La identidad de una marca de autos va mucho más allá de la insignia, sus ventas o sus logros deportivos. La pasión de los fanáticos es capaz de transformar cualquier rasgo identitario en un objeto de culto y Porsche tiene una riquísima historia basada en estos detalles.
Una de esas obsesiones son los históricos patrones encontrados en las tapicerías de muchos modelos de décadas pasadas. Hoy estamos acostumbrados a que todos los asientos son de cuero sintético o Alcantara, con algún que otro efecto y costuras de color. En cambio, durante los años setenta y ochenta, era muy común pedir un auto con asientos de color o tapicerías de tela que tenían diseños especiales.
En el caso de Porsche, la tapicería Tartán, Pepita o Pasha, fueron telas icónicas que son parte de la historia de la marca a tal punto que podrías usarlas de manera discreta en una corbata, un cojín o una taza, y un fanático sabría deducir que te gusta la marca o eres un conocedor de Porsche.
Porsche acaba de anunciar la reedición de estos tapices, con el fin de que muchos coleccionistas puedan restaurar la tapicería de sus autos y lucir con orgullo estos acabados de época.
"Con la reedición de estas telas cerramos una brecha, porque la mayoría de los clientes desea restaurar sus autos clásicos históricos o más recientes lo más fielmente posible a su condición original", comenta Ulrike Lutz, Director de Porsche Classic. "En este proyecto era especialmente importante para nosotros mantener nuestra promesa de calidad. Lamentablemente, existen muchas imitaciones en el mercado que no son adecuadas como tela para asientos o que pierden su apariencia en poco tiempo. Por eso queremos ofrecer a nuestros clientes nuevamente una alternativa original y probada".
Nueva edición con calidad original
Hoy existen muchas imitaciones de estas telas, pero no siempre quedan iguales y no siempre envejecen bien. El plan de Porsche es que estas telas tengan un certificado técnico exclusivo de la marca y se puedan solicitar como piezas originales, con el fin de que estas puedan combinar con precisión: quizás solo necesitas retapizar una puerta o un asiento, pero al igual que cuando pintas un auto, no debe notarse el trabajo.
"Con frecuencia, el tapicero solo necesita retapizar el asiento del conductor. En estos casos, nuestro objetivo es garantizar que siga combinando con el asiento del pasajero, que normalmente conserva su revestimiento original", explica Lukas Werginz, Gerente de Producto.
Las telas han sido testeadas para que resistan el fuego, los rayos UV y la abrasión por contacto o limpieza, o sea que la calidad se mantenga. Están disponibles en medidas de 1.5 por 2 metros.
Estas telas fueron recreadas siguiendo el archivo histórico de la empresa. Para fines ilustrativos, Porsche también adquirió piezas raras: en Estados Unidos, por ejemplo, los expertos encontraron un asiento de 911 intacto. Tapizado en Tartán verde en 1975, este asiento nunca llegó a instalarse en un Porsche. "Almacenado en un armario a prueba de luz y, por lo tanto, perfectamente conservado, esta pieza new-old-stock fue oro puro para nosotros", recuerda Werginz.
Hay cerca de 10 modelos disponibles para autos que datan desde el 356 C de 1963 hasta el Porsche 911 (993) de 1998. La marca lanzará más ediciones con el tiempo y la demanda.
Pepita, Pasha y Tartán: los famosos patrones de asientos de Porsche
Pepita
A partir de 1963, Pepita estuvo disponible como opción para los asientos del Porsche 356, y dos años más tarde también estuvo disponible para el modelo 911F. Pepita consiste en cuadros que se conectan entre sí mediante rayas diagonales. El nombre del patrón proviene del nombre artístico de la bailarina española del siglo XIX Josefa Durán y Ortega, cuyo seudónimo era ‘Pepita de Oliva’. Se hizo famoso por Christian Dior. En 1947, el diseñador de moda francés presentó sus creaciones y utilizó Pepita para la colección femenina.
Tartán
Las telas de Tartán simbolizan tradición y artesanía, pertenencia y confianza en uno mismo. En 1974, Porsche ofreció tres tartanes exclusivamente en la lista de equipamiento del 911 Turbo. No fue hasta el año 1976 cuando también se ofrecieron en el 911. Los tartanes se caracterizan por su patrón de cuadros, que se crea durante el proceso de tejido utilizando hilos de diferentes colores. En el Salón Internacional del Automóvil (IAA) de Frankfurt en 1973, Porsche presentó un estudio de un 911 RSR Turbo con los centros de los asientos y los paneles laterales en tartán Black Watch. Un año más tarde, Louise Piëch recibió su 911 Turbo plateado ‘No. 1’, que tenía un interior de cuero rojo con tartán McLaughlan en los centros de los asientos.
Pasha
Inspirado en las banderas de cuadros ondeantes, el motivo Pasha es un tributo al automovilismo. Se presentó por primera vez en un Porsche 928 en 1977, en el sur de Francia, y posteriormente se ofreció en los modelos 911, 924 y 944 hasta mediados de los años ochenta. Este diseño vibrante y lleno de energía se convirtió en uno de los interiores más característicos de Porsche. El nombre ‘Pasha’ evoca la imagen de sultanes otomanos descansando sobre mullidos cojines de seda y terciopelo. Los cuadros, al enangostarse y estirarse, crean una ilusión 3D de profundidad muy particular.
