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Experiencia de manejo: de ruta con un auto eléctrico por Irlanda

Recorrimos parte de la hermosa isla británica a bordo del nuevo MINI Countryman E, una de las versiones sin emisiones que la marca comercializa a nivel mundial. ¿Qué tal anda el auto en viajes largos? ¿Cuál es su autonomía real? ¿Es muy difícil manejar por el lado izquierdo? Todo eso te lo respondemos acá.

Experiencia de manejo: de ruta con un auto eléctrico por Irlanda

En nuestro trabajo como periodistas especializados, lo normal es que sea una marca la que te invita a probar uno de sus autos y vivir una aventura en algún país lejano. En este caso, fue propuesta vino de nuestra parte.

Aprovechando mis vacaciones en Irlanda, le planteé a los amigos del Grupo BMW Latinoamérica la posibilidad de realizar una doble prueba con uno de sus autos: por un lado, ver qué tan díficil es manejar cotidianamente por el lado izquierdo de la calzada, y por el otro, recorrer el país en un auto eléctrico, confirmando o desmitificando algunas de las dudas que suelen presentarse cuando se trata de electrificación.

Y gracias a su buena acogida de esta propuesta, me esperaba en el aeropuerto de Dublin un MINI Countryman E año 2025 listo para la aventura de cuatro días que recorrería la isla de oriente a occidente, casi 800 kilómetros recorridos por todo tipo de caminos.

El MINI Countryman E

Esta versión es una de las dos mecánicas eléctricas que se lanzaron en 2023 como parte de la nueva generación del SUV de la marca, un modelo totalmente renovado en construcción, motores y diseño. En Chile aterrizaron a fines de 2024 bajo los nombres Countryman E Classic y Countryman SE Classic ALL4, con precios de lista de $46.990.000 y $52.490.000, respectivamente.

Al igual que el Countryman normal, estas versiones eléctricas se producen en la planta de BMW en Leipzig, y comparten la arquitectura FAAR con el BMW X1, con suspensión independiente en ambos ejes (McPherson adelante y Multilink atrás), frenos de disco en las cuatro ruedas y una altura libre al piso de 202 mm. Su carrocería es tan grande como el modelo de gasolina. Mide 4.445 mm de largo, 1.843 mm de ancho, 1.635 mm de alto y tiene entre los ejes 2.692 mm, con 460 litros de capacidad en el maletero. 

Al igual que el Countryman de combustión, la versión E muestra el nuevo diseño de la marca, con detalles y líneas modernas asociado a superficies que denotan musculatura. Tiene una parrilla ovalada cerrada, cruzada por una franja del color de la carrocería, y los faros LED tienen un diseño asimétrico. Atrás detaca por sus faros verticales y su portalón grande con la palabra Countryman en él.

El MINI Countryman E ofrece faros Full LED, llantas de 18", vidrios traseros tinteados, asistente de luz en carretera, apertura y cierre por proximidad, y espejos exteriores abatibles eléctricos. Puertas adentro se replica el diseño de los nuevos MINI, con materiales reciclados, una enorme pantalla circular al medio (24 cm de diámetro), desde donde se controla el nuevo sistema de infoentretenimiento de la marca. Cuenta con iluminación ambiental, esquemas de diseño ambiental y mucho más.

Por debajo se instala la evolución de la "Toggle Bar" con diversos mandos relevantes, y cuenta con un head-up display que reemplaza el clúster. El paquete Classic de nuestro auto cuenta con volante deportivo de cuero, espejo interior antideslumbramiento, climatizador dual, tapiz de cuero sintético Vescin en combinaciones azul/negro y asientos marrón, sistema de navegación GPS, modos de manejo MINI Driving Experience y asistente de estacionamiento.

La MINI Intercation Unit de 9,4" cuenta con conectividad inalámbrica de teléfonos, además del sistema de mandos por voz "Hey MINI", y cargador inalámbrico de celulares. En cuanto a seguridad, además de los 6 airbags tradicionales de la marca, y los sensores con cámara con visión trasera, cuenta con el paquete Driving Assistant con múltiples asistencias a la conducción.

La efectividad de su tren motriz

El Countryman eléctrico se ofrece en versiones E y SE, diferenciadas por su potencia y capacidad de tracción, además de la autonomía. Nuestra versión Countryman E cuenta con un motor en posición delantera con 201 Hp de potencia y 250 Nm de torque, que alimenta de una batería de de 64,7 kWh de capacidad, para una autonomía de hasta 462 km (medición WLTP).

Al contar con una batería de alta potencia, permiten utilizar sistemas de carga rápida de hasta 130 kW de potencia. Con ello, MINI indica que recupera del 10% al 80% en 29 minutos.

Nuestra ruta planificada nos permitió manejar por Dublin por un par de días, para luego dirigirnos a la costa atlántica de Irlanda. Primero, a la zona arqueológica de Carran, luego, de la ciudad de Galway, finalmente a la región de Conamara, antes de regresar a Dublin. En total fueron 750 km, 400 de ellos por autopistas, 350 por carreteras secundarias, y casi 50 km por la capital irlandesa.

Si bien la marca homologa más de 460 km de autonomía, hay que decir que son cifras de laboratorio, y que dependerá de la forma en que se conduce, el tipo de camino escogido, el modo de manejo seleccionado y, sobre todo, la velocidad a la que se circula. Porque no es lo mismo ir a 120 km/h con control crucero puesto que manejar a 50 en la ciudad frenando y desacelerando, o a unos 80 km/h por rutas secundarias regenerando energía y controlando el acelerador. Las diferencias pueden ser grandes.

Lo mismo pasa con los modos de manejo. Nosotros seleccionamos el ECO que, la verdad, no difiere mucho del COMFORT en cuanto a prestaciones, pero sí dio unos 40 km de rango adicional. Nuestro mejor registro de consumo lo obtuvimos cruzando por los hermosos caminos del Parque Nacional Conemara, a una velocidad entre 50 y 70 km/h, con muchas frenadas y desaceleraciones. Llegamos a casi a 7 km por kWh, lo que multiplicado por los 64 de la batería nos daba alreredor de 450 km. La realidad, sumándolo todo, fue de 5,85 km por kilovatio, lo que significa una autonomía de 380 km con una carga.

Eso significa que tuvimos que cargar, y si bien en Irlanda hay más de 1.500 estaciones de carga pública disponibles, para un extranjero puede resultar un proceso engorroso ya que lo normal es que primero te suscribas a un plan de cargas y utilices una tarjeta cada vez que realices el proceso. Algo así como las tarjetas de carga de combustible que se usan en flotas.

Nosotros no teníamos esa tarjeta específica, y cada vez que queríamos cargar usando una tarjeta de crédito, el sistema lo rechazaba (quizás por ser una tarjeta extrajera). Entonces tuvimos que bajar una App (en nuestro caso, la de ESB), inscribirnos en ella y validar una tarjeta de crédito. No es un proceso rápido y, nuevamente, pone a prueba tu paz interior (quedarse sin opción de cargar y con la batería vacía no es chiste).

Finalmente pudimos hacerlo ya que la App te muestra todos los puntos existentes y te dice a qué potencia carga y si está desocupada. Nosotros cargamos dos veces en cargadores de 200 kW de potencia (aunque el MINI carga sólo a 130 kW), recuperando carga realmente rápido (del 20 al 95% en 45 minutos, por ejemplo). También lo hicimos en un cargador de 7 kW ubicado en un supermercado, aunque en este caso pasamos del 22 al 46% en dos horas.

¿Costo? Muy barato, y eso que no aprovechamos las ventajas de la electromovilidad. Si te suscribes a una empresa de carga como ya te explicamos, el kilovatio te cuesta 0,30 euros, y si cargas en tu casa de noche, me dijeron, no supera los 10 centavos. Nosotros pagamos la tarifa más cara: 0,57 euros por kW. Fueron 25 euros la primera vez, 32 euros la segunda y 8 euros en la carga lenta. Recibimos el auto con 90% de carga, lo devolvimos con 40%, por lo que habría que agregar unos 15 euros adicionales para un total de 80 euros.

Así se ve el mapa de puntos de cargas en la App.

El litro de gasolina en Irlanda está en 1,75 euros el litro promedio, y un auto similar que rinda entre 10 y 15 km/litro de media, habría gastado entre 95 y 140 euros. No son diferencias brutales, pero reitero que pagamos casi el doble de lo que cuesta el kilowatt en un formato de suscripción.

Entonces, yendo a la pregunta inicial. ¿Se puede viajar en un auto eléctrico sin estrés por la autonomía y la recarga? Sí, sin duda. Lo que sí te obliga es a manejar pensando en la eficiencia, planificar bien tu ruta, saber dónde y cuánto recargar, y tomarte tu tiempo, porque al menos media hora deberás parar.

El susto de manejar al revés

Bueno, ¿y qué tal es manejar por el lado izquierdo de la calzada? Digamos que no es fácil a la primera, es sumamente estresante en medio del tráfico, no cuesta nada equivocarse y el riesgo de chocar o golpear el auto es latente. Y es que el cerebro está acostumbrado a hacer esto de una manera, y de improviso le pedimos que lo haga al revés. 

Pero también es cierto que con el correr de las horas y los días, el proceso se vuelve mucho más natural, más aún en un auto como el MINI Countryman, que si bien ya no tiene las dimensiones de un Mini original, es bastante compacto y fácil de llevar.

Pero vamos al principio. ¿Por dónde me subo? Primer error es abrir la puerta del lado izquierdo y encontrarse con el asiento del acompañante. A darle la vuelta al auto y a entrar por el otro lado. Esto lo debo haber hecho tres a cuatro veces durante el viaje, y mi señora hizo lo propio otras tantas.

¿Y hay diferencias entre este MINI y el que se vende en Chile con volante a la izquierda? Digamos que no, salvo por la obviedad de que todo el cockpit está instalado al lado derecho del auto. La posición de los mandos de las ventanas y espejos, los pedales y las varillas en el volante no cambian de posición. O casi. Lo único que está al revés son los botones de la Toggle Bar, con la perilla para operar la transmisión a la derecha más cerca del volante.

Y con esto no hay que inventar mucho, no hay que acelerar con la izquierda, por ejemplo, sino que hay que manejar como uno sabe hacerlo, pero desde una posición diferente. Y en esto, a lo que más cuesta acostumbrarse es a usar el espejo retrovisor central, a mirar hacia la izquierda para encontrárselo y no hacia la derecha, donde no hay nada salvo el paisaje afuera de la ventana. Un poco más abajo está el espejo lateral, y al final terminas usándolo más que el central. Cuestión de costumbre.

En la ciudad, lo más complejo es cuando debes doblar en una intersección, ya que uno tiende a hacerlo cerrado hacia la derecha (por la pista más cercana) y abierto hacia la izquierda (la más lejana), pero eso acá puede ser fatal. Lo mejor es fijarte en los autos que te anteceden hasta que le tomes la mano, y doblar muy lento, mirando, mirando, mirando... Hay que engañar al cerebro, de eso se trata la cosa.

En autopistas no hay grandes diferencias salvo porque la pista lenta es la de la izquierda, y se adelanta por la derecha. Sé que eso lo hacen muchos en Chile, pero acá es legal y es seguro.

Finalmente, el mayor estrés al volante es conducir por esas carreteras secundarias sin berma, entre dos muros de piedra que están pegados a la calzada, y que son demasiado estrechas. Tanto, que a veces prefieres pararte en los frenos para que sea más fácil embocar tu auto en el pequeño espacio que te deja el vehículo que se te viene enfrente, antes que arriesgarte a rasparlo por el costado o chocar de frente.

Nuevamente, cuestión de tiempo antes de tomarle la mano, aunque en un auto más pequeño todo se hará más fácil.

Conclusiones

No hemos hablado del MINI Countryman E, pero a grandes rasgos es un buen vehículo, bien construido, sólido, aplomado, fácil de manejar, amplio por dentro y en la maleta, muy equipado, y con un motor ágil y despierto. 

Si no fuera tan grande y pesado, diría que es un MINI perfecto. Pero los tiempos obligar a ofrecer más versatilidad y paquetes eléctricos, lo que redunda en un mayor peso.

Es un buen MINI, en todo caso, muy emparentado con el BMW X1, que es un buen SUV. Y quizás esa es la mejor definición: el MINI Countryman es un mejor SUV que un MINI auténtico.

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