Hay cambio de mando para dos de las marcas francesas de Stellantis en nuestro país. Desde este mes, Alberto Garasino, asume como nuevo gerente general de Citroën y DS Automobiles en Chile, sucediendo a Rodrigo Hernando.
El ejecutivo argentino es muy conocido en el rubro, ya que tiene más de 30 años de trayectoria en la industria automotriz en Chile, Argentina y Estados Unidos. En sus últimas asignaciones fue Country Manager de Ford Chile y Perú durante cinco años, y luego se desempeñó como director financiero en Auto Summit, uno de los retailer más importantes del país.
Uno de los principales desafíos que se ha propuesto Garasino en este nuevo rol es continuar con el crecimiento de ambas marcas francesas, alcanzar una participación de mercado por encima del 3% para Citroën y consolidar la presencia de DS Automobiles en el segmento premium chileno, ojalá logrando un 3,5% de participación en dicho segmento.
“Mantener nuestro liderazgo como el importador más relevante del Grupo Stellantis en Latinoamérica, con casi 40 años de relación con la marca Citroën, y mantener los mejores estándares de calidad y venta dentro de la región, es parte de este plan también”, comenta Garasino.
La electromovilidad sí o sí
Citroën y DS Automobiles cuentan hoy con una gama completamente renovada. Ambas marcas están muy enfocadas en el uso de nuevas tecnologías y van avanzando en el camino de la electrificación. “Antes de fin de año estaremos cumpliendo con el enunciado de DS Automobiles de ofrecer una versión electrificada en cada modelo de la gama, y con Citroën queremos iniciar este camino en 2022”.
¿A qué se refiere Garasino? Al próximo debut del DS 3 Crossback E-Tense, el primer modelo completamente eléctrico de la marca de lujo, el cual junto al ya estrenado DS 7 Crossback E-Tense PHEV representan la primera etapa de este plan.
Para Citroën, este proceso comenzará el próximo año con la llegada del ë-Berlingo y el ë-C4, modelos 100% eléctricos que se presentan en distintos roles.
La Berlingo eléctrica se ofrece tanto en versiones de carga como de pasajeros, y es un modelo funcional y racional. En el primer caso permitiría transporte de mercancías a bajo costo para las empresas, y en el segundo podría utilizarse incluso como una alternativa de taxi, ahora que la ley permite este formato más utilitario y hay fomento a la compra de vehículos eléctricos de este tipo. El ë-C4, en tanto, con su diseño y propuesta de confort, llevará la electromovilidad a clientes particulares y familias.
El foco sobre la electromovilidad será tan fuerte, que la idea a futuro será que los propulsores híbridos vayan desplazando paulatinamente a los motores diésel, una movida de riesgo dada la popularidad de Citroën con estos motores, pero que la marca espera poder capitalizar equiparando las ventajas de un sistema electrificado a la de estos motores, los que van de salida en varias partes del mundo.
Aparte de los modelos eléctricos, también se espera el estreno de los vanguardistas C5 X y DS 4 para el próximo año.
Otros desafios
Los otros planes que tienen ambas marcas, están inscritos en el marco de la digitalización y la economía circular. La primera fue catalizada por la pandemia, con la cual todas las marcas de automóviles tuvieron que adaptarse rápidamente a las herramientas de compra y venta online.
“Nosotros ya estamos insertos en esta realidad y hemos visto una oportunidad al poder ofrecer diversas herramientas de comercialización digital, que permiten reservar, comprar online, financiar y recibir el auto en la puerta de tu casa. Además, nuestras soluciones online las complementamos con una red consolidada de muchos años, con cobertura a lo largo del país, lo que nos permite contar con los más altos estándares de calidad en beneficio de nuestros clientes”, finaliza Garasino.
La segunda, en cambio, va ligada a la sustentabilidad, buscando alargar el ciclo de vida de muchos componentes a partir de la remanufactura y reacondicionamiento de autopartes usadas que perfectamente podrían seguir dando vida a otros autos.