Aun no se estabilizan las aguas y la información que fluye sobre el nacimiento de Stellantis, la fusión entre FCA (FIAT Chrysler Automobiles) y PSA (Peugeot-Critroen-Opel) es mucha. Poco a poco, el nuevo conglomerado empieza a ver la luz en detalles tan simples como la modificación y unificación de sus perfiles en las redes sociales.
Pero cuando hay fusiones de inmensas compañías, siempre hay perdedores, y el primero de ellos es la marca SRT, la otrora división deportiva del Grupo Chrysler. Porque si bien el nuevo CEO de Stellantis, Carlos Tavares, aseguró que no eliminaría ninguna de sus marcas, la realidad es SRT dejará de existir como ente independiente.
La división SRT se dedicaba a potenciar descomunales motores para que entregaran decenas y decenas de caballos de fuerza y fueran capaces de acabarse un juego de neumáticos en cuestión de horas. Sus motores V8 Hellcat aparecidos en 2014 son la mejor prueba de ellos. Más de 700 caballos derivados de ocho cilindros no es cosa poca. Pero con la electrificación como meta inmediata para Stellantis, estos V8 tiene poca vida futura como para pensar en mantener a SRT.
Así, SRT dejará de existir. La marca que fabricaba el extinto Dodge Viper, y la nueva gama Hellcat, Demon y Trackhack ya no irá más.
Según la información publicada en https://moparinsiders.com/, los aficionados a la marca nos cuentan que la disolución de SRT no será total, ya que la experiencia de su departamento de desarrollo e ingeniería será de utilidad para todas las marcas de Stellantis, sean estadounidenses, italianas, francesas o alemanas.
Por un lado nos podemos ir despidiendo de esos sendos V8 de seis litros para regresar con una nueva potencia eléctrica.
Mientras eso pasa, te invitamos a recordar esas bestias hechas por SRT en nuestras galerías.