Porsche vuelve a demostrar por qué su historia no solo se conserva, se reinterpreta. La marca alemana presentó un Porsche Carrera GT completamente restaurado y personalizado a través del exclusivo programa Factory Re-Commission, un proyecto que lleva a este superdeportivo a un nivel casi museístico, pero plenamente funcional. El encargo fue realizado a la división Manufaktur por un cliente portorriqueño.
El punto de partida fue un Carrera GT modelo 2005, uno de los deportivos más reverenciados de la era moderna. El objetivo no era simplemente devolverlo a la vida, sino llevarlo a un estado cercano a un “cero kilómetro” y dotarlo de una identidad única. Para lograrlo, el auto fue desmontado por completo en las instalaciones de Porsche, donde cada pieza fue inspeccionada, reacondicionada o reemplazada según los más altos estándares de fábrica.

El corazón del proyecto sigue siendo el legendario motor V10 atmosférico de 5.7 litros, una joya de ingeniería derivada de la competición. Todo el conjunto mecánico fue revisado minuciosamente para garantizar que el rendimiento sea exactamente el que Porsche concibió en su momento: puro, visceral y sin concesiones.
La gran protagonista es la carrocería, que adopta el icónico diseño Salzburg, inspirado en el Porsche 917 que logró la victoria absoluta en Le Mans en 1970. El esquema en rojo indio y blanco, aplicado a mano, rinde homenaje directo a aquella era dorada del automovilismo. Adaptar este diseño a las formas del Carrera GT fue un reto creativo que exigió estudios previos, bocetos y una ejecución artesanal impecable.

Para equilibrar la estética clásica con un enfoque contemporáneo, varios elementos permanecen en carbono negro mate, como el techo, los pilares, los espejos y el difusor trasero. El resultado es un contraste elegante que refuerza la presencia del auto sin romper con su esencia histórica. Las ruedas en negro con el escudo Porsche completan un conjunto visualmente contundente.
En el interior, la personalización continúa con Alcantara roja, aplicada en tablero, volante, puertas y consola central. Los asientos incorporan textil FIA en negro, el mismo material utilizado en el Porsche 918 Spyder, subrayando el vínculo directo con la competición. Incluso el juego de maletas fue diseñado a la medida para este ejemplar único.

Más que una restauración, este Carrera GT Salzburg es una declaración de principios: respeto por la historia, obsesión por el detalle y la certeza de que los íconos pueden reinventarse sin perder su alma.