como tal, así que para su cometido, cumple de sobra, algo que refleja su consumo medio de 10,6 kWh/100 kilómetros. Si necesitas cargarlo, el auto soporta cargas de hasta 87 kW, por lo que si encuentras un cargador con más potencia que los de 50 kW, esperarás menos que el resto, al menos 30 minutos si llegas a enchufar con el 10%.
Su manejo es muy similar al de otros autos del segmento B, correcto, pero quizás menos refinado. No es un Opel Corsa y no es un Seat Ibiza. En el eje trasero encontramos un eje semi-rígido (más rígido que “semi”) que es el que aporta más sequedad en la tenida de ruta y algunas vibraciones menores. La batería por supuesto que le ayuda a lograr aplomo y equilibrio, en el sentido que el auto no cabecea más de lo normal y no se inclina lateralmente como en un auto extremadamente suave.
Hablar más del Nammi sería inventar, pero el que no sea llamativo, no significa que sea malo, por el contrario, se siente maduro y mucho más agradable y resuelto que cualquier otro auto que haya conducido con la insignia de Dongfeng. Los autos de ciudad no suelen tener rasgos dinámicos muy sobresalientes, más aún en tiempos modernos donde todos los autos se parecen mucho. Sin embargo no puedo dejar de hablar de la dirección, que si bien tiene una sensación muy sintética (sin tacto), cuenta con una desmultiplicación que me gustó bastante; cuando giras con el volante, de manera suave, el auto busca la estabilidad, por ende no entregará una característica nerviosa o más reactiva. Sin embargo, entre más gires el volante, la dirección comenzará a apretarse más para que puedas girar mejor en un estacionamiento o en una vuelta en U. No es una sensación lineal, pero está muy acertada para este auto y me parece algo rescatable de comentar.
Nammi 001: conclusiones
El Nammi 001, como producto, es un gran auto. Incluso, uno podría llegar a imaginárselo con un motor híbrido y valor mucho más accesible, por lo bien logrado de su tamaño, su equipamiento y manejo.
Lamentablemente, es cuestionable la elección de configurarlo solo con dos airbags, con solo una banca larga en el asiento trasero y también, la de no contar con perillas físicas para las funciones básicas del sistema multimedia. Incluso, podríamos obviar lo de los "gatitos" si el auto tuviera esos ítems cubiertos. Y es una pena, porque todo lo demás está muy bien, desde su espacio interior hasta su diseño. Combina muy bien lo práctico con lo lúdico y todo, a un precio bastante razonable de entre 21 y 25 millones de pesos (razonable, pensando en autos compactos eléctricos).
Es por lejos, uno de los modelos mejor desarrollados de Dongfeng y podría ser un gran compañero de rutas urbanas, donde no necesitarías cargarlo más de una vez a la semana para moverte.
Nammi 001 - un simpático auto eléctrico de ciudad que promete (Test Drive)