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Autos clásicos

Mitsubishi restaura el Montero que ganó el Rally París-Dakar de 1985

Para conmemorar el 40º aniversario de este triunfo histórico, Mitsubishi restauró ganador del Rally Dakar 1985 a su estado de funcionamiento original, preservando su historia para las generaciones futuras.

Mitsubishi restaura el Montero que ganó el Rally París-Dakar de 1985

Este año se conmemoran nada menos que cuatro décadas desde que Mitsubishi se coronase como Campeón del Rally París-Dakar en 1985 con un Montero. Fue la primera de doce victorias, gracias a una de las estrellas de los primeros Dakar, Patrick Zaniroli, acompañado por Jean da Silva. Fue un doblete ya que Andrew Cowan y Syer Johnstone acabaron  en el segundo lugar.

Algunos datos para refrescar la memoria: aquel Dakar tuvo una extensión de 10.200 kilómetros, de los cuales 7.450 kilómetros eran tramos cronometrados, pasando por lugares como Argelia, Níger, Malí, Mauritania y Senegal. Mitsubishi trabajó arduamente en aquellos años por tener completamente sus Monteros para la dura competencia. Se tomó la versión corta de tres puertas, conservando el chasis de largueros y travesaños, al tiempo que el eje delantero fue movido más adelante con tal de que el motor tuviera una posición delantera-central. La suspensión trasera rígida fue reemplazada por una de tres brazos, mientras que los paneles de la carrocería eran de Kerlar. Era animado por un bloque turbo de 2.6 litros con cuatro cilindros, que entregaba 225 CV de potencia, gestionado por una transmisión manual de cinco velocidades, y sistema de tracción a las cuatro ruedas. El tanque de combustible admitía 320 litros de capacidad.

Luego del Rally, el vehículo fue enviado por Mitsubishi a su centro de I&D en Okazaki, Japón, donde permaneció intacto por años acumulando polvo, hasta que este año, un grupo de ingenieros de la firma japonesa, especializados en modelos WRC y Dakar tomaron la delicada de volverlo a la vida. Lo desmontaron hasta el último tornillo, revisando el desgaste de cada pieza, luego de décadas de haber estado guardado, arreglando lo necesario, pero conservando lo original siempre que fuese posible. El motor, la suspensión, el sistema de refrigeración y eléctrico volvieron a funcionar correctamente, mientras que sus asientos, carrocería, chasis y tablero se mantuvieron tal cual estaban hace cuarenta años. Un detalle peculiar, es que Mitsubishi no retocó los abollones ni rayones, para que mantuviera las marcas de aquel Dakar ochentero.

Lo anterior habla de la reconexión que está teniendo la marca de los tres diamantes con sus raíces en el automovilismo de alto rendimiento y podría dar algunas luces acerca del desarrollo que estaría teniendo una nueva generación del modelo.

 

Mitsubishi restaura el Montero que ganó el Dakar de 1985

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