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Mitos y realidades de la degradación en las baterías de los autos eléctricos

La vida útil de estas, tienen que ver con su fabricante, el auto en el que se utilizan, software de gestión y claro, su refrigeración.

Mitos y realidades de la degradación en las baterías de los autos eléctricos

Dentro del mundo de los autos eléctricos se habla mucho de la autonomía, pero no de la duración o vida útil de las baterías. Y es que, al estar conformadas de litio, como las que usan muchos aparatos eléctricos recargables (teléfonos, computadoras, tablets, taladros, etc), con el paso del tiempo la batería va perdiendo su optimo desempeño, lo que provoca que se descargue más rápido que antes.

Esto quedó comprobado una vez más en un estudio realizado por la compañía de flota y telemática Geotab, que se dio a la tarea de examinar el performance de las baterías de más de 6,000 baterías de autos eléctricos, que abarcan todas las principales marcas y modelos.

No obstante que se pudiera pensar que el deterioro de un paquete de baterías es elevado, la realidad es que el uso y las recargas no es tan elevado. De acuerdo con el estudio, la perdida de capacidad es de un 2,3 por ciento por año. Por lo tanto, un automóvil eléctrico con una autonomía de 250 kilómetros, pierde alrededor de 30 kilómetros en un lapso de cinco años.

Es importante mencionar que esta cifra es un promedio, ya que algunos modelos se degradan más rápido que otros. Lo anterior se debe a dos posibles contribuyentes que son la química de la batería y la gestión térmica.

Si bien los vehículos eléctricos usan baterías de iones de litio, existen muchas variaciones diferentes de las químicas de iones de litio (la diferencia más destacada son los materiales utilizados para los electrodos). Así pues, la composición química de una batería influirá en cómo responde al estrés. Además de la química celular, las técnicas de control de temperatura difieren entre los modelos de vehículos. Igualmente, una distinción importante es si la batería se enfría y/o calienta por aire o por líquido.

Por ejemplo, si se compara el sistema de enfriamiento por líquido del Tesla Model S 2015 y el sistema de enfriamiento por aire pasivo del Nissan Leaf 2015, la tasa de degradación es de promedio de 2,3 por ciento en el Tesla, y de 4,2 por ciento en el Nissan. Una buena gestión térmica significa una mejor protección contra la degradación.

Otra razón de las diferencias en el estado de la batería entre los fabricantes es cómo se controla el sistema de carga. Operar una batería casi llena o vacía tiene implicaciones en el estado de la batería. Para limitar este efecto, muchos fabricantes agregan un buffer, evitando efectivamente el acceso a los extremos del sistema de carga. 

Además de esta protección en el extremo superior e inferior del rango de la batería, se recomienda detener la carga diaria normal a un nivel inferior al 100%. En esencia, una batería al 100 por ciento no está completamente cargada desde el punto de vista químico de la batería. Del mismo modo, 0 por ciento no está completamente vacío.

Además, algunos fabricantes de automóviles tienen límites de carga ajustables, donde el usuario puede preestablecer en qué punto la batería deja de cargarse (por ejemplo, puede decirle al vehículo que deje de cargar al 75 por ciento en lugar del 100 por ciento).

¿Qué factores adicionales parecen influir en el estado de la batería?

Existen otros factores que influyen en la degradación de la batería, lo que provoca que la vida útil de la misma se vea afectada de manera prematura o acelerada, además del uso per se, los más trascendentales son el clima extremo y el tipo de carga.

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