Según el pronóstico de Boston Consulting Group, para 2030, la mitad de los automóviles del mundo serán eléctricos o híbridos.
Este panorama sucederá en gran parte por las regulaciones ambientales de la mayoría de los países, la disminución de los precios de esta clase de vehículos, así como el incremento de la autonomía y el menor tiempo de recarga.
Sea o no la mayoría del parque vehicular mundial, es un hecho que estamos viviendo una revolución tecnológica enfocada en la movilidad que está desplegando a los vehículos accionados únicamente por un motor de combustión interna, mismos que dominaron la industria automotriz durante más de un siglo.
Es importante señalar que la abolición de los clásicos bloques alimentados por gasolina o diesel no desaparecerán en la menos un par de décadas, ya que la mayoría de los vehículos electrificados del futuro serán híbridos, que como sabemos estos funcionan combinando la energía de uno o más motores eléctricos y uno de combustión interna.
Dentro de esta transición en la movilidad, China será el país que encaminará la adopción de automóviles electrificados, debido a los altos índices de contaminación, el alza en los impuestos y costos de la gasolina, así como las regulaciones gubernamentales.
Por su parte, Estados Unidos está haciendo lo propio con los bajos costos de la electricidad, los estímulos fiscales del gobierno federal y estales, y los hábitos de los automovilistas. En cambio, en Europa la transición será más lenta en la mayoría de los países.