
Porsche durante el desarrollo de la nueva generación del Cayenne ha demostrado que se puede combinar el trabajo ingenieril con la transformación digital, siendo para Michael Steiner, Vicepresidente y miembro del Consejo de Dirección de Porsche como responsable de I&D "Este proyecto fue el primero en el que pasamos directamente de las pruebas digitales de vehículo completo a la producción preserie".
La frase anterior representa toda una revolución para el desarrollo de un nuevo modelo, por cuanto Porsche no debió fabricar cerca de 120 autos de pruebas, los que fueron sustituidos por sus equivalentes digitales, realizando pruebas de manejo virtuales desde la fase de diseño. Para ello se han implementado tres pilares claves: rutas digitalizadas con precisión, desde Nürburgring hasta el tráfico diario; las décadas de experiencia de los ingenieros de Weissach en pruebas de campo; y la significativamente mayor potencia de cálculo de los sistemas modernos para simulaciones en tiempo real.
En una fase de desarrollo en la que los componentes están inicialmente disponibles en formato digital y, por lo tanto, pueden modificarse fácilmente, los expertos utilizaron la realidad virtual (RV) para realizar las primeras pruebas de la futura generación del SUV. Los resultados de las mismas se verificaron posteriormente con test en banco de pruebas y componentes físicos reales.
La firma alemana desarrolló un banco de pruebas totalmente nuevo, pudiendo poner a prueba todos los componentes claves del Cayenne eléctrico: sistema de propulsión, batería, gestión de energía y carga en condiciones reales. Se pueden testear los cuatro motores simulando condiciones de manejo en la carretera, resistencia a la aceleración y las fuerzas que se experimentan a la hora de frenar. También es posible reproducir condiciones ambientales.
Durante el desarrollo, por ejemplo para efectos de optimizar la batería, en todas las circunstancias, los sistemas de calefacción y refrigeración son más potentes que en cualquier Porsche eléctrico anterior. En cada punto de la vuelta a Nürburgring, los valores medidos en el banco de pruebas se comparan con los calculados previamente para el gemelo digital. Esto confirma que la simulación es ahora tan precisa que apenas hay desviaciones que deban corregirse tras obtener los resultados de las pruebas físicas.
Sin embargo la puesta a punto definitiva del nuevo Cayenne es realizada por experimentados pilotos de pruebas, en distintos escenarios de uso: ciudad, carretera o fuera de ella, prestando especial atención a la gestión de la carga de las baterías.
Las pruebas en condiciones climáticas extremas suponen un reto particular. En zonas calurosas como los Estados del Golfo o el Valle de la Muerte en EE. UU., el climatizador y la gestión térmica de la batería y el sistema de propulsión, entre otros, tuvieron que someterse a exigentes test funcionales a temperaturas de hasta 50°. En Escandinavia, donde las temperaturas alcanzan los -35°, el arranque en frío, el climatizador, la tracción, el comportamiento de marcha y frenado y el rendimiento de los sistemas de control relacionados con la dinámica de conducción formaron parte del programa de pruebas de los vehículos de preproducción.
Desde laboratorios de impactos y recorridos de resistencia hasta pruebas en condiciones extremas, la combinación de preparación digital y test en condiciones reales está demostrando su eficacia en todos los ámbitos. Esto hace que el proceso de desarrollo sea más preciso y eficiente. En comparación con una estrategia convencional, el plazo de desarrollo del Cayenne Electric se redujo en un 20 %. Al mismo tiempo, estas pruebas virtuales vanguardistas también son más eficientes en el uso de recursos, gracias al menor consumo de materiales.
