Yo no soy muy fanático de las motos, si me permiten confesar. Sin embargo, coincidirás conmigo y con nuestro equipo, en que hay motos que sencillamente te quitan el aliento y algo más. Entre esos iconos de del motociclismo, está la legendaria Suzuki GSX1300R, o como la conocemos varios, la Hayabusa.
Esta motocicleta, nacida en 1999 se fabricó para ir tras la que en ese tiempo era la más veloz entre las motos deportivas, la Honda CBR1100XX Super Blackbird. Las ambiciones de Suzuki eran tan grandes que hasta su nombre se le debe a la competencia, puesto que Blackbird, en español, significa Mirlo (o Tordo, en otras regiones) y el ave que caza a esta especie, es el Halcón Peregrino, o Hayabusa, en japonés. Y no olvidemos que el Halcón Peregrino, cuando baja en picada por su presa, puede alcanzar velocidades muy parecidas a las de la moto de Suzuki.
Su motor es muy similar al que podríamos ver en un auto, un cuatro cilindros de 1.3 litros y 16 válvulas, logrando cerca de 170 Hp de potencia, revveando fuerte hacia las 9 mil revoluciones. Si a esto le sumamos una inusual carrocería, de trabajada aerodinámica (aunque un tanto incomprendida de diseño en su época), nos queda claro el porqué de su impacto inicial. Y fue tanto, que a la moto de Honda le sacó entre 16 a 23 km/h de ventaja, con una velocidad final digna de un superdeportivo, entre 303 y 312 km/h. Esto quedó documentado en el libro de los Record Guinness, y menos mal, puesto que en Europa no vieron con muy buenos ojos esto y decidieron hacer un "pacto de caballeros" para limitar todas las motocicletas a una velocidad máxima de 300 km/h, con miedo a que esto desatara una ola de velocistas arriesgados. Todas las Hayabusa fabricadas después del pacto, vienen limitadas electrónicamente a esa velocidad, por lo que las primeras, hoy en día son objeto de colección.
La Hayabusa no es tan solo una moto rápida. Tal como ha sido la filosofía de los japoneses con sus propios autos deportivos, la moto de Suzuki era amigable para conducir en ciudad, sofisticada en parte, pero lo suficientemente sencilla como para ser modificada, preparada y mantenida sin mayores complicaciones. Doblaba bien, frenaba bien, amortiguaba bien y se mostraba muy equilibrada para lo que podía en realidad hacer.
En 2008, la Hayabusa se sometió a un restyling, con mejoras en el motor y en su diseño. Lo único que no pudo ser mejorado, era su nivel de emisiones, la misma razón por la cual se le ha cortado las alas a tantos deportivos del mundo motor. Y llegando al 2019, la Hayabusa no podrá ser comercializada más.
¿Qué le queda a la 1300R antes de su fin? El stock restante se comercializará en Estados Unidos, mientras que, en India, donde se ensambla vía kits CKD, podrá ver su vida prolongada hasta el 2020, principalmente porque en India aún no se alinean con las normas de Europa (la Euro 4). Se rumorea fuerte, que Suzuki resucitará al Halcón, con un motor Turbo, para que pueda recuperar el trono perdido en manos de Ducati y Kawasaki, pero por ahora, sin ninguna oficialización de nada, el Halcón Peregrino de Japón volará lejos para hacerse leyenda, como la moto más rápida del Siglo XX.