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SEAT hace pruebas con sensores infrarrojos y trackeo de iris para mejorar la ergonomía de sus autos

Saber dónde miran los conductores favorece una interacción más intuitiva y segura con los dispositivos abordo.

SEAT hace pruebas con sensores infrarrojos y trackeo de iris para mejorar la ergonomía de sus autos

La distracción que genera desviar la mirada para intentar ajustar la climatización del automóvil o el simple ajuste del volumen del radio, son factores que atentan considerablemente la seguridad en la conducción, por eso los investigadores consideran que saber dónde miran los usuarios ayuda a conseguir una interacción más intuitiva y segura con los dispositivos abordo, como los de infoentretenimiento.

¿Cuál es la novedad?

Investigadores de Seat prueban con sensores de luz infrarroja, imágenes en alta resolución y un sofisticado algoritmo para determinar exactamente cuáles son las zonas que más miran los conductores mientras conducen.

Para seguridad de los ocupantes del auto es clave que el conductor localice a simple vista todo aquello que se busca en la consola central del sistema de infoentretenimiento, como el navegador, la climatización o el sistema de audio.

En Seat se valen de una tecnología denominada Eye-Tracking, que dispone de unos anteojos con sensores de infrarrojos en los cristales y una cámara en el centro de la montura; en forma paralela, un complejo algoritmo de modelo de ojos en 3D interpreta todos estos datos y obtiene el punto exacto de mira. “Los sensores detectan la posición exacta del iris a cada instante, mientras queda registrado todo lo que el usuario está viendo”, señala Rubén Martínez, responsable del departamento de Smart Quality de Seat.

¿Pará que sirve y cómo se emplea esta tecnología?

Esta tecnología permite determinar con precisión la interacción humana con respecto a todo tipo de dispositivo abordo; por ejemplo, sirve para analizar la usabilidad de las aplicaciones de movilidad. “Podemos saber dónde los usuarios esperan encontrar información específica, como el nivel de batería o el rango de kilómetros”, añade el responsable de Smart Quality. 

Por lo pronto, el equipo trabaja en un proyecto piloto con el fin de introducir los lentes Eye-Tracker en las pruebas de los nuevos modelos de la marca. Seleccionan usuario de diferentes perfiles, que al usar los lentes especiales puestos, permiten validar las zonas donde dirigen su atención, según el tipo de dispositivo, el tiempo que emplean y la frecuencia de interacción.

¿Cómo se interpretan los datos?

Los patrones del comportamiento de la mirada de cada conductor se determinan a través de diferentes marcadores; uno de ellos es el de zonas de calor, el cual muestra la intensidad de cada foco de atención. “La mancha roja, que indica el mayor número de impactos, siempre debe estar en la carretera”, puntualiza Martínez. Lo ideal es que, pese a interactuar con un dispositivo, los usuarios se mantengan atentos a la vía.

Otro indicador es el orden de las miradas, clave para saber dónde espera cada conductor encontrar una función. Los ingenieros pueden suponer que, por ejemplo, el área inferior de la pantalla es la más accesible para el usuario, “pero con las gafas Eye-Tracker podemos descubrir que, por lo que sea, es la parte superior donde mira primero”, sostiene el directivo de Seat.

Los patrones de uso que se pueden obtener con esta tecnología serán clave a la hora de desarrollar las consolas centrales de los futuros modelos, permitiendo validar y mejorar el lugar, el tamaño y la distribución de la información a disposición del usuario.

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