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Test Drive BYD Shark 2026, la "doble cabina" del futuro es más eléctrica que híbrida

El vehículo híbrido enchufable más vendido de nuestro país es una camioneta, la BYD Shark, la cual cuenta con un interesante desarrollo mecánico y dinámico que mejora mucho la experiencia de conducir una camioneta tradicional para el usuario común.

Test Drive BYD Shark 2026, la "doble cabina" del futuro es más eléctrica que híbrida

El vehículo híbrido enchufable más vendido del país, de momento es, aunque no lo creas, una camioneta. Se trata de la BYD Shark, un estreno que dio mucho que hablar globalmente, en el contexto de que muchas marcas ya estaban haciendo noticia por sus camionetas electrificadas. Tesla hizo lo suyo, Rivian hizo lo suyo y muchos fabricantes chinos hicieron lo suyo, pero faltaba la palabra de BYD, quienes venían de mostrar los increíbles avances de su marca de lujo Yangwang. 

Y BYD se la jugó, apostando por un formato de camioneta que se vende bien en muchos mercados donde quiere pisar. También lo hizo con un modelo tradicional, de chasis de escalera, con doble cabina y capacidad de carga que alcanza los 850 kilos. Pero el resto es de la cosecha propia, con baterías Blade, propulsor PHEV (o Dual Mode en idioma BYD) que combina un motor 1.5 Turbo y dos motores eléctricos que funcionan como un sistema de tracción AWD. ¿La camioneta del futuro? ¿Qué tan bien funciona la ingeniería de BYD en un formato pick-up? ¿Es verdad que tiene 430 Hp?

BYD Shark: dimensiones y diseño

  • Largo: 5.460 mm
  • Ancho: 1.970 mm
  • Alto: 1.925 mm
  • Distancia entre ejes: 3.260 mm
  • Remolque: 2.500 kilos
  • Pick-up:
    • 850 kilos de capacidad
    • 1.450 L de volumen

BYD no reinventó la camioneta como hizo Tesla. Tampoco hizo lo que muchos fabricantes de China hicieron: copiarle a Ford. Optaron por un diseño muy diferente al de sus modelos de pasajeros, cuadriforme y robusto, pero con toques futuristas, dados por las luces LED que atraviesan el frontal y la tapa del maletero, con una firma luminosa de tres segmentos en cada lado. El logo BYD, como en buena camioneta, se lee grande en el centro de la parrilla, si bien luce extraño, más que nada porque el logo de BYD es más bien delicado y tecnológico, sin las letras gruesas de RAM, por ejemplificar. Las puertas traseras llegan hasta el final de la cabina, lo que permite que visualmente se entienda que la habitabilidad es mejor que en camionetas similares, algo evidente por su largo de 5,46 metros.

Haciendo una cita al mundo de los crossover, todas las zonas bajas tienen revestimiento plástico, lo que ayuda en parte a proteger la chapa. También tenemos guardabarros con el nombre Shark en la parte trasera y un pick-up con barra deportiva, luces y hasta un peldaño oculto (bueno, esto si se lo han copiado a Ford) que ayuda mucho.

Yo creo que BYD pasa la prueba del diseño, principalmente porque buscaron algo diferente, propio y que de alguna manera sea afín a la marca y al formato, incluso con el logo estampado en la tapa del maletero.

Las barras en el techo, las pisaderas, las luces auxiliares en las puertas que iluminan los umbrales y las llantas de 18", así como las mencionadas guarniciones plásticas, hablan bien de quien será el usuario final de esta camioneta.

Y es que, aunque podrías trabajar con ella, la vocación de la Shark es lo recreacional, lo familiar, lo deportivo y el mundo outdoor.

Otros elementos distinguibles de su equipamiento exterior son el opcional de llantas A/T, la iluminación Full LED con encendido automático, follow me home y luces altas automáticas, una rueda de repuesto convencional, espejos eléctricos y lo mejor, 3 enchufes de 220v en la zona de carga, para que enchufes herramientas, gadgets o lo que quieras.

BYD Shark: interior y equipamiento

La principal rival de la BYD Shark es la nueva GWM Poer P500. Pero mientras la P500 está basada en el Tank 500, heredando todo el lujo y confort de este modelo, BYD tomó una ruta diferente, más utilitaria, de buena calidad pero que se alinea mucho más con el mundo de las pick-ups, haciendo una fusión entre lo funcional y lo futurista.

Lo funcional lo vemos en el compartimiento sobre la guantera, las asas que rodean la consola central (o las manillas de ayuda para subirse), un buen espacio portaobjetos bajo el apoyabrazos y también buenos espacios en las puertas. Si echamos de menos el típico espacio bajo el selector de la transmisión (el famoso "puente chino") pero está bien. Todo el interior es negro y de materiales que lucen bien, pero que también se perciben fáciles de mantener limpios.

Lo futurista viene de la mano de las pantallas, los acentos rojos, las luces LED en el techo y el selector de la transmisión donde se reúnen todos los botones principales de la Shark. Incluso, una teclera estilo "militar" esconde el botón de encendido. Quizás no está todo tan ergonómicamente dispuesto, pero al menos tenemos botones para subir o bajar el volumen, activar la climatización y otras características. Los modos de manejo están ubicados en dos perillas en la parte baja del volante, de fácil acceso.

La pantalla de 12,8" es rotativa como en todos los BYD y es impulsada por el mismo sistema operativo. Eso significa que tenemos Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico, audio Dirac de 8 parlantes, cámara en 540° y apps como Stingray Karaoke o el mismo Spotify, el cual puedes usar con un plan de datos, ya que soporta 4G. Salvo por algunos íconos o funciones, el sistema funciona correctamente y esta, dentro de todo, bien traducido. Por supuesto que hay funciones a las que cuesta un poco más acceder, pero esto no es nada al lado de otros sistemas. También se equipa acceso vía NFC, climatizador dual con purificador, Head-Up Display, asientos eléctricos y climatizados, entre lo principal.

Las plazas traseras, son de las buenas. Probablemente, la DFSK Z9, la Kia Tasman, la Poer P500 y esta Shark, que casualmente son cuatro camionetas que se estrenaron este año, tienen de las mejores plazas traseras disponibles en una camioneta doble cabina de una tonelada. En el caso de la Shark, no es que sean tan regulables, pero permiten una postura mucho más natural y con un diseño de asiento más anatómico. Los asientos de adelante están bien, con poca sujeción en el cojín inferior y más en el respaldo, vale la pena mencionar.

La insonorización está muy bien lograda, aunque los últimos dias comencé a percibir más ruido aerodinámico en la zona de las ventanas delanteras a velocidades de carretera. 

Y por el lado de la seguridad, ya tiene cinco estrellas de ANCAP, seis airbags y cuenta con todas las asistencias habidas y por haber. Cuenta con manejo semiautónomo de nivel 2, el cual puede trazar "algunas" curvas de mediana intensidad. El sistema de frenado autónomo, te avisa antes con vibraciones en el pedal y con una reacción más sensible del freno. Lo único que no me gustó fue el sistema de luces altas automáticas, el cual "juega" mucho con las luces y que podría eventualmente confundirse con un "cambio de luces" manual como cuando uno quiere avisarle algo al auto que viene en contra o delante nuestro. En algunos casos, incluso parecía una luz estroboscópica: extraño.

BYD Shark: motor y manejo

Una de las cosas más interesantes en la BYD Shark es su tren motriz y configuración de suspensión, el cual se denomina DMO (Dual Mode Off-road). La diferencia que tiene con los otros dos esquemas de BYD (DM-i y DM-p) es que está orientado a su uso en distintas condiciones de tracción.

Todo nace de una carrocería tradicional de largueros donde las baterías van en la parte central, como refuerzo estructural (Cell-to-Chassis). Luego tenemos el estanque de combustible ubicado tras el paquete de baterías. La suspensión, curiosamente, es de doble horquilla en las cuatro ruedas, algo que quizás no trae muchas ventajas en el mundo off-road, si bien los ingenieros señalan que el sistema de tracción es lo suficientemente inteligente como para suplir la deficiencia de no tener la articulación de una camioneta convencional.

En el frente encontramos un motor 1.5 Turbo ubicado de manera longitudinal y acoplado al primer motor eléctrico. El segundo motor está en el eje trasero. La comunicación entre ambos, según declara BYD, es un 30% más rápida que si tuviéramos un diferencial central mecánico activo. En este caso, ambos motores funcionan como un sistema AWD permanente.

Con 430 Hp y 650 Nm de torque, alcanza los 100 km/h en 5,7 segundos. Tienes que tener los neumáticos de calle y el modo Sport activado para que eso ocurra. Con los modos más urbanos, la Shark prioriza el motor delantero, algo que comprobamos al sacarla de cero en un camino de tierra, donde son las ruedas delanteras las que más patinan. Luego, el reparto se equipara. Si activas cualquiera de los otros modos orientados al off-road, el motor a combustión queda encendido, con el fin de poder alimentar con más energía a las baterías, por la demanda de torque y tracción. Aquí, el reparto se equipara bastante, comprobable al colocar la Shark ante algún obstáculo rígido de altura moderada; las ruedas van a patinar más con un modo Comfort o Sport, pero basta con colocar el modo Montaña y lo franquea todo.

También traté de hacer donuts, pero hay mucho peso y cambios de tracción como para sacarla de sus cabales, aunque pisar el acelerador a fondo en caminos secos y rotos con el volante quebrado, genera una sensación violenta de tracción que durante un par de segundos se siente como dominar un caballo chúcaro.

Su comportamiento on-road es muy particular, porque aún sabes que vas sobre una camioneta tradicional, pero es menos nerviosa que cualquier modelo. Además, por la suspensión y el sistema AWD (que brinda tracción y enmascara el peso), es como combinar un auto de rally con un chasis clásico, que entra mejor a las curvas y absorbe mejor los rebotes. Y con el centro de gravedad más abajo, las transferencias de masa son menos perceptibles. O sea, para que se entienda más fácil, tu familia y tus hijos se van a azotar menos, se van a marear menos y tú vas a poder hacer kilómetros más descansado (y manejando un poquito más rápido).

La camioneta pareciera siempre priorizar el manejo eléctrico ante todo. El motor a combustión no participa mucho en manejo diario y eso es bueno porque promedia 10 km/l cuando se usa, que es exclusivamente para cargar la batería o asistir al tren delantero en variadas condiciones de uso, sea manejo en carretera (no siempre) o para cargar la batería. El consumo promediado de la Shark es de 14 kWh/100 kms, y eso está realmente bien. No quita que haya tenido peaks de 30-40 kWh/100 kilómetros o más, cuando se le exige, pero después de una semana de uso, es lo que promedia. 

Otra ventaja es que la Shark es de los pocos vehículos PHEV que soportan carga rápida. La batería es de 29,6 kWh, con tecnología Blade. Casi media hora me tomó cargarla casi completa, a un costo de $7.791, lo que me permite andar casi 85 kilómetros en modo 100% eléctrico. La camioneta podría tener más rango eléctrico, pero se guarda entre 1/4 y 1/5 de su capacidad para que la carga con el motor a combustión sea más efectiva: no puedes acceder a ese margen, salvo que uses la camioneta como un generador, con los enchufes de 220v que tiene atrás, así que cuando llegues al 20%, la camioneta te dirá que tienes 0 rango eléctrico y comenzará a hacer más uso del motor a combustión. El rango completo es de 840 kilómetros: desde Santiago a Valdivia, más o menos.

Entre otras funciones, tiene dos modos de regeneración, dos modos de funcionamiento híbrido (Auto y Save), más los modos de manejo. A los frenos les falta un poco de fuerza y la dirección es algo insípida, pero nada muy del otro mundo.

BYD Shark: resumen

Con un precio de lista de $45.990.000 (+IVA), la Shark se mide casi de tu a tu con la GWM Poer P500 HI4-T en $43.990.000 (+IVA). Son dos camionetas híbridas enchufables con mucho desarrollo propio e identidades propias. La Poer P500 es tecnicamente un SUV de lujo y con un tren motriz pensado primero para hacer off-road antes que como híbrido. La Shark es menos capaz y menos lujosa, pero es más inteligente y tecnicamente es como un auto eléctrico antes que un híbrido enchufable, aunque sorprendera a muchos usuarios por sus capacidades.

No pensemos en faenas, pensemos en el cliente que busca una camioneta por su robustez, su capacidad de carga y por contar con competencias off-road mejores que las de cualquier SUV promedio, para ellos, la Shark será la reinvención de la "doble cabina", con todos los beneficios en consumo que ofrece el tren motriz DMO de BYD y un mejor manejo. Además, demuestra que el segmento de las camionetas, por tradicional que parezca, aun tiene mucho para evolucionar sin perder sus cualidades funcionales.

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