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Cómo cambiar un neumático

Recomendaciones a seguir para cuando sufras un nefasto pinchazo

Cómo cambiar un neumático

 

Todos hemos estado en esa situación. Vas manejando y de la nada, comienzas a sentir como la dirección se va más para un lado que para otro. También, alternamente pudiste haber caído en un bache y el neumático haberse roto o la llanta haberse deformado. Después, el característico sonido de golpeteo se hace presente. Tu neumático está desinflado o ha sufrido un pinchazo: Es momento de cambiarla por la de repuesto.

Es por esto que preparamos una serie de instrucciones a seguir, y fáciles de recordar, para que cuando se presente esta situación lo puedas hacer de la manera más eficiente, rápida, y por sobre todo, segura.

 

 

El primer paso es hacerte a un lado del camino. Hazlo de forma en que los autos a tu alrededor sepan lo que está pasando y lo que vas a hacer. En estos casos lo mejor es utilizar las intermitentes en todo momento.

Baja del auto y revisa qué neumático es el que se ha pinchado. Después abre tu maletera o donde estén guardadas tus señales y ubícalas a 20m antes y 20m después de donde estés estacionado. De esta manera, los autos que vengan de un sentido o del otro, podrán ver que algo más adelante sucedió y tendrán espacio suficiente para maniobrar.

Este es uno de los puntos más importantes y que las personas ignoran. Si posicionas las señales reflejantes pegadas al auto, cuando un conductor vea lo que sucede, será demasiado tarde como para hacer algo al respecto. Así que evita accidentes y camina 20 pasos amplios de tu auto para colocar ambas señales. Si cuentas nada más con una, ubícala en el mismo sentido de la pista en el que estés detenido.

 


 

Una vez puestas los intermitentes, regresa al auto y revisa que hayas accionado el freno de mano o de pie, según sea el caso, y que si es un auto manual esté en primera velocidad estando apagado o si es automático, entonces en Parking (P). También busca al lado del camino una piedra que puedas fijar entre uno de los neumáticos y el pavimento. Así, en caso de fallar la velocidad o el freno de mano, el auto no caiga al estar elevado sobre la gata. Si el neumático con el problema es uno delantera, entonces pon la piedra en una de las traseras. Si la llanta pinchada es una trasera, entonces en una de las de adelante. Fíjate hacia dónde está la pendiente de la calle o autopista y pon la piedra de ese lado para que no pueda rodar.

 

 

Ahora sí, manos a la obra. Lo primero es sacar y revisar que cuentes con toda la herramienta adecuada: gato, llave de cruz, llanta de emergencia y en todo caso, fijarte en no perder las tuercas de seguridad.

Utilizando el maneral o en su caso, la llave de cruz. Afloja ligeramente las tuercas girándolas hacia la izquierda (viéndolos de enfrente). Sólo gíralas un poco para que sea más fácil, pues el piso se encargará de evitar que la llanta ruede sobre su eje.
 
Mete el gato al costado del auto y cerca de la llanta afectada pero no muy cerca pues tampoco te dejará maniobrar. Generalmente los autos nuevos tienen un lugar específico marcado debajo de la carrocería que indica dónde apoyar el gato.

Ahora sí es tiempo de levantar el auto, pero antes de hacerlo, revisa que todos los demás pasos anteriores hayan sido efectuado adecuadamente. Si tu gato es de manivela, entonces gírala en el sentido de las manecillas del reloj, o sea a la derecha. Si es hidráulico, entonces nada más levanta la palanca. Es importante que la parte del gato que apoya abajo, esté completamente paralela al piso o lo más posible, si no puede resbalar y hacer caer tu auto.

 

 

Tienes que levantar el auto bastante, pero sin exagerar. Simplemente revisa cuándo puedes retirar la llanta pinchada y levántalo un poco más pues la llanta de emergencia estará llena de aire y necesitará más espacio para entrar.
 
Ahora sí, termina de aflojar y retira las tuercas. Comienza por los de los costados, dejando que el superior detenga la rueda. Si las tuercas están muy apretadas, puedes utilizar el pie, pero con cuidado de no resbalar. Incluso puedes recargar todo tu peso si la llave de cruz está bien puesto.

 


 

Retira por completo la llanta y llévala al lado del camino o directo a la cajuela de tu auto. Recuerda que las llantas giran y por eso no es necesario que las cargues durante el recorrido, simplemente ruédala hasta donde sea posible. Esto te ahorrará energía y trabajo innecesario. Regresa también rodando la llanta de emergencia.

Una vez en posición, alinea más o menos los espacios de la llanta con los pernos apoyando la misma en el suelo para que no tengas que cargar y girarla. Acomoda la llanta y fíjate que todos los espacios tengan su respectiva tuerca en el centro. Una vez logrado esto, simplemente ayúdate con tu pie para mantenerla mientras, con la mano, pones la tuerca que esté más arriba en su lugar. Este movimiento será inverso al que hicimos anteriormente, o sea para el lado derecho observándolo de frente para apretarlo. No es necesario llegar hasta el final. Es sólo para que la llanta no se caiga y te facilite el trabajo.

 

 

Acomoda el resto de las tuercas también primero utilizando tu mano y una vez que estén todas en su lugar, puedes apretarlos sólo un poco con la llave de cruz. Revisa que la llanta se haya ajustado bien y que esté perpendicular al suelo o que no esté inclinada.

Ahora sí, puedes regresar a la gata y bajar tu auto. Aquí otra vez, si tu gato es hidráulico, bájalo lentamente y con cuidado de la manera en la que se indica en sus instrucciones y si es de manivela, gírala simplemente en contra de las manecillas del reloj o a la izquierda. Deja que apoye suavemente la llanta y continúa bajando más tu gato para que pueda salir.

Ya casi terminamos. Sólo apretar bien las tuercas, pero para hacer esto existe un orden que tienes que seguir para no deformar la llanta y que quede realmente seguro. Esto consiste en hacer movimientos cruzados. Es decir, aprietas la tuerca de más arriba y en lugar de seguir un orden circular, tienes que continuar con la tuerca contraria al centro de la llanta. Si observas la imagen, podrás entender mejor.

 

 

Una vez apretadas todas, repasa una por una en el mismo orden, sólo para revisar que hayan quedado bien todas y que no se te haya olvidado alguna.

Ahora sí, guarda la otra llanta en la maletera y recoge la herramienta. No te olvides de las señales reflejantes, pero que esto sea lo ultimo que guardes. Si el auto quedó demasiado recargado en la piedra, entonces puedes echarlo a andar y retroceder o avanzar según sea el caso, para liberarla. Recuerda no dejarla en el camino pues otros autos pueden pasar sobre ellas y causar un accidente. Déjala a un lado del camino y fuera del alcance de los otros autos. Ahora sí recoge las señales, guarda todo en su lugar para que lo puedas encontrar de nuevo fácilmente, sube a tu auto y andando.

La mayoría de las llantas de emergencia, sirven para circular a no más de 80Km/h y a una distancia no mayor a 200km así que circula con cuidado y lo más rápido posible a una vulcanización o tienda de neumáticos para que reparen tu neumático o compres una nueva.

 

 

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