Muchas cosas deben haber pasado en la casa de Hamamatsu luego de que Joan Mir se adjudicara con su Suzuki el título de pilotos del MotoGP a fines de 2020. Y es que un proyecto que iba demasiado lento, de pronto se colgó el cartel de favorito y terminó ganando carreras y el mismísimo título.
Quizás ese fue el impulso necesario para que Suzuki decidiera ampliar su programa deportivo de velocidad y anunciara que este fin de semana regresará a las pistas pero en el otro gran campeonato mundial: el de Superbikes. Eso sí, lo hará con un wild card y no compromete un regreso total a la serie de motos deportivas derivadas de serie.
El piloto japonés Naomichi Uramoto, quien regularmente maneja una Suzuki en el campeonato español de Superbikes, estará al mando de una GSX-R1000 oficial de marca este fin de semana en Navarra (España). Será la primera aparición de Suzuki en el Mundial de Superbikes desde 2018, cuando también usaron un wild card. Aquella vez, en Donington Park, Suzuki puso dos motos e incluso Bradley Ray consiguió sumar puntos.
Lo más llamativo de esto es que por primera vez en muchos años, los principales fabricantes de motos deportivas del planeta estarán compitiendo mano a mano en el WorldSBK: BMW, Ducati, Honda, Kawasaki, Suzuki y Yamaha.
Lo de Suzuki no parece que vaya a ser definitivo, pero quién sabe si el impulso del título de Joan Mir en MotoGP le motive a querer repetir la corona ganada en el Mundial de Superkikes de 2005 de la mano de Troy Corser al mando de una GSX-R1000 K5.
