El gigante industrial japonés Kawasaki Heavy Industries (KHI) está avanzando decididamente a una producción de motocicletas eléctricas, híbridas y movidas por hidrógeno, como parte de su nueva estrategia de mediano plazo hasta 2030 que, en todo caso, no desestima los modelos tradicionales de combustión.
En un informe corporativo, Yasuhiko Hashimoto, presidente y CEO de KHI, anunció la busqueda de acuerdos de cooperación para el desarrollo de motocicletas eléctricas y de combustibles alternativos como el hidrógeno, además de colaborar en tecnologías de hibridación. Asimismo, se desarrollará una nueva estrategia comercial para mejorar la performance de su división de motos tradicionales.
Vamos con lo primero. A fines de 2019, Kawasaki presentó la conceptual EV Endeavour, una motocicleta eléctrica de corte deportivo que incorpora una caja de cambios de cuatro velocidades para aprovechar mejor el par de los motores eléctricos, que por look se asemeja a la Ninja 400. Será el primer modelo de una larga lista, pero más allá de una serie de videos lanzados por la marca, poco se sabe de su evolución.
Asimismo, el fabricante japonés trabaja en un tren motriz híbrido, que contará con un motor de combustión combinado con un motor eléctrico y una pequeña batería de iones de litio, que debería proporcionar una mezcla justa entre rendimiento y eficiencia.
Respecto del negocio de motos tradicionales, la empresa creará una nueva compañía llamada Kawasaki Motors para empujar el negocio de dos ruedas en todo el mundo, y se abrirá en los principales mercados una serie de tiendas llamadas "Kawasaki Plaza" para apuntar a una nueva base de clientes que valoran otros atributos en las motos, y no sólo la deportividad de la que Kawasaki se enorgullese.
De hecho, desde 2017 se han abierto en Japón 77 de estas tiendas, lo que ha llevado a un aumento del 60% en los clientes en el grupo de edad de 20 años y un aumento del 80% en las ventas de motocicletas de más de 400 cc.