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Grandes Leyendas de la Industria: Hyundai Pony celebra sus "Bodas de Oro"

Un modelo sencillo y sobrio, con mecánica probada y la experimentada mano de Giugiaro detrás de sus líneas, por espacio de una década se convirtió en la punta de lanza de la floreciente industria automotriz coreana.

Grandes Leyendas de la Industria: Hyundai Pony celebra sus "Bodas de Oro"

Hyundai está celebrando por estos días nada menos que el medio siglo de vida desde que empezara a fabricarse su exitoso y recordado Pony, un hatchback compacto de cinco plazas que en los anales de la historia automotriz mundial figura como el primer automóvil ciento por ciento coreano, su nombre se debe a un concurso nacional que duró cinco semanas, recibiendo la friolera de nada menos que 60 mil alternativas. Este modelo combinó un diseño avanzado para su tiempo, con una ingeniería orientada a la fiabilidad y al uso diario.

Si bien la marca data del año 1947, no fue hasta 1968 cuando construyó bajo licencia Ford el modelo Hyundai Cortina, pero sólo siete años después vería la luz el que sería su primer desarrollo propio, el Hyundai Pony. En 1967, cuando el presidente del grupo Hyundai, Ju-Yung Chung, creó la Hyundai Motor, la finalidad era lanzar un desafío a la Shinjin Motor, empresa que dominaba entonces el mercado surcoreano con un modelo producido por Toyota, el Shingsae Corona.

Después que Toyota abandonó Corea del Sur, Chung decidió desarrollar un modelo propio con la ayuda de un programa de gobierno tendiente a incentivar la industria local. Invirtió cien millones de dólares en la construcción de la planta de Ulsan, que debía fabricar 56.000 vehículos al año; muchos, en realidad, si se considera que en aquellos años el mercado interno llegaba solamente a 10.000 unidades.

 Amigos e incluso autoridades de gobierno le aconsejaron que estudiara mejor la factibilidad de su proyecto, considerando también que el grupo Hyundai había invertido entonces otros 63 millones de dólares en la construcción de astilleros navales. Pero Chung hizo caso omiso de tales sugerencias, seguro de que el mercado crecería absorviendo así su producción y pensando, al mismo tiempo, en la posibilidad de exportar. Con todo, la gran apuesta ya era realidad y no había vuelta atrás, por lo que en marzo de 1973 decidió desarrollar su propio modelo de producción, que comenzó a ser fabricado en diciembre de 1975, con las primeras unidades entregadas a clientes en febrero de 1976.

Sin embargo su génesis se remonta al Pony Coupé Concept que la marca presentó en el Autoshow de Turín de 1974, que se caracterizó por ser un modelo rompedor en su época. Lamentablemente, debido a las adversas condiciones económicas mundiales de finales de los 70, el que podría haber sido el primer deportivo de Hyundai no pudo alcanzar la producción comercial y se perdió para la historia.

Este hatchback compacto (hoy sería categorizado como un fastback), fue desarrollado nacionalmente y adaptado a las condiciones de las carreteras coreanas. Sus puntos fuertes eran la durabilidad y la economía en comparación con autos ensamblados. Ello explica porqué se convirtió en un éxito instantáneo en 1976, cuando el número total de autos de pasajeros vendidos en Corea fue de 24.618, de los cuales el Pony aportó con 10.726 unidades ese año, ocupando el 44% del mercado.

En 1982, cuando se lanzó la serie 2, llegó a representar el 67% de las ventas de autos en Corea (tomando en cuenta la combinación de ambas series), ocupando el "Top One" de ventas durante una década hasta 1985, año en que fue reemplazado por el Pony Excel.

¿Cuáles eran las razones detrás de su éxito?

En aquella época, los autos ensamblados fallaban con frecuencia, además los repuestos eran importados, lo que derivaba en reparaciones costosas y largas. En cambio, la producción nacional de las partes y piezas del Pony permitía realizar reparaciones rápidas y a un menor costo. Además, las partes y piezas eran fabricadas en instalaciones de vanguardia, mejorando significativamente su calidad y en paralelo la percepción de los clientes, sobre la calidad de la marca, criticada anteriormente por la baja durabilidad de sus modelos.

Contaba con una cabina funcional y motores eficientes, gracias a tecnología mecánica otorgada por Mitsubishi que se basaba en la arquitectura mecánica del Lancer, lo que posibilitaba un fácil mantenimiento y bajo costo de operación, se comercializó en variantes hatchback de cuatro y dos puertas, station wagon y camioneta.

Fue el primer modelo de Hyundai pensado con un enfoque global, por cuanto al poco tiempo de ser presentado en Corea, comenzó la exportación de las primeras unidades a mercados como Arabia Saudita, Ecuador, para luego dar el salto a África, América Central y del Sur y Medio Oriente, llegando en 1982 a contabilizar alrededor de 60 países en los que tenía presencia, totalizando 67 mil unidades exportadas entre 1976 y 1985.

Ingeniería sencilla pero sólida

Para efectos de adquirir conocimiento práctico, los ingenieros desarmaron un vehículo de muestra y aplicaron técnicas de ingeniería inversa, con las que rediseñaron la suspensión, la dirección, los frenos, los soportes del motor y el sistema de escape. Este proceso formativo permitió al equipo comprender en profundidad la arquitectura del automóvil y sentar las bases para futuros proyectos desarrollados íntegramente en Corea.

El resultado fue un vehículo mecánicamente sencillo, pero de concepción sólida y eficiente. El Pony se ofrecía con dos motorizaciones de gasolina: 1,2 y 1,4 litros, ambas con tracción trasera y potencias de 55 y 68 CV, respectivamente. El propulsor de mayor cilindrada podía combinarse con una caja de cambios manual de cuatro velocidades o con una transmisión automática de tres, una rareza en su segmento en aquella época. Su fiabilidad y facilidad de mantenimiento lo convirtieron en una opción asequible y duradera para los conductores coreanos, reflejando el equilibrio entre rendimiento y economía que definía la filosofía de Hyundai.

La atención al detalle también se extendió a la seguridad y al confort. Desde su concepción, el Pony integró frenos de disco delanteros, columna de dirección colapsable, apoyacabezas en todas las plazas y cinturones de seguridad para los cuatro ocupantes. Antes de su lanzamiento, el modelo fue sometido a exhaustivas pruebas de resistencia estructural, incluyendo impactos frontales a 30 km/h y ensayos de volcamiento, con el objetivo de garantizar la rigidez del chasis y la protección de los pasajeros. Estas pruebas marcaron el inicio del compromiso de Hyundai con la seguridad como eje de desarrollo.

 

 

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