
Por estos días Pirelli está de fiesta, y nada menos que por el cuadragésimo aniversario de su primer neumático de altas prestaciones, el P Zero, que hace un par de meses estrenó su quinta entrga, y que siempre se ha caracterizado por entregar altas prestaciones y seguridad. El nacimiento de esta gama de productos a mediados de los lejanos años ochenta, obedeció a satisfacer necesidades de movilidad de autos de gama alta, trabajando en estrecha colaboración con fabricantes como Lancia.
En virtud de este aniversario, es que la firma italiana recreó como una edición limitada 40 juegos o el equivalente a 160 unidades de neumáticos P Zero en medida original 205/55 R16, empleados en el Lancia Delta S4 Stradale, un ícono del automovilismo, como parte de la familia Pirelli Collezione, que abarca modelos de autos que van desde 1930 al 2000.
El neumático mantiene su apariencia original de época, pero se desmarca con el uso de materiales y tecnologías modernas, que respetan la respuesta deportiva del modelo original a la vez que aseguran una mayor seguridad.
La reedición del P Zero de 1985 también preserva algunos de sus elementos característicos e innovadores del modelo. El más visible es la banda de rodadura de diseño exclusivo, que combinaba las tres almas de un neumático de competición: el hombro interior esculpido al estilo de las cubiertas de lluvia –para garantizar agarre sobre asfalto mojado–; una zona externa inspirada en los slicks –ideada para proporcionar tracción en condiciones de seco–, y una sección central que adopta el patrón característico de los neumáticos intermedios –responsable de equilibrar los dos extremos.