Con el cambio de año, Volvo Cars ha ido actualizando lentamente su gama de modelos. Primero fue el XC60, luego en XC40, y ahora es el turno de la gama intermedia compuesta por el sedán S60 y el station wagon V60, incluyendo la variante V60 Cross Country, que reciben cambios tanto en su diseño exterior, en su nivel de equipamiento, como en su oferta mecánica.
En cuanto al diseño, los tres modelos reciben muchos de los elementos vistos en el XC60: nuevos parachoques delantero y trasero, estradas de aire rediseñadas, nuevos acabados negro y cromado, nuevas llantas de 17 a 19 pulgadas.
Nada es muy marcado, pero los autos se ven actualizados y más elegantes. Lo más llamativo es que ahora no se ven las salidas de escape, signo de los nuevos tiempos para Volvo.
Puertas adentro se han reemplazado los materiales del tablero y consola para mejorar la calidad percibida, y se incluyen embellecedores cromados.
También se suma la última versión del sistema de infoentretenimiento de Android, que desde hace unos meses equipan todos los modelos de Volvo, por lo que ahora los usuarios del S60 y V60 tiene acceso a todos los sevicios del Google Assistant. Y como no podría ser distinto, se actualiza el Pilot Assist, la suite de asistencias a la conducción de Volvo, que suma varias nuevas funciones.
En cuanto a las mecánicas, Volvo incorpora en estos autos la nueva transmisión DCT de 7 cambios, y mantiene en las variantes más altas la automática con convertidor de par de 8 marchas, aunque actualizada. Según la marca, ambas ayudan a rebajar aún más las emisiones de los motores de combustión. Por supuesto todos ellos vienen ahora con electrificación, ya sea en versiones mild-hybrid o plug-in hybrid.
Las primeras incluyen un sistema de 48 voltios, que aporta 14 caballos de fuerza extra, y que se acopla al motor gasolinero 2.0 turbo, para ofrecerse en Europa con varios niveles de potencia. En el caso del sedán, con 163 Hp (B2), 197 Hp (B4), 250 Hp (B5). En el caso del familiar, las mismas versión más un espectaculat B6 con 300 Hp. El V60 suma además un motor turbodiésel 2.0, también mild-hybrid, en versión B4 con 197 Hp.
Los modelos Recharge híbridos enchufables se basan en el motor 2.0 Turbo de gasolina con 250 o 300 Hp, y está acoplado a un bloque eléctrico de 145 Hp, para ofrecer un tren motriz híbrido de 340 (T6) o 455 caballos de potencia (T8). Este sistema se gestiona desde una batería de 18,8 kWh, que permite una autonomía eléctrica de entre 75 y 94 kilómetros.
Volvo aprovechó este restyling para reemplazar las conocidas variantes Momentum, Inscription y R-Design por las nuevas Essential, Core, Plus y Ultimate, con paquetes mínimos en equipamiento pero muchas más y opciones para elegir. Volvo indica que así los precios serán más transparentes y se reduce la complejidad del modelo.
Para los que ya lamentan la eliminación de la estética R-Design, vale aclararles que el kit de carrocería deportivo se mantiene en oferta pero ahora bajo el nuevo nombre Dark Package, que por supuesto es oscuro.