El año 2003 fue el momento en el que el Ford EcoSport nació, combinando una estética de SUV tradicional, pero en un empaque más pequeño. Esto no era nada nuevo, ya lo habíamos visto en el Suzuki Sidekick/Nomade a principios de los 90 y también lo vimos posteriormente en el Daihatsu Terios. Sin embargo, mientras algunos de estos pequeños SUV crecieron, la tendencia fue cambiando. Hoy en día, la mayoría de los SUV y crossovers cuentan con la rueda de repuesto bajo el maletero y su diseño es más cercano a una station wagon o a un hatchback que a un vehículo utilitario. Volviendo a la EcoSport, fue un éxito, además que cimentó una tendencia que sería creciente en el tiempo, especialmente desde Brasil hacia Latinoamérica: los crossovers compactos y económicos, derivados de compactos, pero forrados en plástico.
Claro que el éxito del EcoSport fue tan positivo, que sirvió para hacer una segunda generación. Y como también fue muy buena, ahora ya no solo es un producto para Latinoamérica, sino que también para ser exportado a Estados Unidos, aprovechando el boom de los crossovers y SUV compactos. Y esto es muy bueno, porque Ford se vio obligado a elevar los estándares de EcoSport, por lo que a la larga se disfruta de un modelo mucho más confortable y equipado.
En el caso de nosotros, tomamos una versión Freestyle 1.5 con transmisión manual, avaluada en $12.590.000.
A tono con la familia Ford
Como es habitual, comenzamos con las dimensiones. El ancho (1.765 mm) y la altura (1.693 mm) se mantienen de la versión anterior, mientras que, gracias a una trompa más prominente, la longitud creció en 2,8 cm hasta 4.269 mm. El despeje sigue siendo de 20 centímetros, aunque las ruedas hayan cambiado su tamaño. Son dimensiones que lo acercan a autos como el Renault Captur (ligeramente más corto y más ancho) o al Chevrolet Tracker (marginalmente más grande). Otros rivales podríamos encontrarlos en el Jeep Renegade, el Chery Grand Tiggo, Suzuki Vitara, Hyundai Creta, Nissan Kicks y quizás, con más valor, el Mazda CX-3 y el Honda HR-V.
En cuanto al diseño exterior, básicamente sigue teniendo la misma silueta de la EcoSport anterior, sumando nuevos juegos de llantas de 16 y 17 pulgadas y un bisel cromado a la altura de la cintura en algunas versiones. La zaga tampoco cambia, manteniendo su firma de estilo con el neumático de repuesto colgado del portalón, herencia del modelo anterior y un guiño a los off-road del pasado.
Lo más evidente claramente es la parrilla frontal trapezoidal, la cual no ha sido del gusto de todos, si bien a nosotros nos gusta bastante porque le da una imagen más imponente y más fresca. Se suman también nuevos neblineros, los ópticos con tecnología LED y un capot con nervaduras más marcadas. En el caso de nuestra versión Freestyle, se busca entregar un look más deportivo pero enfocado en lo aventurero, por lo mismo las llantas no son de aleación, pero son pintadas de color grafito, al igual que las manillas de las puertas y las carcasas de los espejos, al contrario del pack Titanium, muchísimo más refinado y con más accesorios cromados o pintados en color aluminio (como la defensa inferior delantera). El vibrante color azul de nuestra unidad, también es una novedad en la paleta de la gama y le luce muy bien al modelo, entregándole energía y vitalidad, considerando que es un modelo de perfil joven.
Un detalle que es bueno mencionar, es el maletero, para quienes se han olvidado un poco de lo que es tener una rueda de repuesto colgando atrás. Por altura y peso, esto significa que el portalón debe abrirse de manera lateral, algo que es un tanto incomodo hoy en día y que además expone la rueda de repuesto a los amantes de lo ajeno, sin contar de que añade un par de centímetros extra al largo del auto, que no estamos siempre acostumbrados a considerar en maniobras de retroceso, por lo que querrás extremar medidas. Este maletero tiene una capacidad de 362 litros, ampliable hasta los 1.178 litros con un piso relativamente plano y con un fondo falso, cubierto por una bandeja que puedes ajustar. Si bien es una mejora, no le alcanza para igualar los maleteros de algunos de sus rivales, la gran mayoría sobre los 400 litros. Por ejemplo, el Captur logra 455, mientras que Tracker, sobre 500.
Cambios drásticos en el interior
Al subirnos a la EcoSport nos damos cuenta de que tanto los asientos como el diseño general del torpedo, clúster y comandos ha cambiado por uno más moderno y de mejor aspecto, comparado al diseño anterior, sacado casi calcado del Ford Fiesta. De hecho, prácticamente lo único que se mantiene son los aireadores laterales y los paneles de las puertas, pero lo demás cambia radicalmente.
Al centro, encontramos una gran pantalla de 8" donde podemos operar el sistema multimedia Sync3 de Ford, el que incluye soporte para smartphones, navegador, dos puertos USB, bluetooth y puerto auxiliar, así como 7 parlantes.
Si bien, la versión Titanium con paneles bicolor, tapiz de cuero e insertos color aluminio, es la que refleja la mayoría de los cambios en calidad, lamentablemente el modelo Freestyle sacrifica parte de ese refinamiento en un habitáculo completamente negro, con insertos en negro brillante y polímeros más blandos y de mejor armado, pero que a primera vista no lucen tan finos como en las fotos. Damos garantía de que el fit & finish es bastante mejor, pero un poco de color (manillas de aluminio por ultimo) en todos los modelos, no le habrían hecho daño para añadir contraste.
El clúster, llama la atención no solo por su completo computador a bordo, provisto en una pantalla a color de 4,2 pulgadas, sino porque al apagarse, queda todo completamente negro y oscuro, incluyendo las agujas y relojes, como si fuese toda una unidad integrada digital, que, al look, aporta.
Los asientos, si bien son más grandes, son de banca muy plana, lo que no ayuda al agarre lateral, condición que se replica en los traseros, con capacidad para 3 ocupantes (2 adultos) y buen espacio para los pies, si bien como sabemos, es mejor mandar al más chico al medio. Estos vienen tapizados en una mezcla de ecocuero con tela. Al volante, Ford declara haber mejorado la sensación de visibilidad, gracias a unos pilares frontales más delgados, lo que, en realidad, no se nota mucho. Si, la alta postura (para darle una sensación más de todo-terreno clásico) empodera al conductor en maniobras y te hace sentir como que vas en un auto más grande. Hacia atrás, la visibilidad se sigue manteniendo como un punto negativo, por la rueda de repuesto y los pilares gruesos, que hacen que cueste tomar en cuenta las proporciones del auto.
De equipamiento, no echamos de menos nada mucho. Ya mencionamos el poderoso sistema multimedia y el computador a bordo, pero también tenemos espejos eléctricos con intermitentes, alzavidrios one-touch, 6 Airbags, controles de tracción y estabilidad, anclajes ISOFIX, asistente anti-vuelco, asistente de arranque en pendiente, monitor de la presión de los neumáticos, climatizador electrónico y volante de cuero de nuevo diseño y con comandos para la radio, el computador a bordo y el control crucero, así como sensor de retroceso, entre lo principal. El modelo Titanium agrega encendido automático de luces y limpiaparabrisas, sunroof, asientos de cuero, cámara de retroceso, radar de punto ciego, sistema de audio Sony y espejo interior electrocromático, entre lo más notable.
El punto más alto del EcoSport tiene que ver con la considerable mejora en aislación acústica y la suavidad de todos sus componentes. Pedales de buen recorrido y poco esfuerzo, una dirección amistosa, una caja de cambios suave, así como los nuevos materiales y refuerzos, nos blindan completamente del ruido del motor, las turbulencias aerodinámicas, el ruido de rodaje y otros, ayudando ostensiblemente al confort, una muy grata mejora que se nota apenas emprendemos marcha.
Mecánica suficiente, manejo suave
Ford ha decidido que es un buen momento para jubilar su anterior 1.6 y reemplazarlo por una unidad Dragon de tres cilindros, 1.5 litros, 123 Hp y 151 Nm de par, que se asocia a una transmisión manual de 5 velocidades. Si bien es un motor pequeño, funciona bastante mejor que el 1.6 que reemplaza, pero sigue siendo una unidad de entrega justa. Para la ciudad, es un propulsor diligente y más que suficiente, pero en carretera o para viajes largos, o demandas un poco más altas, se resentirá. La transmisión manual de 5 velocidades está bien escalonada para sacarle trote al motor, pero es de una entrega extremadamente progresiva, de seguro para maximizar el consumo y no llevar tan exigido el pequeño bloque, así que podría ser que te veas "remando" un poco la caja para ponerla en su mejor punto.
Los consumos de este motor son de promedio para carretera de 15 a 16 km/l (a 110 km/h, bordeando las 3000 RPM) lo que está dentro de nuestro rango de 2 km/l de diferencia con lo que se homologa en el 3CV (laboratorio). En ciudad, los consumos oscilan alrededor de los 10 km/l. Es más económico que un Hyundai Creta, no así que un Renault Captur.
Dinámicamente hablando, Ford señaló en el lanzamiento de EcoSport que optimizó el funcionamiento de la suspensión con amortiguadores de mayor recorrido (17 mm), y la inclusión de nuevos bujes y resortes más rígidos. Así, la rigidez torsional aumentó en un 5%, la rigidez en el eje posterior, un 5%, se mejoró en un 15% la absorción de impactos, se redujo en un 40% las vibraciones en el volante, y se mejoró la aislación general del habitáculo en un 15%. Esto se nota en la insonorización, pero también en cómo se conduce en ciudad, entregando un manejo muy parejo, con un rólido muy controlado y que ayuda también a frenadas más limpias, así como una sensación bastante grata de amortiguación que aísla un poco de baches.
Palabras al cierre
De todas las versiones a considerar del EcoSport, en cuanto a una relación precio/equipamiento, el modelo Freestyle es la versión a tener. No vale la pena llegar a los 15 millones por un Titanium automático, ya que por esos precios ya nos encontramos con ofertas mejores. Pero entre los 11 y 12 millones de pesos se transforma en una alternativa bastante interesante. Tendrás que obviar la capacidad de maletero, la apertura de maletero y el motor, pero si contamos todo lo que tiene en seguridad y tecnología, así como su buena calidad de rodado, se transforma en un excelente punto de partida para quienes quieran tener su primer SUV y quieran además sentirse como en uno, gracias a su posición alta de manejo.
Sabiendo que es un top seller en muchos mercados y que en Chile también ha tenido una buena acogida, esta nueva versión del EcoSport solo suma características para ser aún más atractivo, con un motor más económico y mejor calidad general como producto.