
No cabe duda alguna, que los problemas de calidad y fiabilidad que han aquejado a los propulsores a gasolina y diésel del Grupo Stellantis, sin duda que ha afectado su imagen, por lo que han puesto en marcha una serie de acciones tendientes recuperar la confianza pérdida por parte de sus clientes, con el próximo lanzamiento de una nueva gama de propulsores, los que serían estrenados durante el año entrante.
La primera de las novedades emanadas desde el conglomerado es su nueva tecnología para automóviles híbridos enchufables (PHEV), a los que en paralelo se le sumaría una nueva camada de motores a gasolina de cuatro cilindros con hibridación o híbridación enchufable, con los que reforzaría su catálogo de modelos con oferta térmica, en un momento en que los fabricantes parecen no estar apostando todo por la electrificación pura.
El primero en llegar, vendrá de la mano de la nueva generación del Jeep Cherokee, y correspondería a un bloque 1.6 litros, que podría ser HEV o bien PHEV, al tiempo que el segundo corresponderá al GME-T4 Evo, que vendría siendo un reemplazo del bloque de 2 litros turbo que se usa en marcas como Alfa Romeo y Maserati, él que será adoptado por modelos de nueva generación en variantes HEV y PHEV.