Fue a mediados de 2014 cuando Subaru lanzó su programa "Prominence 2020", con el que planteaba un crecimiento de las ventas en un 20% y su propuesta de modelos futuros, que incluía tecnología híbrida y eléctrica. La puesta en marcha real del proyecto llegó el año pasado con el lanzamiento de la quinta generación del Impreza, el primer modelo de esta nueva era para la marca que aterrizó en Chile hacia fines de 2016.
Y ahora arriba a Chile el segundo de esos autos, que como era obvio de esperar, es el XV, el crossover nacido y derivado del Impreza en 2010, pero que ahora con esta segunda generación comienza a tomar vuelo propio, tal como en su momento lo hizo el Outback al desprenderse de la herencia Legacy.
Obviamente que entre el Impreza y el XV siguen habiendo similitudes incuestionables como también las hay entre Legacy y Outback, partiendo por el diseño y continuando por la base mecánica. ¿Pero qué marca no lo hace en esta época donde la rentabilidad industrial se sobrepone a cualquier intento de ofrecer productos individuales y exclusivos?
Aún así, el nuevo Subaru XV apuesta por algo distinto al Impreza, más lúdico, maduro y funcional por sobre la propuesta urbana y juvenil de su hermano, por lo que ambos modelos deberían convivir en paz y armonía por los tiempos de los tiempos.
La base modular
El Prominence 2020 se basa en el lanzamiento de una nueva plataforma modular global (SGP) sobre la que se construirán todos los Subaru del futuro hasta 2025, y es esa base mecánica la que da vida al nuevo XV y también al Impreza 2017, cuya prueba de manejo puedes leer aquí.
Subaru declara que la rigidez de esta base aumenta entre un 70 y 100% respecto de los modelos anteriores de la marca, y mientras que el mayor uso de aceros de ultra alta resistencia les permite mejorar en un 40% la resistencia a los impactos. Obviamente que es más ligera, pero la marca no entrega esas cifras.
La arquitectura también es más innovadora, con un centro de gravedad que está 5 cm más bajo. Debido a que la marca ancló la suspensión a elementos rígidos, se controlan mejor los movimientos, se eliminan las sacudidas propias del viaje y se rebaja el balanceo en curvas, elevando con ello el confort de marcha.
El nuevo XV de segunda generación se presentó en el último Salón de Ginebra de este año como sustituto del modelo lanzado en 2012 y actualizado en 2015 (aquel XV de 2010 nació como una variante "aventurera" del Impreza Sport). Subaru indica que el 95% de las partes del modelo son totalmente nuevas.
Las medidas han cambiado. Esta generación mide 4.465 mm de largo, esto es 15 mm más que el XV al que reemplaza. También crece 20 mm en el ancho hasta los 1.800 mm, mientras que la altura se mantiene igual en 1.615 mm. Sin embargo, el mayor incremento de tamaño se produce en la distancia entre ejes, al llegar a 2.665 mm, esto es 30 mm más que en el viejo XV.
El resideño se aprecia con mayor fuerza en el frontal, con una parrilla más plana y con un nuevo entramado, y en los nuevos focos horizontales y estilizados que incorporan luz diurna y focos full LED adaptativos en las versiones más altas.
Los pilares A son más angostos y están levemente más recostados, el capó es más corto y se agregan líneas de carácter laterales para acrecentar la sensación de dinamismo, y hay nuevas llantas de doble tono de 17 y 18 pulgadas.
En la zaga se sigue esta tendencia con un nuevo spoiler en material negro, un nuevo diseño de maleta que ofrece una mayor apertura (100 mm más grande en la parte baja), y focos traseros LED muy estilizados.
La marca indica que el volumen del maletero aumenta levemente hasta los 345 litros, mientras que se mantiene el despeje al piso en torno a los 22 centímetros, una buena cifra para un crossover.
La propuesta mecánica
Bajo el capó se ofrecerán los mismos dos motores bóxer de cilindros opuestos que en el Impreza, el FB16 y el FB20, éste último totalmente nuevo.
El primero utiliza la base del 1.6 litros anteriores, pero según la marca fue mejorado para ganar eficiencia. Eroga 116 caballos de fuerza y 150 Nm de par a las 3.600 rpm. El segundo es una nueva generación del 2.0 litros de cuatro cilindros, esta vez con inyección directa y una mayor relación de compresión de 12,5 a 1. Eroga 154 Hp (seis caballos más) y 196 Nm de par a las 4.000 rpm (200 rpm más abajo que antes).
Ambos bloques estarán asociados a la misma caja automática CVT Lineartronic, que en esta nueva generación ofrece el sistema Shift Control, que ante aceleraciones más bruscas simula de mejor manera los pasos de marcha de una caja convencional. Asimismo, en las versiones 2.0 dispondrá de paletas detrás del volante y una relación de siete marchas.
Como todo Subaru, dispondrá del sistema de tracción total Symmetrical All-Wheel Drive con el X-Mode, que incluye control de descenso y control de tracción incrementado para baja adherencia. Asimismo debuta el Active Torque Vectoring, un sistema de reparto de par entre las ruedas para mejorar el dinamismo conductivo.
Como adicionales, todos los XV cuentan con frenos de discos ventilados en las cuatro ruedas, asistente de partida en pendiente y freno de mano eléctrico.
El debut del EyeSight
Antes de meternos de lleno en las configuraciones, vamos a hablar del EyeSight, un sistema de asistencias a la conducción que ayuda a prevenir accidentes, que ha sido premiado en muchos mercados desde su lanzamiento hace ya algunos años.
El EyeSight funciona a través de dos cámaras frontales capaces de ver hasta 100 metros de distancia, y a través de esta información ofrece seis funciones de asistencia.
El primero es el Freno de emergencia, que funciona de manera óptima hasta los 50 km/h; el Control crucero adaptativo es capaz de mantener la distancia con el auto que antecede hasta en cuatro distancias prefijadas, y el Gestor de acelerador previo a colisión corta la aceleración al detectar un obstáculo al frente.
Como cuarta función está el Aviso de arranque de vehículo precedente, que avisa cuando uno, distraído, no se fija que el auto que antecede ya avanzó; la Advertencia de cambio de carril funciona con líneas visibles a ambos lados del camino, y el Aviso de vaivén en camino es perfecto para quienes comienzan a quedarse dormido y van de lado a lado por el camino.
Otras funciones de seguridad son el SRVD o Subaru Rear Vehicle Detection, que ofrece asistencia de cambio de carril, aviso de punto ciego y aviso trafico cruzado, y con éste disponible existe el frenado autónomo de reversa, que opera con sensores traseros y son capaces de frenar el auto desde los 15 km/h, siendo plenamente efectivo desde los 8 km/h.
Una última ayuda es el High Beam o Asistencia de luces altas, que percibe la presencia de un auto al frente (a favor o en contra) y baja automáticamente las luces altas.
En el interior destaca una mejor materialidad, butacas de nuevo diseño con mayor soporte lateral, volante de nuevo diseño, molduras cromadas y símil fibra de carbono, y pedalera de aluminio.
También nuevas son las pantallas multifunción, tres en las versiones más altas. La de infoentretenimiento crece de 6,2 a 6,5 pulgadas para las versiones de base, y de 7 a 8 pulgadas para las variantes altas; la pantalla de información superior crece a 6,3", y entre los marcadores debuta una nueva de 4,2", aunque sólo estará disponible en las versiones mayores.
Los paquetes de equipamiento
Subaru venderá el XV en seis versiones con tres paquetes de equipamiento.
Ambos motores tendrán variantes de entradas denominadas CVT. La versión 1.6 ($14.990.000) incluye siete airbags, sistema de tracción X -Mode, control de estabilidad, frenos ABS y EBD, Hill Holder, freno de mano eléctrico, neblineros, llantas de 17", pantalla central de 6,5" con conectividad a Android Auto y Apple CarPlay (nuevo en el modelo), radio con 4 parlantes, cámara retroceso, bluetooth y paquete de ecocuero para volante y palanca de cambios.
La variante 2.0 CVT ($16.790.000) añade a eso paddle shift, control crucero, seis parlantes, sensor de luz y lluvia.
La variante 2.0 Dynamic ($17.990.000) añade llantas de 18", focos Full LED adaptativos, espejos retráctiles, climatizador dual, pantalla central de 8", display multifunción de 6,3", pedalera de aluminio y smarth key. Con el EyeSight, esta variante sube $600.000 hasta los $18.590.000.
La 2.0 Limited ($19.790.000) agrega el asistente de luces altas, el SRVD, sunroof, asientos de ecocuero y eléctrico para el conductor, navegador TomTom y espejo retrovisor con función día/noche. El EyeSight con el Frenado Autónomo de Reversa cuesta $700.000 en esta versión ($20.490.000).
Por nueva política de Inchcape, Subaru no entregará una estimación de ventas, pero hasta la actual generación se habían comercializado más de 10.000 unidades, con 160 por mes sólo este año, y como el alza de precios no supera el 10% (15% con el EyeSight), la expectativa ahora es aún mayor.
Subaru XV 2017 (Crosstrek 2018)