Great Wall Motors acaba de presentar un nuevo plan estratégico donde proyecta alcanzar ventas anuales globales de 4 millones de vehículos en 2025, el 80% de los cuales serán modelos de nuevas energías, y generar ingresos operativos superiores a 600 mil millones de yuanes, unos 92 mil millones de dólares.
Para conseguirlo, Great Wall Motors planea lanzar más de 60 nuevos modelos para 2023, logrando una producción y ventas anuales de 2,8 millones de vehículos ese mismo año, indicó Wei Jianjun, CEO de la compañía china, que cuenta con un portafolio que incluye las marcas Great Wall, Haval, Ora y Wey. En 2020, Great Wall vendió 1,1 millones de unidades en todo el mundo.
En los próximos cinco años, la inversión acumulada en I + D alcanzará los 100 mil millones de yuanes (15.500 millones de dólares), concentrándose en campos como la energía eléctrica pura, el hidrógeno y los sistemas híbridos. La marca indica que los esfuerzos se centrarán en los baterías de gran potencia y en la tecnología de carburo de silicio, pero además en semiconductores de tercera generación y la inteligencia artificial.
Líder en hidrógeno
Dentro del plan se establece una apuesta definitiva por la movilidad a través del hidrógeno, y de hecho, el grupo quiere ser líder mundial en producción de vehículos equipados con sistemas de celdas de combustible (FCEV) para fines de esta década.
Junto con una partida de 100 camiones pesados de hidrógeno que ya están en producción, la marca quiere lanzar un SUV de 7 pasajeros este mismo año. Se construirá sobre la nueva plataforma modular LEMON y ofrecerá no menos de 840 kilómetros de autonomía. Es en estos segmentos donde la marca ve un mayor potencial para el hidrógeno, debido a la mayor autonomía que ofrecen respecto de los autos a batería.
Great Wall ya ha invertido unos 320 millones de dólares en el desarrollo de la tecnología de Fuel Cell, y planea invertir otros 460 millones en los próximos tres años, en línea con su objetivo de ser uno de los tres mayores fabricantes de autos FCEV para 2025.
